ASAMBLEA LEGISLATIVA
DE LA
REPUBLICA DE COSTA RICA
DJRRQ-113-09-2013
4 de setiembre del 2013
Excelentísimo señor
Barack Obama
Presidente de los
Estados Unidos de América
Estimado señor Presidente:
Hemos sido informados por los medios de comunicación de mi país y del mundo, de los propósitos de su Excelencia de “actuar militarmente sobre blancos del régimen sirio” y que todo “está listo para atacar cuando lo decidamos”.
Preocupados por la gravedad de la situación Siria y que ha llevado a ese pueblo desde hace dos años a una guerra civil, me permití presentar como Diputado de la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica a la Secretaria General de las Naciones Unidas por intermedio de la Cancillería de Costa Rica, una “Propuesta de Solución al Conflicto Político de Siria” el 29 de agosto del 2012 y recibida en esa Secretaria el 11 de setiembre del 2012 a las 16:50.
A partir de esa fecha y algunos meses del 2013, he visitado las diferentes sedes diplomáticas y evidentemente la Jurisdicción de su país, exponiendo los alcances de la Propuesta de Paz a Siria.
Como corresponde fuimos recibidos con las mejores atenciones de los funcionarios de la Embajada de los Estados Unidos y desde luego, el compromiso de enviar a la Secretaría de Estado la Propuesta, acción confirmada por la señora Embajadora Ann Andrew, el pasado mes de abril.
Esta Propuesta notificada a su Gobierno, no solo fue avalada por la señora Laura Chinchilla Miranda, Presidente de la República, sino también ratifica la fuerza moral de Costa Rica, como balcón de paz al mundo, razón por la cual la faculta para pedirle en esa condición a cualquier Gobernante del Mundo, procurar antes de invadir a un país, la solución pacífica y negociada a cualquier conflicto de esa naturaleza.
Como la Propuesta se encuentra en el sistema de las Naciones Unidas y es del conocimiento del Secretario de las Naciones Unidas, su Representante Política del Medio Oriente y Asia Occidental la señora Antonella Carruzo y el Embajador de Siria en las Naciones Unidas Bashar Ja´afari, permítame pedirle en nombre de nuestro pueblo que no tiene ejército, que declaró su neutralidad perpetua y respetuoso de los derechos humanos, que suspenda cualquier acto militar tal como lo he indicado, y pida a su Representante en el Consejo de Seguridad, que el Secretario General ponga en las manos de ese Consejo la Propuesta de Paz de Costa Rica, y de una vez por todas y dejando de lado las discrepancias e impugnaciones se busque una solución negociada al conflicto.
Evidentemente censuramos categóricamente el uso de armas químicas, sin embargo, considerando la sensibilidades por las que atraviesa el Medio Oriente, y considerando a la vez, los conflictos políticos militares sin resolver en esa Región, más aquellos que podrían darse en cualquier momento, es mi preocupación que la presencia aunque sea indirectamente de su país en el territorio sirio, podría desatar una explosión de resultados para su Gobierno, y dejando por ende a los países de la Región, en circunstancias de mutua adversidad, ya que la acción que su Excelencia propone por más bien intencionada que esté, no puede perder de vista la delicada situación que ahí se vive.
Trabajemos juntos señor Presidente para suprimir las injusticias que promueven las causas de las guerras, por el desarme de las consciencias, por una mentalidad humanitaria, por una paz laboriosa como forma legítima y perfecta en las vidas de las Naciones, y como la mejor herramienta para la convivencia humana.
La paz se opone materialmente a la guerra y aunque pueda ser legítima y convertirse en un mal necesario para restablecer el orden, no dudo que con su propuesta, habrían por más previsiones que se hagan, lesiones físico-morales y a los derechos de aquellos, donde van dirigidas sus órdenes.
Excelentísimo Presidente, a veces se considera necesario avenirse a una positiva condición de la justicia objetiva, de lo contrario se corre el riesgo de la amenaza de la paz y del bien soberano del pueblo ¿Será posible armonizar la injusticia con la probabilidad de la paz? ¿Aquí también cabe preguntarse qué es lo mejor entre lo perfecto y los posible?.
La paz está subordinada al esfuerzo humano, para que le gane con contundencia a la crisis internacional. De ahí que se deben exigir límites muy concretos a la costumbre de la guerra.
¿Porqué no justificar discutibles formas de relaciones humanas, antes de precipitarse a una guerra que será siempre dolorosa?.
Además considero que el mando de la autoridad universal que todos conocemos, no ha fallado en la solución negociada y pacífica de Siria, ya que dentro de sus estructuras de decisión, no se le han otorgado para el caso en discusión las herramientas necesarias, y no se ha generado el consenso necesario.
Excelentísimo Presidente, debemos desterrar para siempre los –casus belli- como respuestas a las guerras internacionales. La fortaleza inmutable del Derecho Internacional, será determinante en la medida en que se acojan para que las Convenciones Internacionales firmadas por las mayorías de las Naciones, reafirmen que toda forma de guerra por su crueldad es perversa.
Excelentísimo Presidente, el futuro de la humanidad, más allá de las rivalidades y las ideologías dependerá más por el sentido de las exigencias humanas por la solidaridad, la fraternidad y la convivencia humana universal, y las soluciones pacíficas que proponen los Organismos Internacionales, y en el mandato histórico de una comunidad universal de Naciones , como lo expuso el Papa Pablo Sexto en la Asamblea de las Naciones Unidas; y también lo manifestado por el Papa Francisco Primero que dijo “quiero hacerme interprete del grito que sube de todas las partes de la tierra, de todo pueblo, del corazón de cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente: es el grito de la Paz”.
Con las muestras de mi más alta consideración y estima, y en espera de una respuesta favorable a esta solicitud,
José Roberto Rodríguez Quesada
Diputado
cc. Joseph Robinette Biden Jr. Vicepresidente de los Estados Unidos de América
John Forber Kerry, Secretario de Estado