miércoles, 10 de marzo de 2010

DIONISIO CABAL JUEVES 11 DE MARZO 2010 6.30 PM LIBRERIA INTERNACIONAL TERRAMALL

EXTRAODINARIOS NOMBRAMIENTOS EN SEGURIDAD PUBLICA DE PRESIDENTA ELECTA LAURA CHINCHILLA. FIGURA DE MAURICIO BORASCHI ES LA DESIGNACIÓN MÁS ACERTADA


FELICITACIONES DOÑA LAURA  CHINCHILLA


SU EQUIPO DE SEGURIDAD ES 

EXCELENTE 


En el Ministerio de la Presidencia estará Marco Vargas

MIEMBROS DEL ACTUAL GOBIERNO COMANDARÁN MINISTERIOS CLAVES

Mario Zamora y Mauricio Boraschi acompañarán al nuevo ministro José María Tijerino en Seguridad Pública.


José María Tijerino (centro), Mauricio Boraschi y Mario Zamora (der.) conformarán el equipo de seguridad de la presidenta Laura Chinchilla.
Para integrar los ministerios de Seguridad Pública y de la Presidencia la presidenta electa, Laura Chinchilla, apostó por la continuidad de varios miembros del actual gobierno del presidente Óscar Arias.
Así, como su ministro de la Presidencia Chinchilla designó a Marco Vargas, quien ha ocupado en la administración Arias los cargos de ministro de Coordinación Interinstitucional y de Obras Públicas y Transportes.
Vargas se había desempeñado como ministro de la Presidencia durante el gobierno de José María Figueres Olsen (1994-1998).
En el Ministerio de Seguridad Pública figurará como viceministro de Gobernación el actual jefe de la Dirección de Migración y Extranjería, Mario Zamora.
Mauricio Boraschi, actual director del Instituto Costarricense sobre Drogas, fue escogido por Chinchilla como comisionado nacional antidrogas.
En la conducción de las políticas de seguridad la única cara “nueva” es la de José María Tijerino, ex fiscal general de la República (1990-1995).

UN GRAN CONSEJERO



Laura Chinchilla definió a Marco Vargas como su amigo desde que compartieron como compañeros de gabinete de José María Figueres.
“Siempre encontré en don Marco el consejo oportuno para enfrentar problemas tan complejos. Desde ahí se desarrolló una relación de gran confianza y empatía. Siempre lo he tenido como un gran consejero”, afirmó.
Chinchilla definió a Marco Vargas como una persona con carácter moderado y siempre accesible al diálogo.
La futura líder de Costa Rica consideró que el país tiene mucho que agradecerle a Vargas por el trabajo que ha realizado en los últimos cuatro años.
“Le ha tocado apagar incendios, sostener la burra, en fin, todas las peores cosas que puede tener una administración, y ha salido airoso”, comentó.
A Marco Vargas, adelantó Chinchilla, le tocará llevar las riendas de las negociaciones con todas las fracciones legislativas.
Al respecto, el futuro ministro agradeció la confianza de Chinchilla al designarlo en un cargo que calificó como delicado.
“Quiero ofrecer a la presidenta mi independencia de criterio y mi consejo sano”, aseguró. Después recalcó que su gestión se enfocará en el diálogo y la concertación con los grupos sociales y los partidos políticos.
Vargas adelantó que pretende darle continuidad al plan de desarrollo integral de Limón, proyecto que echó a andar durante el actual gobierno.

FISCAL QUE SE HIZO SENTIR



Acerca del nombramiento de José María Tijerino como ministro de Seguridad, Chinchilla subrayó que durante su periodo como fiscal el Ministerio Público se hizo sentir.
Según la presidenta electa, eso es lo que Costa Rica está demandando en materia de seguridad pública.
“Don José María Tijerino se ha caracterizado por su gran integridad, por su gran experiencia y dominio del fenómeno criminal y por un enorme liderazgo en todas las tareas que ha ejercido”, argumentó.
Con hablar pausado, Tijerino agradeció su designación y afirmó que su tarea, a partir del 8 de mayo, es un desafío colosal ante la situación del país por el embate de la criminalidad.
“Añoramos la Costa Rica de antes, donde podíamos usar los espacios públicos con tranquilidad. Estamos conscientes de que eso lo hemos perdido y que el gran desafío es el rescate de esa tranquilidad.
No será fácil, no puede ser obra solo del ministro o de la presidenta sino de todos los costarricenses, que deberán aportar su grano de arena. Posiblemente esta será la última oportunidad que tenga el país de rescatar su seguridad, sin sacrificar las libertades”, vaticinó. Tijerino dijo que se preocupará por fortalecer y dignificar a la policía y por lograr acuerdos con los países vecinos para integrar un frente común contra el hampa.

LOS VICEMINISTROS



Sobre Mario Zamora, la presidenta electa destacó el pleito que se compró con las bandas chinas que trataron de sobornarlo -sin éxito- para que otorgara visas a ciudadanos de ese país para que ingresaran a Costa Rica como legales.
“Alguna persona que conoce a don Mario me afirmó que si soportó un cañonazo de $1 millón para corromperlo está listo para hacerle frente a cualquier reto con su gran honorabilidad”, recalcó.
Chinchilla recordó que Zamora estuvo a cargo de programas de seguridad comunitaria del Ministerio de Seguridad durante el periodo 1996-1998.
La presidenta electa también anunció que el ex fiscal general adjunto, Jorge Chavarría, ocupará el otro Viceministerio de Seguridad durante su mandato.
Con rango de viceministro Chinchilla también nombró a Mauricio Boraschi como comisionado nacional antidrogas, cargo desde el cual coordinará todas las acciones gubernamentales contra el tráfico y consumo de esas sustancias prohibidas.
“Lo que buscamos es que la coordinación de la política antidrogas sea más eficaz, no solo a nivel de esfuerzos operativos sino también que nos garantice acciones en materia de prevención. Esa es una lucha que estamos perdiendo, pese a que hay mucha gente valiente dispuesta a dar la lucha”, detalló.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA SEGURIDAD

Boraschi determinó que el Estado ha fallado en articular las acciones de sectores como educación, salud, policial y judicial para combatir el narcotráfico.
“En esto vamos a insistir en la necesidad de la cooperación internacional. Costa Rica no puede dar esta lucha sola y nos preocupa darle una orientación tecnológica a la lucha contra el narcotráfico”, adelantó.
En materia de seguridad tanto José María Tijerino como Laura Chinchilla coincidieron en que la primera tarea será encontrar los recursos para que la policía sea más visible.
Chinchilla adelantó que ese dinero lo obtendría su gobierno de un préstamo por $30 millones o $40 millones que se gestiona con el Banco Interamericano de Desarrollo y el proyecto para crear un impuesto sobre las ganancias de los casinos y casas de apuestas electrónicas. Lo recaudado se destinaría íntegro a financiar programas de seguridad.
Entre las primeras acciones estarían el fortalecimiento de la Escuela Nacional de Policía, construcción de casas de justicia, mejora del sistema carcelario y recuperación de espacios públicos como parques y plazas de deportes.
Quien busca los recursos en el extranjero es Muni Figueres, detalló Chinchilla.

¡QUÉ HORROR! (EN LA UNA)


 ¡QUÉ HORROR! (EN LA UNA)



Cuántos años han pasado desde la época del rector Carlos Araya Pochet cuando bajo su liderazgo, y la comprensión general, se dignificó el trabajo que venían realizando los “profesores nombrados a plazo fijo” (interinos).  Para entonces, al estimar que los derechos laborales no solo eran irrenunciables sino de obligatorio cumplimiento, atendiendo invitación que se les hiciera, se levantó una lista de 125 compañeros y compañeras que, según la aplicación de normas superiores de justicia y equidad, habían adquirido el derecho a plazas en propiedad.


A partir de criterios bien fundamentados, con el pasar del tiempo y según si las plazas eran vacantes o por sustitución, se programaron los correspondientes “concursos internos restringidos”, orientados a brindar la oportunidad a las asambleas de unidad académica a reconocer los derechos adquiridos y otorgar las plazas en propiedad. Así se hizo y, para sorpresa de los que hoy no creen en algo similar, ¡la UNA no se derrumbó! y más bien experimentó un nuevo aire pleno de entusiasmo.


Magníficos profesionales que antes sufrían las vicisitudes propias de la incertidumbre que siempre acompaña  a los interinos, pasaron a gozar de la estabilidad laboral que requerían para una mejor función universitaria.  Podríamos citar a algunos catedráticos, decanos, directores y miembros de las vicerretorías de entonces y de hoy, como partícipes de ese acto general de justicia bien logrado. 


Se trataba de personas “probadas”, con experiencia universitaria reconocida, a los que la Universidad Nacional (¡aquélla de la que algunos reniegan!) finalmente extendía su mano académica como lo hace la Alma Mater que extrañamos en la UNA. Eran tiempos en que las finanzas se adecuaban a las necesidades institucionales según fueren los programas académicos, y no como sucede en esta nueva época en que las directrices presupuestarias atropellan incluso a las personas y sus familias, llevándose a su paso la calidad académica que demandan los estudiantes.


Si creen que añoramos esos tiempos pasados no están equivocados. ¡Claro que quisiéramos vivir otra vez los momentos de la Universidad que llenaba de orgullo a los que colaborábamos en su construcción!  Y claro también que lamentamos el rumbo perdido de la UNA del siglo XXI (¡qué paradoja!) plena de ocurrencias, poca transparencia e intereses egoístas.


Para entonces a nadie, repetimos, ¡a nadie! se le hubiera ocurrido siquiera proponer CONDICIONAR  un nombramiento interino a la firma de una constancia “bajo juramento” con la que el profesor NO PUEDE “EXIGIR ESTABILIDAD NI PRÓRROGA” en la plaza en la cual se le está nombrando.  ¡Habrase visto mayor desprecio a un académico! ¡QUÉ HORROR!


Más allá de la aparente ilegalidad de esa renuncia forzada a un derecho irrenunciable, lo que más molesta es el maltrato intrínseco a que se le somete al trabajador académico, al que no solo se le desprecia como profesional sino también como ser humano merecedor de toda la consideración… que se ha dejado de lado. 



Y si de contradicciones se trata, éstas saltan a la vista. Tal vez la más evidente se deriva de existencia de esa misma “constancia”, pues podemos inferir “a contrario sensu”, que a partir de todos los nombramientos anteriores a esa imposición desproporcionada y desafortunada  -al no haberse firmado nada semejante- podrían los compañeros nombrados como interinos EXIGIR ESTABILIDAD Y PRÓRROGA.  En la de menos por ahí podría estar la solución jurídica a su favor para confrontar el desaguisado administrativo surgido desde la Vicerrectoría Académica.


Como la licenciada Sandra León procedió a “solicitar a las Unidades Académicas REVISIÓN de la declaración jurada que se esté firmando por parte de los funcionarios que sustituyen a becados interinos…”  (sin explicar a los directores en qué consiste dicha “revisión”) y en vista de que el “machote” de la desdichada constancia fuere enviada por su misma oficina, procedimos a revisar su origen (metiche que es uno) y encontramos algo interesante. El asunto surge de un caso particular, específico, que se atiende según las particularidades muy propias.  El machote se refiere a un nombramiento “por un plazo de … AÑOS” y en referencia a una plaza reservada para un “INTERINO BECADO” al que habría que reservarle la plaza que hasta antes de salir becado permitía su nombramiento. 


Pues bien, para sorpresa de muchos, el “machote” enviado por la Vicerrectoría Académica omite la referencia a los AÑOS y omite las comillas en “INTERINO BECADO”. Así, se está obligando a suscribir la tal constancia bajo juramento, a los compañeros interinos aún para nombramientos de pocos meses, y, todavía más torpe, para reservar la o las plazas a becados QUE NO ERAN INTERINOS SIQUIERA cuando salieron a estudiar.


Como parte de la “operación embarre”, estrategia con la que se pretende repartir responsabilidades que no son transferibles, la compañera Sandra procede a recordar el papel jugado por el Situn por medio de acuerdos suscritos con el rector Olman Segura (muy calladito por cierto en espera de que lo anuncien como ministro de Ciencia y Tecnología…) sobre el fracasado “plan de relevo”. 


Pero como ello no resuelve las consecuencias del maltrato, nada más esperamos que con miras a la búsqueda de una solución integral a lo que para algunos es un “problema” ¡sin serlo! (el “problema” de los interinos) se haga un alto en el camino, se reflexione, se dialogue, y aunque NO voten, se les atienda como en los tiempos del rector Carlos Araya Pochet.



Muchísimas gracias.




Freddy Pacheco
Escuela de Ciencias Biológicas
(con plaza en propiedad)