sábado, 9 de agosto de 2008

¿Por qué ni Rusia ni Georgia pueden ganar esta guerra?



Occidente no debe ignorar el penúltimo choque armado entre Rusia y Georgia y pensar que es sólo otra guerra regional. Este conflicto puede alterar la relación de Rusia con el mundo libre y enterrar el único experimento democrático en el Cáucaso.


HISTORIA
Años de separatismo regional que han cultivado un odio balcánico.

El Kremlin de Putin se pasó ocho años tejiendo una operación muy calculada de encendido apoyo a las dos regiones separatistas de Georgia, Abjasia y Osetia del Sur. A la defensiva, Tiflis declaró ilegales las aventuras nacionalistas de las dos regiones y amenazó con mantener unida a la República aunque fuera bajo la opción militar. El problema es que Georgia tiene un Ejército que es una marioneta en manos del de Moscú, especialmente en poderío aéreo. Putin dio la nacionalidad rusa a los ciudadanos de las dos regiones que lo quisieran y bloqueó todo intento por «georgianizar» los territorios. La mecha, especialmente en esta región caucásica, está encencida desde hace bastantes años.

ALIADOS
Tiflis mira a Estados Unidos y Reino Unido para frenar a la bota rusa.

La debilidad militar y estratégica de Georgia sólo puede ser superada por un buen par de aliados internacionales. EE UU y Reino Unido ayudaron decisivamente a que el presidente Shaakashvili coronara en 2003 una de las últimas sublevaciones populares contra los restos del poder de Moscú en la zona. Hoy, con los carros de combate en marcha, Shaakashvili sólo puede mirar a Washington y Londres para que le hagan diplomacia externa y asistencia militar si la cosa se pone fea estilo Chechenia. No tiene recursos propios.

OTAN
Georgia es un país clave en la ampliación de la alianza militar.

En la última cumbre Atlántica Bush intentó forzar a los aliados europeos para que aceptaran a Georgia como nuevo miembro. Como siempre, los países europeos frenaron la maniobra para no cabrear al Kremlin, que había proferido todo tipo de amenazas porque consideran inaceptable que la organización que derrotó al Pacto de Varsovia se le instale en sus propias fronteras.

RESULTADO
Gane quien gane la batalla en curso, todos pierden en la región.

Si Georgia reimpone su soberanía en Osetia del Sur y Abjasia, Rusia sufriría un duro golpe a su influencia política sobre lo que fue su patio trasero. Eso no lo quiere ni EE UU. Si Rusia consigue la victoria militar, la democracia que Shaakashvili ha comenzado a implantar en esta zona ajena a las libertades personales y políticas será historia. Esto no tiene final feliz.

Estado de guerra en Georgia



El Consejo de Seguridad de la ONU renunció a la posibilidad de emitir un llamamiento conjunto al alto el fuego en Georgia por falta de consenso y alertó de la extensión del conflicto fuera de Osetia del Sur.


"Lamentablemente, mi conclusión es que va a ser muy difícil, si no imposible, encontrar puntos de coincidencia suficientes para elaborar una declaración conjunta", explicó el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador belga Jan Grauls, tras la reunión del Consejo.

La guerra se recrudece


En su intento de doblegar a Georgia a cualquier precio, la aviación rusa bombardeó el puerto de Poti, el aeródromo de Kutaisi y una antena de telecomunicaciones en Gori, ciudad situada a 20 kilómetros de Osetia del Sur. Tiflis denuncia otras muchas incursiones aéreas y ha decretado la ley marcial para un periodo de 15 días. Moscú asegura que no detendrá su maquinaria de guerra hasta que las tropas georgianas no se hayan retirado.

Rusia cree que Georgia ha entrado en Osetia del Sur «a traición» y no quiere ninguna negociación mientras sus fuerzas no vuelvan a las posiciones iniciales. Por eso lanzó un operativo para debilitar al máximo la capacidad militar de Tiflis. La ofensiva aérea estuvo acompañada en tierra por el avance de tropas de élite. El cuadro se completó con la entrada en acción de los separatistas abjasos, abriendo así un segundo frente en el desfiladero de Kodori.

El presidente Mijaíl Saakashvili volvió a intervenir ante los medios de comunicación para exigir a Moscú que cese su agresión y explicar que el estado de guerra decretado hoy y ratificado por el Parlamento «no supone una limitación de los derechos políticos ni de los movimientos de la ciudadanía». El líder georgiano dijo que no habrá ninguna limitación para el trabajo de la prensa. Según sus palabras, el actual conflicto ha sido instigado por «locos y criminales» y «nunca debería haber tenido lugar en una nación civilizada». Saakashvili afirmó que «el 80% de los objetivos alcanzados por el Ejército ruso son civiles».


El presidente ruso, Dmitri Medvédev, calificó de «salvajes» las acciones emprendidas por el Ejército georgiano y explicó que la misión de las tropas es «defender a los civiles osetios y a los soldados de las fuerzas de paz». «Rusia busca imponer la paz», había dicho horas antes al comienzo de una reunión con sus colaboradores.


A las peticiones de detener la guerra y ponerse a negociar, el máximo dirigente ruso respondió diciendo que no habrá ningún tipo de conversaciones mientras Georgia no retire hasta su último soldado. Lo mismo repitió después desde Osetia del Norte el primer ministro, Vladímir Putin, quien sostiene que la incursión rusa en territorio georgiano «está amparada por las leyes internacionales».

Artillería


Según Saakashvili, la artillería georgiana ha logrado derribar ya diez aviones rusos y varios de sus pilotos están prisioneros. El jefe adjunto del Estado Mayor, el general Anatoli Nagovitsin, reconoció la pérdida de sólo dos aparatos, un Su-25 y un Tu-22. El presidente georgiano denunció además los movimientos para bloquear Georgia por mar, algo que Moscú no ha negado.

Sobre el terreno, las noticias eran contradictorias. El mando de las tropas georgianas afirma mantener bajo su control la mayor parte del territorio de Osetia del Sur, incluida la capital Tsjinvali, mientras Moscú insiste en que sus destacamentos de élite han logrado limpiar la ciudad y repeler un nuevo intento de recuperarla. Saakashvili dijo que sesnta combatientes de las unidades especiales del GRU ruso (inteligencia militar) fueron este viernes eliminados en las inmediaciones de Tsjinvali. Otro lugar en donde el viernes se produjeron encarnizados combates fue en el poblado de Tamarasheni, situado un poco más al sur de la capital osetia y habitado en su totalidad por georgianos.

El ministro de Exteriores de la autoproclamada república independiente de Abjasia, Serguéi Shamba, anunció el comienzo de una ofensiva contra las fuerzas georgianas destacadas en el desfiladero de Kodori. Shamba dijo que los abjasos «tememos que Tiflis lance una operación contra nosotros como en Osetia». Señaló también que «la diplomacia con Georgia ya no funciona». Kodori cierra el paso a una parte del territorio de Abjasia y la resistencia de sus defensores no había podido ser hasta ahora vencida. Los separatistas abjasos confían en que la concentración de recursos en Osetia del Norte deje Kodori indefenso.

En lo que tampoco hay plena certeza es en la estimación del número de víctimas. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calcula que en Osetia del Sur han muerto 1.500 personas. Otras fuentes elevan la cifra a 2.000. Saakashvili dijo que por la parte georgiana ha habido 55 bajas, 15 de las cuales son civiles.

Los combates se extienden por toda Georgia con centenares de muertos




El conflicto bélico entre Rusia y Georgia por el control de la república separatista de Osetia del Sur se extendió ayer a gran parte del territorio georgiano y se cobró cientos de víctimas mortales entre los militares y la población civil. El presidente georgiano, Mijail Saakashvili, decretó el "estado de guerra" y ordenó el regreso inmediato de los 2.000 militares desplegados en Irak para hacer frente a la "invasión rusa".
Aprovechando el avance de las tropas rusas en Osetia del Sur, Abjasia, otra república autoproclamada en el noroeste de Georgia, se lanzó al ataque contra los militares georgianos estacionados en el desfiladero de Kodori, habitado por georgianos y fiel al Gobierno de Georgia. "Las fuerzas armadas de Abjasia comenzaron una operación para expulsar a las tropas georgianas de la parte alta del desfiladero de Kodori", declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Abjasia, Serguei Shamba.
La televisión georgiana afirmó que la aviación rusa apoyó a los separatistas abjasios bombardeando varios pueblos georgianos en Kodori. Desde el comienzo del conflicto en Osetia del Sur, Abjasia concentró sus tropas en la frontera con Georgia y ha enviado un millar de efectivos en apoyo a la república rebelde.
Las tropas rusas, que entraron en Osetia del Sur el viernes para intervenir en el enfrentamiento armado entre los georgianos y los osetios, bombardearon objetivos en las ciudades georgianas de Kutaisi, Poti y Gori, causando varios muertos, entre ellos civiles, según informó el Ministerio de Interior georgiano. En Kutaisi fue atacado el aeródromo de Kopitnari. En Gori, situado a unos 20 kilómetros de Osetia del Sur, los aviones rusos aniquilaron una antena de telecomunicaciones.
Según afirmó presidente ruso, Dmitri Medvédev, las tropas de choque rusas fueron enviadas a la región para "forzar la paz" después de que los destacamentos georgianos atacaran las bases militares de las fuerzas de paz rusas desplegadas en Osetia del Sur desde 1992 de común acuerdo entre Rusia y Georgia.

PUTIN, EN EL CÁUCASO El primer ministro ruso, Vladimir Putin, viajó ayer a la capital de Osetia del Norte (Rusia), Vladikavkaz, para coordinar la operación militar, así como para garantizar la ayuda humanitaria a los miles de los refugiados concentrados en la frontera rusa con Georgia. "Según los acuerdos internacionales, Rusia está obligada a intervenir en caso de que una de las partes no respete el alto el fuego para proteger la otra parte. Esto es lo que hemos hecho en relación con Osetia del Sur", dijo Putin, quien advirtió que la integridad georgiana "ha recibido una herida mortal". "Es difícil imaginar cómo se puede persuadir ahora a Osetia del Sur ser parte de Georgia", sentenció.
Los combates encarnizados fueron acompañados de una intensa guerra propagandística entre Moscú y Tiflis. Mientras los militares rusos informaban al Kremlin de que Tsjinvali estaba bajo su control, sus homólogos georgianos desmentían esta información vanagloriándose de numerosos "trofeos". Así, el ministro de Defensa georgiano, Bato Kutelia, afirmó que habían derribado 10 aviones, mientras el Estado Mayor ruso reconoció la pérdida de solo dos bombarderos. La televisión georgiana mostró imágenes de lo que supuestamente era el cadáver de un piloto ruso. Según el propio Saakashvili, las tropas georgianas aniquilaron en la zona de Tsjinvali a "60 comandos" de las tropas especiales rusas.

MÁS REFUGIADOS Unas 30.000 personas están intentando huir de la zona de combates a la vecina Osetia del Norte para pedir refugio en Rusia, según el viceprimer ministro ruso, Serguei Sobianin. Entre los refugiados atrapados en las afueras de Tsjinvali, se encuentran varias decenas de periodistas rusos y extranjeros. El diario moscovita Komsomolskaya Pravda informó ayer que su enviado especial, Alexander Kotz, resultó herido de bala pero que no podía salir de la zona del combate debido a los intensos bombardeos.
El grupo de 50 periodistas envió un llamamiento a la comunidad internacional pidiendo evacuación urgente de la zona del conflicto para ellos, así como para un grupo de refugiados con los que estaban escondiéndose de los bombardeos. "Estamos aquí c

El Ejército ruso bombardea un aeropuerto militar de Tiblisi




La situación entre Rusia y Georgia empeora según pasan las hora. Esta madrugada el Ejército ruso ha bombardeado un aeropuerto militar de Tiblisi, capital de Georgia, según han asegurado esta madrugada fuentes del Gobierno de Georgia. Shota Utiashvili, alto cargo del ministerio del Interior de Georgia, ha informado que "aviones rusos han lanzado esta noche tres bombas contra el aeropuerto de la capital". Utiashvili ha señalado que Rusia aguarda al amanecer para emprender una gran ofensiva contra Georgia, después de que hayan registrado un aumento de tropas rusas, al parecer de miles de soldados, alrededor de la capital. "Todos ellos están esperando a que amanezca para comenzar a activar las acciones. Georgia se enfrenta a una catástrofe humanitaria", según Utiashvili

Mientras la violencia se recrude en la zona, la via diplomática para buscar una salida al conflicto ha fracasado por el momento. Este sábado, el Consejo de Seguridad de la ONU ha renunciado, en la tercera reunión que celebraba en menos de 48 horas, a la posibilidad de emitir un llamamiento conjunto al alto el fuego en la zona de conflicto por falta de consenso y ha alertado de la extensión del conflicto fuera de Osetia del Sur. "Lamentablemente, mi conclusión es que va a ser muy difícil, si no imposible, encontrar puntos de coincidencia suficientes para elaborar una declaración conjunta", explicó el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador belga Jan Grauls, tras la reunión del Consejo.

Antes de la reunión, en la que las distantes posiciones rusas y georginas impiden el acuerdo en el seno de la ONU, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, en una intervención televisiva desde la vecina Osetia del Norte, instó a las "autoridades de Georgia a que parecen inmediatamente la agresión contra Osetia del Sur, que paren todas las violaciones de los acuerdos de cese al fuego y que respete los derechos legales y los intereses de otra gente" y ha asegurado que "desde el punto de vista legal, la acción de Rusia es totalmente legítima". El primer ministro ruso se ha desplazado a Osetia del Norte enclave vecino a la que se ha desplazado para tratar de primera mano el conflicto con Georgia, así como gestionar la huida de los refugiados surosetos que han abandonado la región. Para Putin, "la aspiración de Georgia para unirse a la OTAN está conducida por sus intentos de arrastrar a otras naciones y pueblos en sus sanguinarias aventuras".

"Cientos de muertos"

La batalla por tomar el control de la ciudad más importante del enclave secesionista se intensificó durante la pasada madrugada con enfrentamientos que, según oficiales rusos, se ha cobrado la vida de más de 2.000 personas, tras los "cientos de muertos" que reconoció ayer el presidente de facto de Osetia del Sur, Eduard Kokoity. Desde Georgia se ha rechazado de pleno el balance de muertos ofrecido por rusos y separatistas osetos, y ha contraatacado asegurando que la cifra de muertos georgianos se eleva a los 150.

Ante la situación, el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, declaró el "estado de guerra" en el país después de confirmar que ha pedido al Parlamento, donde su partido cuenta con mayoría, que declare hoy mismo la ley marcial para "hacer frente a la agresión militar rusa" en su territorio. La aplicación urgente de una norma que suele aplicarse en situaciones de guerra o rebelión y que otorga facultades extraordinarias a las Fuerzas Armadas para el resguardo del orden público muestra que Tbilisi no se ha intimidado ante la ofensiva rusa. El mandatario georgiano tiene previsto hablar hoy con su homólogo estadounidense, George W. Bush, del que espera sacar un compromiso formal en el conflicto con Rusia así como ayuda para facilitar la vuelta de sus soldados desde Irak.

Rusia tampoco tiene previsto recular. Su presidente, Dimitri Medvédev, ha hablado por teléfono con su homólogo estadounidense, George W. Bush, al que ha comunicado en primera persona que la única salida a la crisis actual es la retirada de las fuerzas de Tbilisi. Medvédev había calificado la situación en la región prorrusa de "catástrofe humanitaria" ante los miles de civiles que están padeciendo la ofensiva georgiana. Según las autoridades rusas, Moscú ha iniciado una gran evacuación de unos 30.000 civiles en Tsjinvali. Medvédev ha justificado la acción de las tropas rusas en Osetia en la necesidad de "imponer la paz a la parte georgiana" y ha cargado contra Ucrania, otra república ex soviética como Georgia, a la que acusa de apoyar "el genocidio" de Osetia del Sur tras el envío de tropas para respaldar a Tbilisi.

Delegación diplomática rumbo a la zona

Una delegación de la Unión Europea (UE), la OSCE y EE UU viaja en estos momentos a Georgia para intentar mediar en un alto el fuego que ponga fin a los combates entre los Ejércitos ruso y georgiano en Osetia del Sur, dijo hoy el ministro británico de Defensa, Des Browne, en declaraciones a Sky News. Previamente se había informado de que funcionarios de la OTAN viajarían en esta delegación, extremo desmentido por la organización.

Por su parte, el ministro británico de Exteriores, David Miliband, está en conversaciones con sus colegas de Europa y Estados Unidos para analizar "cómo detener la propagación de la violencia, asegurar un alto el fuego e impulsar las negociaciones", ha indicado en un comunicado.

Francia, que ostenta este semestre la presidencia de la UE, ha anunciado esta tarde el envío "cuanto antes" de su ministro de Exteriores, Bernard Kouchner . En un comunicado emitido por el Elíseo, Francia llama al fin de las hostilidades y a la vuelta del statu quo anterior.

Fuentes europeas han confirmado que el representante de Exteriores de la Unión (UE), Javier Solana, ha intensificado el contacto con el presidente ucranio, Viktor Iouchtchenko, y el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, con el objetivo de mediar en el conflicto ruso-georgiano ante la escalada de violencia de los dos últimos días.

La escalada de tensión por Osetia del Sur

Osetia del Sur, que limita al norte con Osetia del Norte, república integrada en la Federación de Rusia, arrastra un conflicto separatista con Georgia desde la independencia de la república ex soviética en 1991. Sin embargo, fue a partir de 1995 cuando las disputas territoriales brotaron con más fuerza después de que las autoridades georgianas se enfrentasen con los separatistas locales.

El 19 de enero de 1992, la mayoría de los habitantes de Osetia del Sur votó a favor de su incorporación a Rusia, tras lo cual empezaron a recibir ayuda desde el Norte, de donde llegaron combatientes. Las autoridades surosetas convocaron un referéndum de independencia el 12 de noviembre de 2006. El 99% de la población local votó a favor de la independencia, aunque Tbilisi no reconoció la validez de la consulta popular. Casi el 90% de los surosetios tienen ciudadanía rusa.

Como Abjazia, es una región de gran interés para Rusia y Occidente, ya que por allí pasan importantes rutas de transporte energético. Formalmente pertenece a Georgia aunque de hecho es soberana. Los surosetios gozan de una independencia de facto (como los abjazos), pero no controlan su territorio. Los militares georgianos ocupan varias alturas que les permiten bombardear tanto Tsjinvali como otras localidades. Desde la independencia de Kosovo, Rusia ha mostrado su apoyo político y financiero y su relación especial con ambas regiones.

El cruce de acusaciones entre Tbilisi y Moscú ha sido una constante en el largo conflicto que arrastran ambos países. Georgia, amparada por Estados Unidos y la UE, acusa a Rusia de "incentivar el separatismo". El Kremlin, por su parte, culpa a Georgia por la escalada de tensión y por no poner fin a las disputas territoriales. La última crisis entre ambos países llegó con las acusaciones georgianas por el derribo de un avión espía por parte de Moscú.


Georgia se declaró en estado de guerra




La comunidad internacional reclama el fin del conflicto bélico, ante la perspectiva de que se extienda por la conflictiva región del Cáucaso. Tropas rusas tomaron el control de la capital de Osetia del Sur, que había sido atacada por Georgia. Huyen miles de pobladores.



TBILISI- El presidente georgiano, Mikhail Saakashvili, declaró ayer oficialmente el estado de guerra durante los próximos 15 días, mientras se intensifican los combates entre fuerzas rusas y georgias fuera de la provincia separatista georgia de Osetia del Sur.
Aviones rusos bombardearon objetivos en el interior de Georgia y también posiciones georgias en la región separatista de Abjazia. Mientras tanto, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, llegó ayer a Osetia del Norte procedente de China, donde asistió al acto inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing. Miles de familias que huyeron de Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, buscan refugio en la parte norte de esta dividida región ex soviética, que desde ayer alberga a una división completa del Ejército ruso. Según Putin, su presencia obedece a la preocupación del Kremlin por la situación de la población civil.
La comunidad internacional teme que el conflicto se extienda por el sur del Cáucaso. Rusia y Georgia se acusan mutuamente de ser responsables de esta escalada bélica que, según el presidente ruso, Dmitri Medvedev, ha causado unos 4.000 muertos. Líderes políticos de la también separatista región del valle de Kodori confirmaron haber sido objetivo de ataques aéreos abjazos, no rusos. Desde el sur del Cáucaso provienen abundantes informaciones sobre catástrofes humanitarias desde el estallido del conflicto, el viernes, cuando el ejército georgio lanzó una ofensiva las fuerzas separatistas osetas, a las que acusaron de violar una tregua.
Fuentes castrenses georgias reconocieron que las fuerzas rusas tomaron ayer Tsjinvali. Saakashvili ordenó replegar sus tropas del lugar como una primera señal de estar buscando una tregua. Este anuncio coincide con la propuesta de Saakashvili de un alto el fuego para que las partes en conflicto terminen de inmediato con los combates en la capital de Osetia del Sur y comiencen a desmilitarizar la zona. De momento se desconoce la respuesta rusa.

El protector
Moscú rechazó que el conflicto en Osetia del Sur sea una guerra entre Rusia y Georgia. El Kremlin se siente “protector” de Osetia, donde el 90% de los habitantes tiene pasaporte ruso. El presidente de la región separatista de Osetia del Sur, Eduard Kokoity, ha declarado que aspira a que la comunidad internacional reconozca su independencia siguiendo el modelo kosovar, a fin de unirse con la república rusa de Osetia del Norte. El conflicto estalló en 1989 cuando Osetia del Sur dispuso su autonomía de Georgia. Tres años después declaró su independencia, pero no fue reconocida por la comunidad internacional, ni siquiera por Rusia, temeroso de que pueda suceder lo mismo con la república separatista de Chechenia. Osetia del Sur, que legalmente pertenece a Georgia, ahora defiende su soberanía por medios militares.

Globo de ensayo
Según analistas, el conflicto tiene como trasfondo la intención de Rusia de revalidar su poder militar en el Cáucaso, luego de que Georgia se alió con Estados Unidos y ahora busca su ingreso a la Unión Europea y al esquema de defensa militar más poderoso del mundo: la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Siguiendo esta línea de análisis, las acciones rusas constituyen un ensayo para comprobar la capacidad de sus fuerzas armadas, modernizadas y reequipadas durante los dos mandatos presidenciales de Putin. Los ejércitos georgios, por su parte, han sido fuertemente equipados por Estados Unidos, lo que incrementa la magnitud al conflicto y el temor de que active los numerosos focos de tensión allí existentes. Los combates derivaron en una importante crisis en el Cáucaso, por donde circula el petróleo desde el mar Caspio hasta los mercados mundiales. (Télam-Reuter)

Diversidad creciente en distritos indecisos favorece a Obama

WASHINGTON - Muchos estadounidenses de minorías étnicas viven ahora en distritos "indecisos" o zonas con un diversificado y variado poder de voto que serán cruciales para decidir quién será el próximo presidente de la nación.

Eso son buenas noticias para el candidato demócrata Barack Obama, que intenta convertirse en el primer mandatario afroamericano.

Los afroamericanos e hispanos tienden ahora a irse a vivir a distritos diversos, como Osceola en el centro de Florida o Mecklenberg en Carolina del Norte. También se están mudando a a distritos clave que son predominantemente blancos, como Lake en el noreste de Ohio, Lehigh en el este de Pensilvania y Oakland, a las afueras de Detroit.

Si las elecciones de este año son tan disputadas como las últimas dos, los cambios demográficos en estos distritos podrían marcar una gran diferencia.

Los cambios étnicos reflejan ciertas tendencias: un 93 por ciento de todos los distritos tienen menos población blanca de la que tenían a principios de la década, según estimaciones del censo. Pero los cambios son aún más profundos en distritos "indecisos" de estados donde se vota tanto a demócratas como a republicanos y que fueron claves para proclamar un ganador en las elecciones del 2000 y del 2004.

"El secreto esta vez es que existe un buen número de estados que son competitivos y que se están diversificando, y que podrían ser suficientemente diversos como para marcar la diferencia", dijo William Frey, un demógrafo en la Institución Brooklings, un centro de estudios de Washington.

"La diversidad existía antes en estados donde las tendencias políticas estaban claras, como Texas, California y Nueva York", añadió el experto.

La oficina del censo divulgó la semana pasada datos de raza, edad y orígenes hispanos de los 3.141 distritos del país. La AP usó las cifras para analizar 129 distritos clave en 14 estados que se espera serán más competitivos en las elecciones de este año.

Cada distrito escogió a su candidato favorito por una diferencia de no más de cinco puntos respecto al contrincante y cada uno de ellos está ubicado en una estado que se podría decantar por votar demócrata o republicano.

El análisis mostró como del 2000 al 2007, las minorías crecieron significativamente en 12 de los condados "indecisos". Los cambios ocurrieron en todos los grupos de distintas edades, incluidos los más mayores, aunque los cambios más significativos ocurrieron sobretodo entre los jóvenes, incluidos los demasiado jóvenes para votar.

Obama, que tuvo una madre blanca y un padre afroamericano, ganó mayoritariamente el voto negro en las primarias demócratas, y muestra un índice mayor de popularidad entre los votantes hispanos que su contrincante, el republicano John McCain .

Obama también es popular entre votantes menores de 34 años, según una reciente encuesta AP-Ipsos. Pero aunque ahora hayan más votantes jóvenes que antes, éstos votan menos que cualquier otro grupo.

Un ministro de Costa Rica defiende el uso fondos de la cooperación del BCIE en asesorías

San José.- El ministro de la Presidencia de Costa Rica, Rodrigo Arias, defendió hoy ante una comisión legislativa el uso que el Gobierno ha hecho de dos millones de dólares de un programa de cooperación no reembolsable del BCIE para pagar asesores en diferentes ámbitos.

Rodrigo Arias, ministro de la Presidencia de Costa Rica, subrayó que comparecía ante el Congreso para "refutar las afirmaciones de algunas personas que han señalado, temerariamente, que Presidencia manejaba fondos secretos o chequeras secretas", con los dineros del programa.

"Nada hay que ocultar cuando todo está correcto", aseguró el hermano del presidente Óscar Arias ante los diputados de la Comisión de Ingreso y Gasto Público, a quienes explicó que este programa de cooperación del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) funciona con todas las Casas Presidenciales del istmo.

Una investigación del diario local La Nación reveló semanas atrás la existencia de los recursos, pero el Gobierno se negó a calificarlos como donación.

Esta situación causó críticas de la prensa y la oposición debido a que los pagos no fueron reportados a la Contraloría General de la República (CGR).

Con los dos millones de dólares, indicó luego el Ejecutivo, se han pagado consultorías a 54 personas y empresas en áreas como comunicación, toma de decisiones, reforma legal, coordinación gubernamental, apertura de monopolios y gestión pública.

Entre los contratados hay desde ex diputados y ex funcionarios públicos, hasta un guitarrista, secretarias y mensajeros.

Rodrigo Arias subrayó hoy que comparecía ante el Congreso, en primer lugar, para "refutar las afirmaciones de algunas personas que han señalado, temerariamente, que Presidencia manejaba fondos secretos o chequeras secretas", con los dineros del programa.

Arias detalló que los orígenes de esta cooperación del BCIE a las presidencias centroamericanas se remontan a una idea planteada por primera vez en una cumbre presidencial en El Salvador en el 2005, que fue aprobada por el directorio del banco en 2006.

Esta cooperación, añadió el ministro, se fijó en un monto global de cinco millones de dólares anuales, con una distribución de un millón para cada Estado beneficiario (Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica), y se definió que el organismo ejecutor fueran las presidencias de cada país.

Arias aseguró que "los órganos de la Presidencia han recibido, en virtud de la ejecución de este convenio, los productos de las asesorías profesionales contratadas o algunos bienes adquiridos.

"Nunca dinero. Nunca medios para manejar chequeras secretas. Nunca cuentas corrientes de libre disposición", dijo.

Respecto a los consultores contratados, el ministro indicó que además de la "idoneidad profesional, integridad personal, capacidad y trayectoria" de la persona, "es absolutamente lógico que se tuvieran en cuenta los elementos de confianza y de afinidad del consultor con el proyecto país que impulsan la presidencia y sus órganos".

"Difícilmente podríamos sugerir para realizar una consultoría sobre apertura de monopolios públicos a alguien que tenga una posición opuesta a esa política", argumentó.

Arias reiteró que corresponde al órgano ejecutor definir características de las consultorías y términos de referencia, pero que esos datos se envían para su aprobación al BCIE y es el banco el que contrata al consultor.