El especialista señaló que el contexto que plantean casos como los proyectos de construcción en la sureña península de Osa o el norteño minero Las Crucitas ubican al gobierno en complicidad con quienes atentan contra el ambiente, o en incapacidad de cumplir su obligación.
Esas situaciones muestran una contradicción frente a la iniciativa de Paz con la Naturaleza que el presidente de Costa Rica Oscar Arias promueve a nivel internacional, indicó Cerdas en su columna de opinión.
En el caso de Osa, Cerdas mencionó que la zona está “devastada por la codicia particular y la lenidad e irresponsabilidad de las autoridades”.
“O el gobierno supo lo que ocurría, no hizo nada y es cómplice silente de estos nuevos filibusteros; o no lo sabía, estuvo en Babia todo ese tiempo y otra vez, se ha mostrado incapaz de cumplir con sus obligaciones”, reflexionó Cerdas.
Ese doble discurso de paz con la naturaleza de un lado, y brutal agresión antiecológica de otra, atiza carbones encendidos, indicó, en referencia a la iniciativa de Arias que, entre otros planteamientos, plantea premiar a las naciones que evitan la deforestación.
“La ruta actual es equivocada y peligrosa. Lanza a toda una generación a la desesperación y a la ira. Es más peligroso de lo que parece”, advirtió.
El comentario fue publicado en el marco de la polémica generada por la reciente declaración gubernamental de interés público del proyecto minero Las Crucitas, medida que incluyo la autorización de tala masiva de árboles en la zona, incluidas especies protegidas.
A raíz de un recurso de amparo, la Sala Constitucional suspendió la tala en la zona, localizada a unos 280 kilómetros al noroeste de la capital, cerca a la frontera con Nicaragua.
Por su parte, la Fiscalía General de la República (FGR) dispuso investigar de oficio si con la firma del decreto, Arias y Dobles cometieron el delito de prevaricato, delito que el presidente ha asegurado que no cometió.
La Asamblea Legislativa (parlamento unicameral) se apresta a interpelar a Dobles para que refiera al decreto.