martes, 8 de julio de 2008

Nuevo emplazamiento de la ANEP al Presidente Arias

Ingreso de Costa Rica a Petrocaribe:


Por tercera vez, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), emplaza, de manera pública, al Presidente de la República, Dr. Oscar Arias Sánchez, para que disponga lo pertinente a fin de que nuestro país ingrese al consorcio internacional Petrocaribe, promovido por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que, solidariamente, está ofreciendo condiciones ventajosas de suministro de petróleo para países socios, en momentos en los cuales los altos precios internacionales amenazan gravemente a economías como la costarricense.

El primer emplazamiento lo formuló ANEP, con fecha 3 de mayo de 2006, a pocos días de que Oscar Arias asumiera la Presidencia de la República. En esa ocasión, le planteamos la necesidad de que Costa Rica solicitase al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, "el otorgamiento a nuestro país de un trato especial, diferenciado, en materia de suministro de petróleo, dado que el alza mundial que está experimentando, golpea severamente la economía costarricense, incidiendo negativamente en la calidad de vida de la gran mayoría de la población, especialmente en la de la clase trabajadora asalariada".

En ese primer emplazamiento le indicamos al hoy Presidente Arias "que usted debe apelar a la larga trayectoria de amistad entre Costa Rica y Venezuela, naciones hermanas de la familia latinoamericana. Las posiciones políticas soberanas del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no tienen porqué ser obstáculo para que nuestro país invoque esa hermandad, si lo que está de por medio es el bien común de nuestra sociedad, sin necesidad de que ciertas voces mediáticas histéricas, que se creen depositarias de la "opinión pública", impongan la ideología por sobre el sentido común".

El pasado 11 de junio de 2008, por segunda vez, ANEP emplazó al Presidente Arias sobre la necesidad de que Costa Rica ingrese a Petrocaribe. En esta ocasión, nos unimos a la petición pública que al efecto formuló el señor diputado, don José Merino del río.

Hicimos nuestras las consideraciones del citado legislador cuando apuntó que "En momentos donde las alzas del petróleo golpean de manera significativa la economía nacional y, en particular, los bolsillos de los sectores más pobres de la población, la integración de Costa Rica a PETROCARIBE, evitaría la intermediación y especulación, garantizaría el suministro directo de hidrocarburos, brindaría facilidades financieras y permitiría acuerdos de cooperación para fomentar el desarrollo económico y social".

Hoy, por tercera ocasión y ante el anunció de que la hermana República de Guatemala ha pedido ingreso a Petrocaribe, exhortamos al Presidente Arias para que tome esta oportuna medida. Costa Rica debe acudir a la solidaridad del pueblo y del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en esta dura crisis del altísimo precio internacional del petróleo; e, igualmente, es la unidad latinoamericana la que nos dará respuestas importantes a muchos de nuestros acuciantes problemas.

San José, 8 de julio de 2008.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General


"¡Guerrilleros! Soy Ingrid Betancourt. Los estoy esperando"



La ex rehén invita a los miembros de las FARC a desmovilizarse en mensajes que serán emitidos en la selva - Dirige sus primeras críticas al presidente colombiano, antiguo rival en las urnas



"¡Hey, guerrilleros! Soy Ingrid Betancourt. Sé que ustedes me están oyendo. Se les respetó la vida a sus camaradas; a ustedes también, con mayor razón, si se desmovilizan". Estas palabras pueden oirse en uno de los tres mensajes que grabó la ex candidata presidencial y ciudadana colombo-francesa, recién liberada por la guerrilla colombiana, antes de viajar a París.


"Guerrilleros, soy Ingrid Betancourt. ¡Tomen la decisión de desmovilizarse ya! Los estoy esperando; les garantizamos que les va a ir mejor: van a recuperar su familia, su honor, su libertad, su honor….". "Soy Ingrid Betancourt quiero que recuperen su libertad como yo. ¡Aquí los estoy esperando!". Son frases pronunciadas en los otros dos mensajes que se escucharán, próximamente, a través de altavoces desde los helicópteros que sobrevuelan el departamento de Guaviare, una zona selvática al sur del país, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han mantenido a sus secuestrados.

Así, con voz enérgica, Ingrid se vincula a la campaña del Ministerio de Defensa que llama a los integrantes de las FARC a acogerse a los programas de reinserción del Gobierno. En estos sobrevuelos se lanzarán también panfletos —casi siempre usando la imagen de atractivas mujeres como señuelo— invitando a dejar las armas.

Ésta ha sido un arma clave en la lucha contra una guerrilla que lleva más de 40 años levantada en armas.

Desde que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, subió al poder, en agosto de 2002, se han entregado voluntariamente algo más de 16.000 integrantes de grupos ilegales.

En los seis primeros meses de este año, cuando la presión militar en los distintos frentes se ha intensificado, la cifra ya llega a 1.680; de ellos, una gran mayoría —1.501— pertenecían a las FARC. En la cifra se incluyen 131 menores de edad y 367 mujeres.

Y mientras en el país se especula sobre cuál debe ser el camino para lograr la liberación de los 25 rehenes canjeables aún en poder de las FARC y los más de 700 con los que se intentan negociar jugosas recompensas, Luis Eladio Pérez, uno de los seis rehenes que fueron entregados unilateralmente a comienzos del año, denunció que es víctima de constantes amenazas. "No temo; si los colombianos seguimos temiendo nunca vamos a superar el flagelo de la violencia y el secuestro", asegura. La raíz de las amenazas, dice, está en las críticas que ha hecho a sus antiguos carceleros.


La negociación, punto de desencuentro

Desde Francia, Ingrid Betancourt ha pedido al presiente colombiano, Álvaro Uribe, que modere su lenguaje “radical y extremista de odio” contra la guerrilla de las FARC y que busque la negociación.

“La negociación es una prioridad”, dijo, aunque pidió también no interrumpir la presión militar: “Nunca van a negociar si tienen la mínima posibilidad de conquistar el poder; hay que hacerles entender que es una utopía que nunca lograrán”.

Ingrid, quien ayer habló ante el Senado francés, no ha parado de ofrecer declaraciones; algunas de ellas la colocan cerca de las tesis de Uribe y otras, sin embargo, la distancian de ellas. “Hay que reconocerle al César lo que es del César”, dijo al aplaudir lo que “Uribe ha hecho a favor de Colombia”. Pero ha dejado claros los puntos que los separan: Uribe piensa que la inseguridad genera malestar social; ella, todo lo contrario: el malestar social está en la raíz de la violencia.

La última encuesta realizada en Colombia, que refleja cómo se dispararon los índices de popularidad de Uribe y de Ingrid tras el exitoso operativo de rescate, muestra también otro resultado interesante: el 50% de los colombianos cree que la prioridad del Gobierno debe ser la lucha contra la pobreza.

Al mismo tiempo, ayer se conoció la carta abierta de cinco ONG defensoras de derechos humanos —entre ellas, el comité de familiares de víctimas del Estado, dirigido por Iván Cepeda—, enviada al nuevo comandante de las FARC, Alfonso Cano. Le solicitan la libertad inmediata de todos los secuestrados. Y le recuerdan que “llegó el momento de buscar un proceso de paz”.