La doble moral e hipocresía de la administración Chinchilla
Lo expuesto hoy por La Nación sobre la empresa consultora del ahora ex ministro de Hacienda, Fernando Herrero y su esposa, es sumamente delicado. En un sistema parlamentario, no sería una exageración decir que una crisis similar amenazaría con traerse abajo al gobierno. En Costa Rica tal escenario no es posible, pero sí resulta sumamente peligroso que la presidenta Laura Chinchilla ignore la gravedad de los hechos y pretenda que nada ha pasado–en el país de las maravillas. Recapitulemos los hechos y las distintas aristas del caso.
El ministro de Hacienda evadía impuestos: Ya aquí no se trató de un “lamentable descuido” en donde el ministro de Hacienda olvidó actualizar el valor de sus propiedades por 12 años–a pesar de que alquilaba una al Estado a precios de mercado. La investigación muestra claramente que el negocio familiar de los Herrero Rodríguez omitió declarar ingresos al fisco por cerca de ¢50 millones en el 2010. No hay quite. El ministro de Hacienda encargado de impulsar el mayor paquete de impuestos de la última década, y quien incluso trató de “Traidores de la Patria” a quienes se opusieran a este, resultó ser un evasor de impuestos. La hipocresía y el cinismo en su máxima expresión.
La presidenta lo defendió hasta el último momento: Fernando Herrero no cayó porque la presidenta le pidiera la renuncia. Se fue porque se enteró que lo descubrieron. Pero lo cierto es que doña Laura Chinchilla, quien en campaña nos inundó con su eslogan de “Firme y Honesta”, lo defendió hasta el final, aún cuando los hechos y la opinión pública se volcaban contra su ministro. La presidenta bien pudo haberle pedido la renuncia en el momento es que salió la primera investigación la semana pasada, especialmente si ella sabía que algo más podría salir contra su ministro. No olvidemos que doña Laura y los Herrero Rodríguez son íntimos amigos y colegas de muchos años. No creo que haya muchos secretos entre ellos. La presidenta, sin embargo, decidió hacer lo mismo que en su momento hizo con René Castro. La jugada ahora le salió mal y ella debe explicar por qué depositó tanta confianza en un funcionario tan cuestionable.
El negociazo de las consultorías: Y por más sorprendente que resulte el hecho de que el ministro de Hacienda de un país evada impuestos, la parte más chocante de la noticia es que Fernando Herrero y su esposa–quien era asesora política de la presidenta–tuvieran una empresa de “asesorías” que le vendió servicios al PLN y al gobierno por $192.000 en los últimos dos años. A eso hay que sumarle contratos por $115.000 durante la administración Arias Sánchez. ¿Y quién dijo que la política era un sacrificio? Los Herrero Rodríguez estaban haciendo su agosto con dinero de los contribuyentes, todo con la complicidad de la presidenta Chinchilla.
Una camarilla que se protege entre ellos: También resulta curioso ver cómo hay una camarilla en el PLN que se protege entre ellos y se ayudan a conseguir contratos millonarios con el gobierno. Según La Nación, el hermano de la presidenta Chinchilla y Leonardo Garnier escribieron cartas de recomendación para la empresa consultora de los Herrero Rodríguez para que consiguieran un contrato de RECOPE. ¿Qué hace el ministro de Educación escribiendo cartas de recomendación de este tipo? Hace unos meses La Nación nos informó que el gerente general del ICE, Alejandro Soto, ex compañero de gabinete de muchos de los susodichos, cambió el contrato de una campaña publicitaria por $1 millón de tal forma que la agencia Garnier BBDO (un premio para quien averigüe a que familia pertenece) se lo ganara a pesar de que no cumplía con los requisitos técnicos. También por ahí salió cómo la esposa del ahora ministro de Planificación alquiló un carro al PLN en la campaña por casi ¢4,3 millones por tres meses. ¿Y cómo olvidar los $500.000 al hermano de Laura Chinchilla por filmar y editar dos videos de campaña? A toda esta camarilla que rodea a la presidenta parece estarle yendo de maravilla en el gobierno, mientras se llenan la boca hablando de “solidaridad tributaria”. ¿Y la presidenta no se entera de nada?
¿Y Tributación Directa? Muy bien, gracias: Y mientras el ministro de Hacienda y su esposa lograban contratos por decenas de miles de dólares con el gobierno y reportaban menos ingresos de la cuenta al fisco, ¿qué pasó con Tributación Directa? ¿Dónde estaban sus controles cruzados? ¿Cómo no se enteraron de la evasión millonaria si los ingresos venían del mismo Estado? El director de Tributación, Francisco Villalobos, hijo de la diputada del PLN que presidió la comisión legislativa que vio el paquete de impuestos, ha ganado aplausos por caerle encima a empresas e individuos que supuestamente no tributaban lo que correspondía. Se han cerrado decenas de negocios. Se han hecho cientos de inspecciones tributarias. ¿Será que en Tributación aplica la máxima de que, “para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”?
Somos los más felices del mundo: Ese ha sido el único mensaje oficial del gobierno ante esta crisis. La presidenta hoy dedica un artículo en La Nación a hablar de felicidad. Su ministro de Planificación ha pasado enviando tweets las últimas 24 horas hablando sobre lo felices que somos. Y el flamante ministro de Comunicación se limita a distribuir los comentarios de la presidenta en redes sociales.
Et tu, Ottón? ¿Qué se hizo Ottón Solís? Desde que salió en La Nación que él también tenía propiedades subvaloradas, el líder indiscutible del PAC, así como la mayor parte de su fracción legislativa, han guardado un silencio sepulcral sobre el tema. ¿Siguen apoyando el paquete de impuestos a la luz de las nuevas revelaciones? ¿Siguen amenazando con entregarle la presidencia de la Asamblea Legislativa al PLN ante tanto escándalo de evasión, inmunidad perpetua, y demás bellezas? ¿Cómo le pueden explicar a los costarricenses que tendrán que pagar más impuestos para que una camarilla del PLN–que evade el pago de los mismos–haga fiesta con consultorías y asesorías? ¿O seguirá Ottón con su discurso de que solo “los ricos y poderosos” pagarán más impuestos?
Por más que la presidenta intente ignorar el tema y hablar de lo felices que somos los ticos, esta crisis llegó para quedarse. En un país serio su paquete de impuestos estaría muerto en el Congreso. En ese sentido es el PAC, quien cuenta con los votos críticos, el que tiene la última palabra. Pero si quedaba alguna duda de que este gobierno cuenta con cero autoridad moral para impulsar más impuestos, hoy ha quedado disipada.