Las remesas probablemente fueron uno de los temas principales de discusión cuando se reunieron los secretarios mexicanos y los asesores de Trump en Washington el miércoles. Trump y Peña Nieto se reunirían el 31 de enero, pero Peña Nieto canceló su visita este jueves, una decisión que anunció en su cuenta de Twitter.
Entre enero y noviembre de 2016, unos 24,600 millones de dólares viajaron hacia los bolsillos mexicanos de amigos y parientes que viven fuera del país, de acuerdo con el banco central de México.
Eso es incluso más de lo que gana México de sus exportaciones de petróleo, 23,200 millones en 2015. Y casi todo ese dinero proviene de Estados Unidos.
La remesa promedio de México es de 300 dólares. El recurso natural más lucrativo del país son aquellas personas que dejan su casa.
Las remesas ayudan a impulsar la economía mexicana, pagan incluso la construcción de nuevas escuelas, especialmente en áreas de bajos recursos. Esas transferencias también han crecido más que los salarios y la inflación. Y es un momento crítico para la economía mexicana, la cual está demostrando señales de debilidad.
Con la divisa de México, el peso, en un nivel histórico mínimo, su economía sólo creció 2.2% el año pasado, mencionó el secretario de Economía. Las amenazas de Trump sólo harán que empeore, el FMI estima que México sólo crecerá 1.7% este año.
Además del bajo crecimiento, el gobierno incrementó los precios del petróleo por hasta 20% a principios del año como parte de una política de desregularización energética. Eso generó protestas y saqueos generalizados.
Todo para decir: los dólares significan mucho para muchos mexicanos y se están volviendo cada vez más valiosos. Fiscalizar o detener el flujo de dinero podría impactar negativamente a millones de mexicanos.
Pero los expertos advierten que incluso si Trump detiene o fiscaliza las remesas, los mexicanos encontrarán una manera de mandar el dinero a través de la frontera sin pagar impuestos.
Alberto Ramos, jefe de investigación de Latinoamérica de Goldman Sachs, dijo que cuando los servicios de transferencia cobraron comisiones hace una década, los mexicanos siguieron enviando su dinero a través de la frontera ya sea en persona, por correo o con parientes que viajaban.
"Si impones impuestos a esos ingresos, no necesariamente se quedaránen EU. Todavía pueden irse a México a través de canales informales”, dijo Ramos.
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