martes, 21 de noviembre de 2017

Hijo la viola y embaraza / Cansada de pedir ayuda e interponer denuncias en varias instituciones debido a una serie de violaciones que recibe de su hijo, tras una de las cuales quedó embarazada -actualmente tiene 4 meses-, Sandra Vargas recurrió a DIARIO EXTRA para denunciar su situación y buscar soluciones. “Me ha quebrado celulares, ha destruido las denuncias que le he puesto para borrar evidencia, me ha robado las cosas y vendido mi ropa por droga. Me confesó que me ha vendido por drogas y sexo, no sé a dónde ir, nadie me ayuda, por eso estoy esperando un hijo de él”, comentó. Desde hace más de un año su hijo Rubén Quintana Vargas, de 20 años, la ha dañado de diferentes formas como violación, agresión y hasta amenazas con arma de fuego y blanca por su adicción a las drogas. Entre las primeras instancias que recurrió está el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), accedió a un programa de protección, pero ante un intento contra su integridad lo abandonó y por eso no tiene domicilio fijo. “Estuve en un albergue en Los Cocos de Limón y una persona casi me mata con un machete, al observar que las señoras del Inamu no hacían nada abandoné ese programa, me vine a San José y desde aquel entonces he deambulado por las calles y no tengo dónde comer. A veces la gente me da dinero o me pongo a vender cajetas, pero la municipalidad me las decomisa”, añadió. Por su estado de gravidez también se le imposibilita encontrar trabajo y no tiene estabilidad económica. “He buscado trabajo, pero me han respondido que no me pueden contratar porque estoy embarazada y es un riesgo, pero necesito comer y una cama para dormir. Psicológicamente no estoy bien, estoy deprimida, lloro todo el tiempo y he perdido la cuenta de las veces que me ha violado”, argumentó. Pese a que le recomendaron abortar para que la criatura no sufra las consecuencias, ella se opone rotundamente. Ha viajado por todo el país en busca de paz, pero le es imposible y recalca que le tiene pánico a su hijo. “Llevo más de un año sufriendo estos problemas, he huido a la Zona Sur, Parrita y Guanacaste para estar lejos de él, después de todo lo que me ha hecho no lo puedo perdonar. Él anda diciendo que venderá a mi bebé para sacarle provecho a la situación”, declaró.



Cansada de pedir ayuda e interponer denuncias en varias instituciones debido a una serie de violaciones que recibe de su hijo, tras una de las cuales quedó embarazada -actualmente tiene 4 meses-, Sandra Vargas recurrió a DIARIO EXTRA para denunciar su situación y buscar soluciones.

“Me ha quebrado celulares, ha destruido las denuncias que le he puesto para borrar evidencia, me ha robado las cosas y vendido mi ropa por droga. Me confesó que me ha vendido por drogas y sexo, no sé a dónde ir, nadie me ayuda, por eso estoy esperando un hijo de él”, comentó. Desde hace más de un año su hijo Rubén Quintana Vargas, de 20 años, la ha dañado de diferentes formas como violación, agresión y hasta amenazas con arma de fuego y blanca por su adicción a las drogas.
Entre las primeras instancias que recurrió está el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), accedió a un programa de protección, pero ante un intento contra su integridad lo abandonó y por eso no tiene domicilio fijo. 
“Estuve en un albergue en Los Cocos de Limón y una persona casi me mata con un machete, al observar que las señoras del Inamu no hacían nada abandoné ese programa, me vine a San José y desde aquel entonces he deambulado por las calles y no tengo dónde comer. A veces la gente me da dinero o me pongo a vender cajetas, pero la municipalidad me las decomisa”, añadió.
Por su estado de gravidez también se le imposibilita encontrar trabajo y no tiene estabilidad económica. 
“He buscado trabajo, pero me han respondido que no me pueden contratar porque estoy embarazada y es un riesgo, pero necesito comer y una cama para dormir. Psicológicamente no estoy bien, estoy deprimida, lloro todo el tiempo y he perdido la cuenta de las veces que me ha violado”, argumentó.
Pese a que le recomendaron abortar para que la criatura no sufra las consecuencias, ella se opone rotundamente. Ha viajado por todo el país en busca de paz, pero le es imposible y recalca que le tiene pánico a su hijo. 
“Llevo más de un año sufriendo estos problemas, he huido a la Zona Sur, Parrita y Guanacaste para estar lejos de él, después de todo lo que me ha hecho no lo puedo perdonar. Él anda diciendo que venderá a mi bebé para sacarle provecho a la situación”, declaró.
Actualmente dos personas le ayudan con comida para que no pierda las fuerzas y busca que su único hijo pague con cárcel todo el daño que le hizo.
Si quiere ayudarla puede cooperar por medio de los teléfonos 6274-2750 y 6480-2574.