La comunidad internacional ha dado su respaldo unánime a esta mediación, esperando que el conflicto hondureño se resuelva por las vías diplomáticas y los caminos de la paz, dijo el sábado Arias a la prensa y acompañado por las dos delegaciones.
La comunidad internacional ha dado su respaldo unánime a esta mediación, esperando que el conflicto hondureño se resuelva por las vías diplomáticas y los caminos de la paz, dijo el sábado Arias a la prensa y acompañado por las dos delegaciones.
Aseguró que, no obstante, ese respaldo no cobijará a quien pretenda resolver este conflicto por medios violentos. La fuerza fue el origen de este problema y no será jamás su solución.
Arias pareció referirse de forma indirecta al ultimatum anunciado la víspera por el derrocado Zelaya, a quien la paciencia se le termina o a las declaraciones del mandatario venezolano Hugo Chávez, quien ha advertido de la posibilidad de una guerra civil en Honduras.
A las 12 de la noche (del sábado) vence el plazo para que el gobierno golpista cumpla con las resoluciones de la ONU y la OEA para que me restituyan al poder... si a esa hora no hay una resolución en ese sentido, damos por fracasadas las negociaciones en Costa Rica , dijo Zelaya la noche de viernes desde Managua.
No especificó qué haría luego de ese momento, pero en declaraciones anteriores afirmó que ingresaría a Honduras y establecería de ser necesario una sede de gobierno paralela. Su canciller Patricia Rodas, manifestó que Zelaya retornaría al país para la batalla final.
El mandatario fue depuesto el 28 de junio y en su lugar el congreso designó el mismo día a Roberto Micheletti.
Al tiempo del ingreso de las delegaciones, en los alrededores de la casa de Arias se apostaron varios manifestantes. Un primer grupo de jóvenes universitarios con banderas rojas evadió los retenes policiales y se acercó a menos de 100 metros de la vivienda. .
A unos 200 metros, otro contingente más numeroso pedían sacar a los goriletis.
El movimiento popular considera que estas negociaciones han sido montadas nada más para legitimar al gobierno golpista y lo único que busca es una salida negociada que no implique el castigo y la no reinstalación de Zelaya, dijo a la AP John Vega, de la federación estudiantil de la Universidad de Costa Rica.
Las consignas arreciaban por los altoparlantes. Fuera asesinos!, Resistencia popular, contra el golpe militar!, gritaban los protestantes, vigilados de cerca por la policía.
Para Arias, el uso de la fuerza militar sin agotar el diálogo tiene que ser el último, último recurso e incluso no descartó la posibilidad de extender la cita hasta el domingo, a pesar de la advertencia de Zelaya.
Entre las opciones que serán presentadas por el premio Nobel de la Paz a las comisiones destacan la de un gobierno de reconciliación nacional mediante un gabinete que integre a todos los grupos, así como una amnistía política para todas las partes.
Los delegados se sentaron por primera vez el 9 y 10 de julio pero salieron de la casa privada de Arias sin anunciar ningún acuerdo.
La reunión se realiza 20 días después que Zelaya fuera sacado de su casa en Tegucigalpa por efectivos militares y en pijamas subido a un avión que lo dejó en Costa Rica, donde Arias se apresuró ese mismo 28 de junio a condenar el golpe de Estado.
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