La interferencia de Hugo Chávez en la crisis política de Honduras ha generado la reacción de Estados Unidos.
En primer lugar, Hillary Clinton, secretaria de Estado de EE UU, pidió a Chávez no interferir en la crisis política de Honduras, que proviene del derrocamiento de Manuel Zelaya de la presidencia de la república, posición que ocupó Roberto Micheletti.
En segundo lugar, EE UU solicitó a Zelaya desistir de su intento por ingresar a Honduras.
Al respecto, Zelaya desestimó las declaraciones de la funcionaria estadounidense y aseguró que, tras el fallido intento de regresar el pasado 5 de julio por vía aérea, dijo que esta vez no hará pública la fecha, hora, lugar y la vía que usará para ingresar a Honduras.
El llamado de Clinton se hace a pocas horas de comenzar la segunda ronda de diálogos, que inicia hoy en San José, convocada por el mediador y presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
También coincide con el ambiente de incertidumbre y de amenazas que han generado los países acogidos a la Alba, que dirige Chávez.
Piden no ir Honduras
El mandatario y ex militar golpista venezolano, Hugo Chávez, ha incitado para que Zelaya renuncie al diálogo y para que lo declare fracasado. Advirtió que "en las próximas horas entrará (Zelaya)" a Honduras, con lo que estaría poniendo en precario el proceso de diálogo.
Estado Unidos se opuso ayer a esa tentativa. "No queremos que la gente tome medidas que puedan entrar en conflicto o no contribuir positivamente a los esfuerzos de mediación de Arias", declaró el portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood.
"La tensión es muy alta", señaló Wood. "Y lo que tratamos de hacer es llevar a las partes a concentrar sus esfuerzos sobre la manera de retornar al orden democrático y constitucional" en Honduras
Consultado sobre si conocía de la intención de Zelaya de ingresar a Honduras, el presidente Arias respondió que recién se había comunicado y hasta bromeó con él al consultarle "¿Va caminando, va en carro o va en qué? Creo que debe (Zelaya) estar muy tranquilo en su hotel".
Clinton reiteró su compromiso en la restauración del "orden constitucional y democrático" y exhortó a otros países a jugar "un papel positivo en el logro de esa meta". Clinton condenó, en una clara referencia a Venezuela, "cualquier acción que pueda conducir a la violencia".
Chávez prácticamente amenazó con que podría ocurrir una "cruenta guerra civil" en Honduras, que podría desparramarse en Centroamérica, si Zelaya no era restituido en su puesto.
Micheletti ha denunciado la infiltración a Honduras de "gran cantidad de gente" vinculada al chavismo, desde países vecinos, con el propósito de desencadenar la violencia.
Reacción de "Mel"
El presidente depuesto desestimó ayer la posición de Estados Unidos que se opone que vuelva a su país mientras no concluya un proceso de mediación, y aseguró que lo hará de cualquier forma, aunque sin detallar cuando ni como.
Zelaya dijo que apoya la mediación que lleva adelante el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, pero aclaró que regresará a Honduras "de una u otra forma". "Estoy respetando que culmine el proceso de diálogo diplomático", apuntó Zelaya en rueda de prensa en la embajada de su país en Managua.
Las declaraciones de funcionarios estadounidenses de que estaría poniendo en riesgo la mediación con un nuevo intento de regreso "las veo como recomendaciones de buena fe, porque ellos no están sintiendo el problema que siente el pueblo" de Honduras, sostuvo Zelaya.
Tras el fallido intento de regresar el pasado 5 de julio por vía aérea a Honduras por los obstáculos que pusieron los militares en la pista, Zelaya dijo que esta vez no hará pública la fecha, hora, lugar y la vía que usará para ingresar a Honduras.
Expectativas del diálogo
Para hoy se espera que el presidente Arias plantee de manera oficial al menos tres situaciones que podrían abrir el camino para encontrar una solución al conflicto.
La primera sería la conformación de un equipo de gobierno de reconciliación nacional (formado por varios sectores, posiblemente algunos ministros de Micheletti con otros de Zelaya) que consistiría, según los expertos, en repartir funciones en sectores clave como finanzas, seguridad y relaciones exteriores, todos bajo el ejercicio presidencial de Zelaya.
"Una posibilidad es estudiar la constitución de un gabinete que integre a todas las fuerzas y sería un gabinete de unidad, de reconciliación, que dé seguridad al pueblo hondureño", dijo Arias.
El Premio Nobel de la Paz declaró esas palabras luego que el presidente Roberto Micheletti manifestara su disponibilidad de dejar su cargo para lograr la paz en el país, pero con la salvedad de que Zelaya no sea restituido. Zelaya fue sucedido por la Corte Suprema de Justicia al haber infringido la ley y desconocido un fallo de ese poder del Estado que le prohibía la realización de una consulta popular.
En Honduras se ha manejado otra posibilidad parecida a la de Arias para solucionar el conflicto y sería que Micheletti y Zelaya desistan de estar en el poder y dejen el camino libre para una "tercería".
Eso significaría que la presidencia interina la pasaría a ocupar el titular de la CSJ, Jorge Rivera, quien se ha abstenido de hacer comentarios sobre esa posibilidad.
El secretario de Estado adjunto de Relaciones Públicas, Philip Crowley, se refirió a la propuesta de Arias . "Lo que queremos ver es la restauración del orden democrático y constitucional en Honduras. Eso es algo importante, de manera que, sea cual sea el gobierno que surja, ese debe ser democrático, constitucional y debe ser visto como legítimo a los ojos de los hondureños", señaló.
Otra de las propuestas de Arias estaría orientada a solicitarle al ex mandatario que desista de la idea de la cuarta urna. Zelaya se obsesionó en impulsar este proyecto, que buscaba derogar la actual Constitución y emitir una con una nueva forma de gobierno que le permitiera permanecer en el poder de manera indefinida.
Por esas intenciones, que lo llevó incluso a violentar las leyes naciones, fue derrocado el pasado 28 de junio.
El otro planteamiento será la posibilidad de amnistía para los que cometieron delitos políticos. Esta propuesta no ha gustado a la mayoría de los hondureños porque creen que el presidente Zelaya, al igual que sus funcionarios, deberían pagar por sus delitos.
Sin embargo, el presidente de la Corte Suprema de Justicia ha declarado que esa podría ser una vía factible para encontrar la paz para el país. Arias no considera como una salida factible la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales del 29 de noviembre.
Hay optimismo
Clinton ratificó el apoyo del Departamento de Estado "al proceso de diálogo que ha iniciado el presidente Arias". Confía además en "una solución pacífica y negociada". De igual manera se han manifestado la mayoría de los países de la comunidad internacional.
Durante la primera ronda de conversaciones, no hubo acuerdos por las posiciones radicales de las dos partes.
Pero hoy Arias considera que "se han ido ablandando y creo que voy a encontrar más flexibilidad" y se mostró optimista de encontrar, sino el sábado, el domingo, un acuerdo definitivo, aunque no se tiene previsto un encuentro entre Zelaya y Micheletti, no al menos para hoy.
