Pese a que el cantón de Desamparados logró bajar la cifra de homicidios del 2014 de 46 decesos a 26 en el 2016, las cosas no son tan fáciles como pareciera para los profesionales médicos que laboran el Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Desamparados, antigua Clínica Dr. Marcial Fallas.
Comentaron que son víctimas constantes de malos tratos por parte de una población cada vez más violenta. Por ejemplo, si alguien llega con presunto dolor estomacal y al ser valorado su clasificación no se cataloga como una emergencia, entonces cuando el profesional le dice que debe esperar, se irrita y lo ataca a puñetazos.
AGRESIONES FÍSICAS
Hay quienes escupen al personal médico, lo agarran de la gabacha, lo empujan y aparte de malas palabras le dicen hasta de lo que va a morir. Una doctora cuya identidad nos reservamos pero le daremos el seudónimo de “Flor” relató que en una guardia donde le tocó la coordinación debió interceder porque una paciente crónica llegó a emergencias para que le facilitaran el medicamento que toma porque no podía ir al Ebais por cuidar a sus hijos y al decirle que debía esperar se enfureció y la agredió físicamente.
Lo anterior sirvió para que la paciente se enojara, al punto de no solo lanzar improperios contra el personal médico sino que también atacó a la doctora y le dio un golpe en el pecho, situación que provocó que esta la acusara ante el Ministerio Público, donde la condenaron.
“El 27 de diciembre una paciente me agredió físicamente, me dio un traumatismo contuso a nivel del tórax, producto de un disgusto que ella tenía porque venía a solicitar medicamentos para un tratamiento crónico.
Decía que no tenía tiempo para ir al Ebais porque debía cuidar a sus chiquitos y por ello venía a recibir tratamiento a emergencias, cosa que evidentemente no es una emergencia.
Otra consulta por la que traía a su niña era porque le habían puesto las vacunas ese día y quería solicitar acetaminofén por si acaso”, manifestó la doctora.
A raíz de lo ocurrido el caso se elevó a instancias judiciales, el 14 enero se llevó a cabo la audiencia, donde condenaron a la paciente a disculparse públicamente, se le abrió un expediente por 5 años a raíz de la agresión a un funcionario público, hacer trabajo comunitario y una orden de restricción para acercarse a “Flor” y menos hacer publicaciones en redes sociales o cualquier otro medio que perturbe la integridad de esta.
SICARIO IBA A MATARLA
Si esta parte de la historia le parece normal, quizás esta otra le pare los pelos. Resulta que “Flor” fue amenazada de muerte por uno de los 325 sicarios reconocidos por las autoridades en el cantón desamparadeño, solo por decirle que su caso no clasificaba como una emergencia.
“El 24 de diciembre tuvimos un paciente baleado en la parte de la pared abdominal y venía con acompañantes, afuera había una turba esperándolo y fue impresionante porque la historia que nos traía el cruzrojista era que se trataba de un asunto de drogas y pelea entre bandas de ahí.
Para trasladar a un paciente de estos se requiere la ayuda del OIJ, la Policía Municipal o la Fuerza Pública porque nuestra vida corre peligro. Las amenazas de muerte no faltan, por ejemplo hay pacientes que te dicen: ‘Yo soy sicario, te espero’. Una vez me encontraba en el triage clasificando pacientes y llegó un señor consultando por asma, recuerdo que le dije: ‘Voy a clasificarlo en color amarillo, es una condición de prioridad que se ve en 30 minutos’, entonces me dijo: ‘No, quiero que me atienda ya porque yo vengo con asma’ (era un sicario conocido, por lo que los pacientes te dicen, y porque ya ha consultado).
En ese momento me dice: ‘No, no flaquilla, usted me atiende porque me atiende’ golpeándome la mesa. Yo le explico: ‘Vea señor, usted debe sentarse ahí porque ya fue clasificado’, entonces en ese momento me dice: ‘Yo la voy a matar’. Igual otra paciente me dijo: ‘Cuídese porque yo la voy a bombear’, o bien la señora que me agredió me dijo: ‘Sepa que yo la espero, esto no se va a quedar así’”, narró “Flor”.
EXTORSIONADOS
Héctor Araya, director general del CAIS Dr. Marcial Fallas, dijo que incluso tiene dos casos de extorsión a su personal médico.
“Por razones de seguridad no le puedo dar mayores detalles, pero hay personal médico que está con la Sección de Protección a Víctimas y Testigos, pues fueron extorsionados”, declaró.
Araya acotó que las autoridades encontraron dentro de vehículos armas de grueso calibre, hubo tiroteos en el parqueo el 24 de diciembre y a comienzos de enero, incluso a raíz de la reciente muerte del hijo de “El Indio” un sujeto en moto llegó hasta la puerta de emergencias al día siguiente y le preguntó a la oficial de seguridad si había llegado un vehículo con tres hombres y un sujeto herido, con clara intención de acabar el trabajo.
Aunque cuentan con la ayuda de las instituciones como la Municipalidad de Desamparados mediante la Policía Municipal, o bien de la Fuerza Pública y el OIJ, eso no es suficiente, pues su vida corre peligro todos los días.
“Precisamente la doctora que fue agredida me dijo: ‘Si no me traslada renunció’. De hecho, la profesional admitió que luego de lo ocurrido ha sufrido un cuadro de ansiedad que no la ha dejado ni siquiera dormir”, agregó.
Para estos profesionales, cuyas vidas penden de un hilo a raíz de las amenazas, “lo que sucede es que las personas no tienen conciencia de las emergencias. Una vez llegó una con conocimiento de causa porque sabía que tenía piojos, pero como la cabeza le picaba más de la cuenta vino a emergencias; otra que tenía tres meses de que le picaba la espalda y venía a ver qué tenía.
Pienso que hay factores de nivel educativo a nivel de los Ebais por lo que los pacientes consultan, es nuestro deber orientarlos y clasificarlos, pero cuando uno les explica no aceptan un ‘espere’ o ‘no’ por respuesta y es cuando elevan su nivel de violencia, llegando a la amenaza o la agresión”, explicó “Flor”.
El director general del CAIS Dr. Marcial Fallas comentó que su personal “está asustado y se encuentra bajo presión debido a la carga de trabajo porque atiende a 700 personas al día, al ser el único centro que atiende fines de semana y servimos de filtro para el Hospital San Juan de Dios, lo que resta es trabajar y tomar los consejos de la Fuerza Pública sobre protección personal.
Todo lo que viven es sinónimo de una sociedad cada vez más violenta, intolerante y que en muchos casos no respeta el criterio profesional, luego sale a decir que no se le atiende o amenaza con llamar a los medios y termina alterando la realidad de las cosas”.