POCHY GARCIA
EL ATEO QUE SE CONVIRTIO EN ADORADOR
El pastor Sigberto (Pochy) García nació el 28 de febrero del 1966, en la ciudad de Santo Domingo, en la República Dominicana. Desde muy temprana edad se inclino por el canto, participando en las actividades artísticas de las instituciones estudiantiles a las que perteneció. Con apenas 9 años de edad, y marcado por las incongruencias de “la fe” que observaba en los familiares y amigos que le rodeaban, comenzó a desarrollar una profunda falta de fe. Con solo 14 años de edad, este intrépido joven dio sus primeros pasos en el mundo de las comunicaciones, entrando a ser disc jockey aficionado en una de las principales estaciones de radio de la capital dominicana. A los 18 años de edad, y como consecuencia de una profunda inmadurez que creyéndose astuto disfrazaba de “hombría”, formo un matrimonio forzado por las circunstancias de aquel momento. De este matrimonio que solo sobrevivió 3 años, el pastor Pochy recibió a su primogénita Stephanie Elizabeth, quien también le sirve a Jesucristo, al tiempo de desarrollar sus estudios de arquitectura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, de Santo Domingo.
Antes de cumplir los 20 años de edad, las inquietudes que generaban en aquel intrépido jovencito, le llevaron a ocupar la dirección de Radio Listín, división radial del periódico Listín Diario que, en aquel entonces ocupaba el principal puesto entre las publicaciones dominicanas. Con un profundo vació en su corazón, y algo cansado de la rutina, troncho su carrera como director de radio, y se enrolo en la agrupación “El Clan de la Furia”, un revolucionarios concepto musical producido por el conocido compositor y productor Roy Tabaré, que fusionó el merengue con el rock y provoco grandes elogios en la prensa especializada de espectáculos, y muchos adeptos dentro del público joven. A los 27 años de edad, ya fuera de los escenarios, sumergido en una profunda depresión, usuario ocasional de marihuana y cocaína, dependiente emocional del alcohol, viviendo en un total desenfreno y una irresponsable promiscuidad, y auto definiéndose como ateo, es impactado de forma sobrenatural por el SEÑOR JESUCRISTO, lo que cambio definitivamente el rumbo de su vida, al punto de tener hoy por lema: “DIOS ES REAL”. Tras su conversión al evangelio a finales del 1993, comenzó a participar activamente en el equipo de alabanza y adoración de su iglesia local, al tiempo que se desempeñaba como director de operaciones de Mango TV, canal de televisión propiedad del laureado compositor Juan Luis Guerra (hoy también siervo de Dios). Luego siguió un llamado a escudriñar la palabra de Señor, por lo que se traslada a Guatemala, donde recibió capacitación por parte de varios maestros de la escritura, y muy especialmente de su mentor y pastor Héctor Nufio.
Actualmente el pastor Pochy García dirige junto a su esposa Wendy Samayoa y su segunda hija Daniela Rachel, la congregación Casa de Amor, Misión Cristiana Elim, en la ciudad de Manatí, Puerto Rico. Aquí el Señor ha establecido un manantial de inspiración que fluye en adoración, lo que motivo el proyecto musical “adoración Integral”. Este concepto de adoración integral es el resultado de muchos momentos en el lugar santísimo, levantando cántico nuevo al Señor, al tiempo de declarar principios de vida en cada verso. Adoración Integral va mas allá de la música, es un estilo de vida con el que el pastor Pochy se ha comprometido, instruyendo así a cada vida que levanta adoración en Casa de Amor. Esperamos que el Espíritu que inspiro este proyecto penetre en tu ser, trasmita bendición hasta que sobreabunde. La vivencia del pastor Pochy lo ha llevado a ser un hombre que enfatiza el amor de Dios.
Casa de amor se puede definir como un manantial del amor de Dios, una fuente de gracia donde las familias llegan a saciar su necesidad de comunión con el creador. Su condición de ex-ateo lo ha llevado a desarrollar un profundo agradecimiento a Jesucristo que lo compromete con su causa de amor. Parte de esta vivencia está siendo plasmada por el pastor Pochy García en un libro testimonial que ha titulado “Tuve La Bendición de Ser Ateo”, y que muy a pesar de su controversial titulo, promete ser de amplia bendición para aquellos que como el Pastor Pochy las tuvo en su momento, tienen hoy profundas dudas acerca de Dios. La última página de su historia ha sido escrita de antemano, dejando instrucciones precisas a su esposa e hijas, así como a los discípulos del Señor que pastorea, de que si el Señor no viene antes de su deceso, coloquen en su tumba una inscripción con el siguiente texto: “Aquí yace un hombre que vivió para contar que DIOS ES REAL”.
El pastor Pochy García es un testimonio viviente del amor, la gracia, el perdón y la transformación que Dios puede lograr en un corazón.
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