San José, 28 nov (elmundo.cr) – El Partido Renovación Costarricense expulsó de la agrupación a sus únicos dos diputados que tienen en la Asamblea Legislativa: Gonzalo Ramírez Zamora y Abelino Esquivel Quesada.
Así lo confirmaron ayer por la tarde ambos diputados ante consulta de EL MUNDO.
Se trata del más reciente enfrentamiento de tendencias en la agrupación cristiano-evangélica que ha dejado como resultado varias condenas contra el partido por parte del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Por un lado, Justo Orozco, Presidente de Renovación Costarricense ha intentado eliminar de las filas del partido a quienes considera que no se están apegando a sus lineamientos: el secretario general y asesor legislativo Jimmy Soto Solano y los diputados Abelino Esquivel y Gonzalo Ramírez.
Las relaciones a lo interno de la agrupación se han venido desgastando desde que Orozco fue detenido el 30 de junio de 2015 por denuncias de abuso sexual contra una mujer, a quien llevó a un motel en Pavas.
Desde entonces, el exdiputado conocido por sus posiciones anti-LGBTI y aborto y “pro-vida/familia” ha afirmado que tanto Esquivel como Ramírez quieren “quitarlo” del partido.
En una entrevista que dio al periodista Esteban Mata de La Nación semanas atrás, Orozco manifestó que ambos legisladores faltaban a aspectos como contribuciones económicas y que “desconocían” la estructura de poder en la agrupación, conformada por él, el tribunal de elecciones interno y el Tribunal de Ética.
Orozco había anunciado en dicha entrevista que en un asamblea de Renovación Costarricense a efectuarse “pronto”, se pondría “orden a lo interno”, situación que al parecer se materializó durante el sábado y donde se adoptó expulsar a los diputados Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel por “no pagar las cuotas mensuales” y al secretario general, Jimmy Soto.
Soto ha sido el que más guerra le ha dado a los intentos de Justo Orozco de expulsarlo del partido. Ha llevado en dos ocasiones a la agrupación ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) con recursos de amparo electoral que ha ganado, con una condenatoria al pago de costas, daños y perjuicios contra la agrupación.
Inicialmente, el Tribunal de Ética del Partido Renovación Costarricense pretendió expulsar a Soto acusándolo de “falta de ética, manipulación, prepotencia, malacrianza, actuaciones corruptas, irrespeto y tenencia de cantina”, sin notificar el proceso seguido en su contra y con otros vicios de forma y fondo.
La segunda condena ocurrió cuando el secretario general impugnó en el TSE la decisión de realizar la Asamblea del partido en el Instituto de Desarrollo de Inteligencia, propiedad de Justo Orozco Álvarez, afirmando que esto le imposibilitaba participar producto de la persecución política de que la que es víctima. El TSE también le dio la razón en su reclamo.