POR ALEXANDER BONILLA D
Si no cambiamos toda la estructura del Estado, la Constitución, nuestro
Sistema Presidencialista, la mentalidad de llegar a gobernar para su beneficio, sus empresas y amigos,y no nos adentramos en el mundo de la Ciencia y la
Tecnología,la autosuficiencia alimentaria y energética, no vamos a ser capaces de encontrar el desarrollo sustentable que
tanto se pregona. A lo sumo seguiremos pegando parches aquí y allá, y
se nos reconocerá como un país que tuvo un buen Sistema de Parques
Nacionales, buenos intentos de conservar la biodiversidad, y donde se
derrocharon millones de dólares a favor del ambiente.
El país está enfermo y no está preparado para los retos que nos plantea el
nuevo siglo .Lo está carcomiendo la corrupción a todo nivel. Corremos el peligro de que lentamente o más rápido de lo que
pensamos, se nos desmorone todo lo que hemos lograda en paz, educación,
democracia, conservación, etc. Aquí ya no hay en quien confiar. Los líderes
que salen no miran más allá de sus intereses electoreros y económicos. La
gente está defraudada y no vislumbramos algo a la distancia que nos haga ser
optimistas.
Si no arreglamos este país y se establece una nueva moral y cultura para gobernar y actuar, una nueva ética hacia el futuro, de nada nos valdrán las prédicas ambientales, ni estrategias de conservación, ni Consejos de la Tierra, ni ideas de carbono neutro o desarrollo sostenible.Todo será pura palabrería, porque aquí hoy, aplicar y hacer realidad las cosas buenas y positivas es prácticamente imposible ante tanta anarquía, corrupción y desmoralización existente. Y si el esquema se desmorona, si estallan conflictos sociales como en otros países, lo que más sufrirá será la ecología(además de el pueblo, los mas desposeídos), porque las crisis sociales son enemigas del ambiente y de los pobres.
Mucha gente que se dice ecologista gasta energía y esfuerzos en apagar
incendios y en oponerse a esto o aquello por razones ambientales, sin entrar
al fondo del asunto, a cambiar el sistema gubernamental obsoleto que
tenemos, sin pensar que hay que variar la ética de gobernar.
Nuestra democracia tiene que evolucionar y prepararnos a vivir en una
sociedad moderna, de futuro, donde tengamos la capacidad de sostener a una
mayor población y mantener ecosistemas representativos, donde podamos
tener fuentes de empleo para nuestras hijos, pero también biodiversidad, aire
puro y una mejor calidad de vida.
Dónde está el líder o pensadores que lleven al país por la ruta que necesita para enfrentar los retos del futuro y de las generaciones que aún no han nacido.??.Que falta nos hacen los árboles de sabiduría que se nos fueron.