Centenares de bomberos, con ayuda aérea internacional, lograron contener ayer el avance de los incendios que se acercaban peligrosamente a Atenas, amenazando tesoros de la Antigüedad y obligando a muchos habitantes a abandonar sus casas. Unas 17.000 hectáreas calcinadas, 20.000 evacuados, 150 viviendas destruidas y pérdidas millonarias son los datos oficiales que deja el fuego. La oposición acusa al Gobierno conservador de Kostas Karamanlis de la falta de previsión en la lucha contra el fuego.
«La situación está mejorando, ya no hay ningún frente activo importante en la región de Atenas», con la excepción del de Porto Germeno, en Beotia (60 kilómetros al oeste de la capital), anunció a última hora de la tarde el portavoz de los bomberos, Yannis Kapakis. «Pero el riesgo de que se reaviven los fuegos sigue siendo elevado, y todas las fuerzas continúan desplegadas para hacerle frente», añadió.
En Porto Germeno las autoridades ordenaron a los habitantes que evacuaran la aldea, así como un famoso balneario, para facilitar el trabajo de los aviones contra las llamas, pero mucha gente se negó a salir de sus casas. Ocho helicópteros combatirán este frente hasta el anochecer, ya que los fuertes vientos y una espesa nube de humo impidieron la intervención de los aviones, explicó Kapakis.
Las llamas ya no avanzaban en Pikermi, más abajo del monte Pendelis, última barrera natural antes de llegar a los suburbios de Atenas. Durante la jornada el fuego rozó algunas viviendas sin que los habitantes cedieran al pánico.
También se logró controlar el fuego en Agios Stefanos, al norte de la capital. Los bomberos frenaron el avance de las llamas en los suburbios atenienses de Nea Makri, Ekali y Daou Penteli, donde no se escatimó en medios para salvar el monasterio histórico de Pantocrator.
Ayuda española
Más de 500 bomberos con 132 vehículos y 300 soldados luchan contra los incendios que cercan Atenas. Seis países respondieron a la petición de ayuda lanzada por Grecia. Dos aviones italianos, cuatro franceses, uno turco y un helicóptero chipriota participan en las operaciones de extinción, ya sea en calidad de ayuda bilateral o en el marco del mecanismo europeo de protección civil. España ha enviado dos aviones cisterna Canadair 415 de la Fuerza Aérea Española, con once tripulantes a bordo. Chipre anunció el envío de 100 bomberos y Austria, seis hidroaviones y helicópteros.