Wall Street ahondó este jueves en sus pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cerró con una pronunciada caída del 4,31 % en una jornada de turbulencias generalizadas en los mercados mundiales ante las dudas sobre la recuperación económica.
Ese índice, que agrupa a las 30 mayores empresas cotizadas de EE.UU., restó esta cuarta jornada de la semana unos impresionantes 512,76 puntos para terminar en 11.383,68 unidades, lo que supone su peor caída en un sólo día desde diciembre de 2008.
Ese índice, que agrupa a las 30 mayores empresas cotizadas de EE.UU., restó esta cuarta jornada de la semana unos impresionantes 512,76 puntos para terminar en 11.383,68 unidades, lo que supone su peor caída en un sólo día desde diciembre de 2008.
Aún más pronunciados fueron los descensos de los otros dos principales índices del parqué neoyorquino, ya que el selectivo S&P 500 retrocedió el 4,78 % (-60,27 puntos) hasta 1.200,07 y el índice compuesto del mercado Nasdaq se desplomó el 5,08 % (-136,68 puntos) para terminar en 2.556,39.
En la recta final de la jornada los inversores se volcaron aún más en las ventas que ya habían predominado durante todo el día, y que respondían en parte al miedo a que la crisis de deuda de la zona euro se contagie a economías de más peso como Italia o España.
Esas preocupaciones también se dejaron ver en las principales plazas financieras europeas: Milán se dejó el 5,16 % -su nivel más bajo desde abril de 2009-, París el 3,9 % -hasta cotas de julio de 2010-, Londres el 3,43 % -niveles de septiembre del año pasado- y Fráncfort el 3,4 % -hasta niveles de octubre pasado-.
Pero en el pesimismo que reinó durante toda la jornada en Wall Street tuvo un factor determinante la publicación de las cifras de peticiones de subsidio por desempleo en EE.UU., que mostraron un leve descenso y dejaron bajas las expectativas para la publicación el viernes del informe de empleo del Departamento de Trabajo.
La sangría de la jornada se saldó con una caída del 5,76 % en el crudo de Texas, que perdió así la cota de los 90 dólares por barril por primera vez desde el pasado 18 de febrero, e incluso también con el oro, que tras tocar un máximo histórico intradía de 1.684,9 dólares la onza se vio afectado por la búsqueda de liquidez de los inversores y terminó por bajar hasta 1.659 dólares.
El único que se salvó del ánimo vendedor generalizado de la jornada fue el dólar, que se fortaleció tanto frente al euro como ante el yen debido a los miedos a la crisis de deuda de la zona euro y como respuesta a la intervención del Banco de Japón en el mercado de divisas para debilitar el yen.
Finalmente todos y cada uno de los componentes del Dow Jones terminaron en números rojos, incluso el gigante alimentario Kraft, que tras subir más de tres puntos porcentuales esta mañana terminó con un descenso del 1,52 % un día en que reveló que se dividirá en dos compañías independientes dedicadas a la alimentación y a la confitería.
Ese anuncio se produjo el mismo día en que informó de que en el primer semestre del año tuvo un beneficio neto de 1.775 millones de dólares, el 37,2 % menos que en la misma fecha de 2010.
Los mayores afectados de ese índice por el nerviosismo de la jornada fueron el productor de aluminio Alcoa (-9,26 %), Bank of America (-7,44 %), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-6,99 %), la química DuPont (-6,46 %), la aeronáutica Boeing (-6,31 %) y el grupo United Technologies (-6,23 %).
Cuatro compañías de ese índice cayeron por encima de los cinco puntos porcentuales y otras seis bajaron más del 4 %, al tiempo que ninguno de los componentes del Dow Jones terminaron con descensos menores al punto porcentual.
Fuera de ese índice el fabricante de automóviles General Motors perdió el 4,34 % a pesar de que anunció que en los seis primeros meses del año su beneficio aumentó el 144,9 %, hasta 5.387 millones de dólares.
El sector de las materias primas fue el más afectado de la jornada con una caída del 6,33 %, seguido por el energético (-6,22 %), el de bienes de capital (-5,99 %), el tecnológico (-4,81 %), el financiero (-4,73 %) y el de transportes (-4,52 %).
En otros mercados la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a 10 años registró durante todo el día contundentes descensos y a esta hora retrocedía al 2,42 %.
En la recta final de la jornada los inversores se volcaron aún más en las ventas que ya habían predominado durante todo el día, y que respondían en parte al miedo a que la crisis de deuda de la zona euro se contagie a economías de más peso como Italia o España.
Esas preocupaciones también se dejaron ver en las principales plazas financieras europeas: Milán se dejó el 5,16 % -su nivel más bajo desde abril de 2009-, París el 3,9 % -hasta cotas de julio de 2010-, Londres el 3,43 % -niveles de septiembre del año pasado- y Fráncfort el 3,4 % -hasta niveles de octubre pasado-.
Pero en el pesimismo que reinó durante toda la jornada en Wall Street tuvo un factor determinante la publicación de las cifras de peticiones de subsidio por desempleo en EE.UU., que mostraron un leve descenso y dejaron bajas las expectativas para la publicación el viernes del informe de empleo del Departamento de Trabajo.
La sangría de la jornada se saldó con una caída del 5,76 % en el crudo de Texas, que perdió así la cota de los 90 dólares por barril por primera vez desde el pasado 18 de febrero, e incluso también con el oro, que tras tocar un máximo histórico intradía de 1.684,9 dólares la onza se vio afectado por la búsqueda de liquidez de los inversores y terminó por bajar hasta 1.659 dólares.
El único que se salvó del ánimo vendedor generalizado de la jornada fue el dólar, que se fortaleció tanto frente al euro como ante el yen debido a los miedos a la crisis de deuda de la zona euro y como respuesta a la intervención del Banco de Japón en el mercado de divisas para debilitar el yen.
Finalmente todos y cada uno de los componentes del Dow Jones terminaron en números rojos, incluso el gigante alimentario Kraft, que tras subir más de tres puntos porcentuales esta mañana terminó con un descenso del 1,52 % un día en que reveló que se dividirá en dos compañías independientes dedicadas a la alimentación y a la confitería.
Ese anuncio se produjo el mismo día en que informó de que en el primer semestre del año tuvo un beneficio neto de 1.775 millones de dólares, el 37,2 % menos que en la misma fecha de 2010.
Los mayores afectados de ese índice por el nerviosismo de la jornada fueron el productor de aluminio Alcoa (-9,26 %), Bank of America (-7,44 %), el fabricante de maquinaria pesada Caterpillar (-6,99 %), la química DuPont (-6,46 %), la aeronáutica Boeing (-6,31 %) y el grupo United Technologies (-6,23 %).
Cuatro compañías de ese índice cayeron por encima de los cinco puntos porcentuales y otras seis bajaron más del 4 %, al tiempo que ninguno de los componentes del Dow Jones terminaron con descensos menores al punto porcentual.
Fuera de ese índice el fabricante de automóviles General Motors perdió el 4,34 % a pesar de que anunció que en los seis primeros meses del año su beneficio aumentó el 144,9 %, hasta 5.387 millones de dólares.
El sector de las materias primas fue el más afectado de la jornada con una caída del 6,33 %, seguido por el energético (-6,22 %), el de bienes de capital (-5,99 %), el tecnológico (-4,81 %), el financiero (-4,73 %) y el de transportes (-4,52 %).
En otros mercados la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a 10 años registró durante todo el día contundentes descensos y a esta hora retrocedía al 2,42 %.