Cuatro espectáculos naturales impresionantes. De los 112 volcanes que posee este país, sólo cuatro se mantienen activos: el Arenal, el Poás, Irazú y Rincón de la Vieja
SAN JOSÉ. Costa Rica. Las cordilleras volcánicas, que conforman en gran parte el territorio de Costa Rica, han sido explotadas inteligentemente por los costarricenses para producir energía eléctrica y como uno de sus principales atractivos turísticos.
La riqueza de sus recursos naturales (volcanes, aguas termales, cataratas y viento), es la materia prima de la producción de energía eléctrica “limpia” con base en energías alternativas como la eólica, geotérmica e hidráulica. De esta forma abastecen a prácticamente todo el territorio (un 80%).
Bajo los principios de desarrollo sostenible y manejo responsable de estos recursos, las iniciativas bioenergéticas contribuyen al progreso del país mientras van de la mano con la visión de Estado de conservación y protección del medio ambiente.
El Ministerio de Turismo, aparte de promocionar su zona caribeña, al sur del país, la cual exhibe una interesante mezcla de playa y selva, sus enormes cataratas diseminadas por todo el territorio, sus museos y el impresionante verdor de su vegetación, vende ante el mundo sus activos volcanes.
De los 112 que posee en total, sólo cuatro se mantienen activos, y son parte de una forma novedosa de hacer turismo que se une al turismo de aventura que Costa Rica ofrece exitosamente. Esto contribuye a que lleguen allí unos 1.6 millones de turistas cada año, a partir de 2006.
Es, como bien confesó Alfredo Golcher, guía operador de CostaRican Trails, a un grupo de comunicadores dominicanos que visitó este país: “nosotros le hemos sacado el jugo a nuestro territorio”.
Y realmente es así
Costa Rica, a diferencia de otras naciones de la región que por igual viven del turismo, ha sabido mercadearse sobre la base de un invaluable tesoro: su rica biodiversidad.
Volcanes activos
La ubicación geográfica de Costa Rica se encuentra dentro del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, que reúne a la mayoría de los volcanes del mundo.
Los activos: Arenal, El Poás, Irazú y el Rincón de la Vieja, son visitados cada año por miles de turistas con el fin de observar su “belleza” al momento de hacer erupción, aunque a veces el imprevisible clima no lo permite.
Quienes los han visto afirman que es una experiencia imborrable.