viernes, 16 de noviembre de 2018

Sin contar los gastos de hospedaje, tiquetes aéreos y transporte interno, el gobierno le presupuestó a la canciller Epsy Campbell ¢14,2 millones en viáticos para sus viajes.





Sin contar los gastos de hospedaje, tiquetes aéreos y transporte interno, el gobierno le presupuestó a la canciller Epsy Campbell ¢14,2 millones en viáticos para sus viajes.

En seis meses al frente de la Casa Amarilla, Campbell ha volado a Estados Unidos (en al menos tres ocasiones), Panamá, República Dominicana, Bélgica, Colombia, Canadá, Italia, Vaticano y España.

Este dato se desprende de los acuerdos de viaje firmados por el presidente Carlos Alvarado, quien le autorizó a la también vicepresidente la posibilidad de trasladarse a esos destinos.
En el recuento no se suma su reciente traslado a Panamá, tampoco el que hizo a Guatemala.

De las giras efectuadas, en Italia se le autorizó por concepto de viáticos (alimentación y otros gastos) $2.499, que al tipo de cambio actual suponen ¢1,5 millones por los siete días que permaneció en ese país.

En España se le asignaron $1.565 (casi un ¢1 millón) para los cinco días que estuvo en ese país europeo. Además de esos recursos, Alvarado le autorizó $1.000 para gastos de representación.

Llama la atención que a pesar de que la canciller ha sido invitada a varios foros, como la primera reunión oficial de mujeres ministras de relaciones exteriores en Canadá, los gastos de tiquetes, hospedaje y viáticos corrieron por cuenta del Estado.

Sobre ese viaje en específico, en los pasillos de la Cancillería se criticó fuertemente que Campbell decidiera llevarse a sus dos asesores, primero a Washington y después a Montreal para culminar en Nueva York, donde se realizará la 74 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

Se trata de su asesor en comunicación, Alexander Rivera, y su hasta entonces asesora de despacho y madrina de su nieto Malik, Catherinne Rivera McKinley, quienes la acompañaron en ese viaje.

El cuestionamiento iba dirigido a que dichos funcionarios no son especialistas en multilateral o en temas de género, sino que responden a nombramientos políticos, y aun así la canciller optó por llevarlos.

Para ambos se presupuestaron viáticos de ¢5 millones, pese a que también tanto en Canadá como en Estados Unidos hay diplomáticos que pudieron dar soporte para el viaje.

Vale recordar que en las últimas semanas se critica fuertemente la compañía de Berni Venegas, esposo de Campbell, en sus giras de trabajo en el exterior.

En su defensa la ministra insiste en que toda su labor al frente de la Cancillería ha sido transparente, no solo en sus viajes, sino también en cuanto a nombramientos en el servicio exterior e interno.