Fui acosada y abusada sexualmente por Daniel Ortega Saavedra desde la edad de los 11 años, manteniéndose estas acciones por casi 20 años de mi vida", afirma Zoiloamérica Narváez, hijastra del actual presidente de Nicaragua, según un amplio reportaje publicado por el diario español El País.
"Realmente llegué a creer que mi sacrificio realmente aportaba a la revolución", testimonió la víctima, según reproduce el diario, convencida de que el cumplimiento de los deberes del líder con la historia, el destino de la revolución y de la patria pasaban por la satisfacción de sus apetitos sexuales.
Aparentemente, la primera violación ocurrió en 1982, cuando Ortega tenía 34 años y la niña había cumplido los 15, de acuerdo con el pliego de acusación.
La adolescente hizo la denuncia de los ultrajes ante los tribunales hace 10 años, en junio de 1998. Pero la derrota sandinista incidió en el calvario de Zoiloamérica: "continué estando sola y abandonada por mi familia".
Zoiloamérica Narváez contó procacidades y manoseos en Costa Rica meses antes del triunfo revolucionario. "Vos ya estás lista", le dijo supuestamente Ortega al conocer su primera menstruación. Después, siempre según el acta de acusación, las masturbaciones, los apremios al uso de vibradores y películas pornográficas, el maltrato verbal y físico de la excitación, y la entrada de terceros en la consumación del delito. "Me trató peor que a una mujer que vende su cuerpo". La joven necesitó terapia contra profundas depresiones.
"La denuncia de Zoiloamérica Narváez sigue su tramitación. Tenga usted en cuenta que tenemos pendientes 8.000 casos. No hay personal suficiente", explica la abogada Isabel Madariaga, portavoz de asuntos nicaragüenses en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington.