"Soy loca y gritona"
Maricruz Leiva, la rumbera de 7 Estrellas, conoce muy bien sus defectos y cualidades, y dice que aprendió a quererse así, como es.
Ella es de ese tipo de personas a quienes o las aman o no las soportan. Maricruz Leiva tiene varios años de entrar a las casas de los costarricenses desde la pantalla del televisor, y mientras unos enloquecen con ella, otros opinan que es una loca...
Ella lo reconoce sin el más mínimo reparo.
"Sí soy loca, atarantada, hiperactiva y gritona, pero soy así en la vida real y en la televisión. Yo soy como soy, siempre".
Quienes la conocen en la intimidad dan fe de eso: Maricruz siempre es la misma fuera o en cámaras, y ella misma confiesa que ha aprendido a quererse con todos sus defectos y cualidades, y está satisfecha consigo misma.
Su esposo, sus hijos y el resto de su familia la quieren así, y también sus amigos íntimos, y eso es más que suficiente para ella.
Las críticas que le hacen, precisamente porque sube mucho el volumen de su voz tras el micrófono o por la forma tan poco convencional con que aborda sus segmentos, no la mortifican. Pero, eso sí, no acepta aquellos comentarios que se hacen de ella con mala intención o basados en mentiras.
Además, la rumbera de 7 Estrellas, defiende que su forma de ser, tan desenfadada, no le quita ni un gramo de profesionalismo, ni tampoco deja de ser una buena periodista por dedicarse a la cobertura de informaciones consideradas light. Está segura de que igual podría desempeñarse como periodista de economía o de política, porque es, ante todo, una profesional de la comunicación.
Sobre ese y otros aspectos ella habló con Teleguía, en una extensa y ruidosa entrevista. Con ella no podría ser distinto...
-¿Cómo fue su infancia?
-Muy, muy feliz. La época más feliz de mi vida, y la que, creo, marcó más fuertemente mi forma de ser.
"Crecí en Hatillo 3, cuando eran solo tres Hatillos, ahí estudié y me gradué del colegio.
"Tuve el papá más maravilloso del mundo, muy extrovertido, muy cariñoso, y me estimuló para que yo fuera igual.
"Mi mamá era maestra en mi escuela y, entonces, como yo era hiperactiva en todo me metían. Igual bailaba, que recitaba, cantaba, y nunca me dio miedo enfrentarme al público. Mi infancia marcó mi carácter".
-¿Y la adolescencia?
-Al contrario, fue lo más atropellada y triste. Porque mis papás después de ser una pareja muy estable, con una familia muy linda, cuando yo tenía 13 años se separaron y perdí por completo el contacto con mi papá. Eso fue terrible para mí, pues aunque mi mamá ha sido una mujer excepcional, muy fuerte, el cariñoso, y aquel con quién yo más me indentificaba, era papi.
"Mi adolescencia fue muy triste, pero superé todo eso y logré salir adelante.
"Me enamoré muy joven y me casé, y mi esposo me ayudó mucho a encarrilarme".
-¿Cuándo fue que pensó en el periodismo?
-Yo viví desde niña el periodismo, por que mi papá, Eduardo Enrique Leiva, es periodista, y desde siempre dije que yo lo sería también. Aun así mi mamá no quería que yo siguiera esa carrera y me dijo que no me iba a pagar la U. Entonces entré a derecho, pero hubo un momento en que me rebelé y le dije a mi mamá que yo iba a pasarme a periodismo, y así fue como lo hice.
-¿Y sólo ha trabajado en tele?
-Cuando estaba estudiando hice una práctica de nueve meses en Univisión -una cadena de televisión de Estados Unidos- y la práctica profesional la realicé en la revista Perfil.
"Mi primer trabajo fue en el periódico Al Día, en donde me tocó hacer sucesos. Estuve ahí en la época de los famosos secuestros de la Corte Suprema de Justicia, el de Luis Fishman y el de la Embajada de Nicaragua. Por eso digo que me gradué en secuestro 1, 2 y 3. Fui una de las primeras mujeres que cubrió la fuente de los sucesos.
Luego, estuve en la revista Cable y Entretenimiento, de la que fui directora y fue ahí donde me ligué al mundo del entretenimiento. Creo que me tocó abrir brecha en eso que ahora es tan común, que es ir a cubrir los grandes encuentros de farándula como los Oscar y viajar para entrevistar a los artistas.
"Soy más de periodismo escrito, estoy en televisión por que ahí me dieron trabajo.
_¿Cómo fue a dar a la tele?
-Después que terminé en Cable y Entretenimiento, a mi esposo le dieron una beca en Estados Unidos, y nos fuimos con los dos hijos a vivir un año a la isla de Manhattan, en Nueva York. Eso fue una linda experiencia, por que allá vive mi mamá y una de mis tres hermanas, por lo que pude compartir con esa parte de la familia de la que, usualmente, no estoy cerca.
"Al regresar de allá me llamaron de Teletica, por que necesitaban a alguien que hiciera, para 7 Estrellas, los segmentos de las fiestas, y creyeron que mi forma de ser se adaptaba de maravilla a lo que ellos buscaban".
-¿Le dieron, en el 7, los parámetros de cómo querían que hiciera su sección?
-No. La sección Vámonos de rumba tiene mi propio sello, por que yo hago todo, desde el planeamiento, los guiones, las entrevistas, la producción y la edición. Creo que solo de esta forma el espacio es lo que yo quiero que sea, por que solo yo sé el enfoque que le quiero dar. Y eso hace que mi sección sea una de las más gustadas de 7 Estrellas.
-A la gente le gusta lo que usted hace o lo odia. ¿Qué siente con respecto a eso?
-Me importa poco que me critiquen, lo que yo hago, en la tele o en mi vida como persona, lo hago por que me nace, siento que la gente aprecia esto y siente que yo soy así. Seguro que dicen: 'está loca de remate', pero al fin yo soy así.
"Soy una gran gritona, a veces me da vergüenza. He hecho intentos de hablar más bajo, pero no puedo. También soy loca, pero yo soy como soy y no escondo nada".
-¿Las críticas, duelen?
-Yo acepto que hagan comentarios por cosas que no hago bien o que no les gustan. Lo que sí no acepto son las críticas mal intencionadas o basadas en mentiras. Por ejemplo, si me escriben y me dicen que por qué grito tanto, yo hasta les pido disculpas, pero un día un señor me mandó un correo diciendo que yo era pachuca y maleducada, y eso sí no se lo acepto, pues ninguna de las dos cosas es cierta.
-¿Qué dice su marido de su forma de ser?
-Mi esposo siempre me ha aceptado como soy, él es mi mayor crítico, al igual que mis hermanas, pero nunca me ha pedido que cambie nada. Además, mi esposo es el extremo opuesto a lo que yo soy, tranquilo, pausado, con mentalidad de científico, no le gusta bailar y la música que al él le agrada a mí no. Pero es el balance perfecto para mí, y compartimos lo básico, los valores morales. Sin el apoyo de él no podría hacer lo que hago.
-¿Y la nueva imagen -más delgada, y los cambios en el pelo- es sugerencia de alguien o es idea suya?
-Decidí adelgazarme por mí y por mi esposo, y en realidad aunque nunca me propuse ser la sexy de la televisión, ahora me siento bien cuando puedo hacer tomas en vestido de baño y que a la gente le agrade cómo me veo. Además, comparto todos los secretos de la dieta con quien me los pregunta, pues me encanta que la gente, y sobre todo las mujeres, quieran verse bien.
-¿Y cuál es esa dieta?
-Eliminé los carbohidratos.
En persona
Nació: En Hatillo hace un poco de años. (La edad es su secreto)
Padres: Eduardo Enrique Leiva (periodista) y María Rosa Ledezma (maestra)
Hermanos: tres mujeres
Esposo: Fernando Vílchez (ingeniero civil)
Hijos: Marieclaire de 8 años y Erick de 5.
Profesión: Licenciada en Comunicación Colectiva
Idiomas: tres, además de español habla inglés y francés.
Pasatiempos: Es una asidua lectora, desde revistas de actualidad y periódicos hasta libros. Le gusta hacer ejercicio y sobre todo la cocina. "Hago el mejor gallopinto del mundo".