EL GOBIERNO RECURRE DE NUEVO A DECRETOS “DE INTERÉS PÚBLICO”, ESTA VEZ PARA LLENAR NECESIDADES DE AGUA PARA EL DESARROLLO INMOBILIARIO EN GUANACASTE.Pese a que informes de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón hicieron ver desde el 2001 que los embalses planeados por el país para abastecer de agua a la provincia de Guanacaste no son viables en lo ambiental, económico, social, ni topográfico, el Gobierno promulgó recientemente varios decretos que los declaran “de interés público y conveniencia nacional”. Al igual que con el proyecto minero Las Crucitas, la administración de Óscar Arias Sánchez emitió tres decretos semejantes en julio pasado, los cuales firmó justo cuando se celebró el aniversario 184 de la Anexión del Partido de Nicoya, acto que se llevó a cabo en la ciudad del mismo nombre. Los proyectos de embalses denominados La Cueva, río Piedras, y el abastecimiento de la margen occidental del río Tempisque mediante el sistema de riego Arenal, son los tres declarados “de conveniencia nacional” (decretos MP-MINAE-MAG, 34677, 34678 y 34679). El embalse La Cueva se construiría sobre el cauce del Tempisque, el del río Piedras en el cruce del Canal Oeste del Distrito de Riego Arenal-Tempisque –DRAT- (en el cantón de Bagaces), y la tercera obra consistiría en un canal que derivaría también aguas del sistema de riego del Arenal.Entre las razones que el Gobierno da para justificar estos decretos están “el creciente desarrollo habitacional, el auge turístico y las necesidades que deben ser satisfechas como consecuencia del mismo”. De nada han servido los informes de técnicos japoneses que evaluaron dichos proyectos y que en el año 2001 hicieron advertencias como que “traerá un importante impacto sobre el entorno”, “la geología local tampoco favorece la implementación del proyecto”, “es difícil incrementar la disponibilidad de agua”, y “el costo de distribución de agua en la margen derecha es excesivamente elevado”. Bernal Soto Zúñiga, gerente general del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (SENARA), detalló a UNIVERSIDAD que en las próximas semanas una empresa contratada realizará un estudio para determinar la factibilidad de las obras en el río Piedras, ya que por el momento han desestimado el embalse La Cueva, por sus múltiples inconvenientes. Maureen Ballestero, diputada oficialista por esa provincia y promotora de las obras mencionadas, restó valor al informe técnico de los japoneses y sostuvo que se atendrá a las recomendaciones del consorcio que analizará la factibilidad: SOCOIN-SETECOOP R.L. Por su parte, el biólogo y ambientalista Freddy Pacheco, cuestionó el hecho de que se esté promoviendo este proyecto “sin considerar las nefastas consecuencias ambientales y socioeconómicas que conlleva su ejecución”. LOS PROYECTOSDe las obras que impulsa el Gobierno para abastecer de agua a Guanacaste, la que tiene más posibilidades por el momento es la represa del río Piedras, que serviría como embalse y también para la regulación estacional (o sea, prevención de inundaciones). De acuerdo con información facilitada por el Gerente del SENARA, este proyecto captaría el caudal del río Piedras, Santa Rosa y Magdalena, y parte de los excedentes de agua que quedan de las plantas hidroeléctricas en cascada: Arenal, Corobicí y Sandillal, abastecidas por el lago Arenal. La capacidad para acumular agua en unas 800 hectáreas sería de unos 88 millones de metros cúbicos, los cuales beneficiarían a los consumidores de unos 70 acueductos de comunidades como Santa Cruz, Carrillo, Carmona, y Nicoya. Los números del SENARA indican que hacer realidad este proyecto costaría unos $63 millones (más de ¢34.000 millones calculados a ¢550 por dólar), que incluye la construcción y ampliación de nuevos tramos de los canales del sistema de riego Arenal, así como la represa y otras obras. Mientras tanto, el embalse La Cueva en el Tempisque tendría una capacidad de 80 millones de metros cúbicos de agua, acumuladas en unas 1.200 hectáreas. La tercera obra consiste en la construcción-ampliación de los canales del DRAT (en más de 40 kilómetros) y está relacionada con el proyecto anterior. La idea es dar agua a las poblaciones situadas en la margen oeste del Tempisque. En cuanto a la realización de estos proyectos, el gerente general del SENARA –Bernal Soto- aseguró que por ahora están concentrados en el de río Piedras, para lo cual se consiguió un aporte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por $415.000, que serán pagados si es factible. Soto Zúñiga explicó que están a la espera de la confirmación del contrato, adjudicado inicialmente al consorcio español-costarricense SOCOIN-SETECOOP R.L., el cual deberá empezar en los próximos días su estudio de factibilidad y diseño de las obras. SOCOIN es una empresa de ingeniería del grupo español Unión FENOSA, el mismo que fue cuestionado en Nicaragua por la mala calidad en la prestación del servicio eléctrico. SETECOOP, por su parte, es un grupo empresarial costarricense con 19 años de labores. Según Soto Zúñiga, en caso de resultar factible el plan para este embalse –cuya construcción y llenado tardaría tres años-, se buscaría su realización mediante una alianza con el sector privado, debido a los altos costos. Sin negar algunos de los inconvenientes señalados por los técnicos japoneses, el Gerente enfatizó en que el estudio de factibilidad que se va a hacer, los confirmará o desechará, y se respetará lo que este diga. LOS PEROSPor otro lado, en un “informe de progreso”presentado en noviembre del 2001 por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón y elaborado por la firma Pacific Consultants International Naigai Engineeering Ltd, las mayores objeciones son al embalse La Cueva. Lo anterior por cuanto una parte del área por inundar (cerca de 380 hectáreas) pertenece al sector Horizontes, del Parque Nacional Santa Rosa, registrada como Patrimonio de la Humanidad. De igual manera, habría que reubicar un tramo de unos 4 kilómetros de la Carretera Interamericana que también quedarían bajo el agua y unas 30 viviendas, a cuyos moradores habría que indemnizar, así como unas 700 hectáreas de tierras ganaderas con riego y “de excelente calidad”. El informe concluye que “el impacto ambiental es grande”, dado que el área de embalse estaría vacío durante más de seis meses por año, por lo que unas 1.300 hectáreas presentarían “un deterioro del paisaje y de la sanidad ambiental”, al quedar expuestos el lodo acumulado, los caminos y viviendas destruidas, con la posibilidad de generarse plagas de mosquitos y otros. Para los técnicos japoneses, presa La Cueva “tiene una capacidad de almacenaje muy reducido frente al costo de construcción, lo cual hace que se pueda esperar solo pocos beneficios económicos. Si a esto se suman los riesgos e impactos ambientales y sociales negativos, se considera que el sacrificio es demasiado grande para el elevado monto de deuda que se va a contraer, y por lo tanto, a corto plazo es difícil proponer su implementación como un excelente proyecto”. Aunque tiene un impacto menos negativo, la presa del río Piedras también afectaría importantemente el entorno, incluido el Parque Nacional Palo Verde en la cuenca baja del Tempisque. Asimismo, uno de los canales de agua cortaría el corredor biológico natural que une esta área de conservación con la Reserva Biológica Lomas de Barbudal. Agregan que “el costo de distribución de agua en la margen derecha (del Tempisque) es excesivamente elevado”. El biólogo Freddy Pacheco calificó de “insólito” el hecho de que el Gobierno publicara los citados decretos sin conocer presuntamente los estudios de los japoneses. “Solo alguien que desconocía lo que se dice en ese contundente estudio (o que más bien es cómplice de los que lo promueven), es capaz de firmar tal barbaridad”. Afirmó que “cuesta entender el gran interés de una diputada presidenta de la Comisión del Ambiente de la Asamblea Legislativa (Maureen Ballestero), por hacer realidad tal barbaridad ecológica”. Ballestero admitió su impulso a estos proyectos y restó valor a lo dicho por los japoneses. “Los países desarrollados represaron todos sus ríos y ahora vienen a decirnos cómo hacerlo, teniendo la capacidad técnica”, advirtió. Sin embargó, aclaró que “no vamos a hacer nada que sea inviable técnicamente”. Como parte de sus gestiones para ejecutar estos proyectos, la diputada estuvo el 17 de junio pasado en una sesión de la junta directiva del Instituto Costarricense de Turismo, a la cual expuso el proyecto La Cueva, con el fin de que se le destinara recursos del Fondo de Desarrollo Turístico (FONDETUR) del proyecto Papagayo. |