lunes, 9 de febrero de 2009

'Malacrianza', el toro que hace vibrar a Costa Rica



Hijo de una vaca parda y un toro de raza Brahman, este espectacular ejemplar de ocho años y medio y 750 kilos de peso, coloreado de todos los matices del negro al blanco, impresiona por su altura y, sobre todo, por los desmesurados cuernos que se yerguen al cielo.


"Es muy inquieto", dice su propietaria Jeannette Rodríguez. "Iba para buey, pero cuando era joven no se dejaba poner el yugo, por lo que decidimos dedicarlo a la monta", explicó. 

Sus espectaculares brincos y su cabeceo hacia los lados en un intento de asestarle la estocada a sus montadores lo han convertido en 
la estrella indiscutible de las plazas de toros de Costa Rica.

Su fama está construida sobre dos muertes. La de un joven montador al que clavó uno de sus cachos en el cuello y otro que lanzó al aire y cayó de cabeza al suelo, muriendo poco después.

Nadie había logrado permanecer encima de él más de seis segundos. Pero después de una convalecencia de más de un año por una lesión en una pata, en diciembre, en las fiestas de Zapote, en San José,'Malacrianza' no logró derribar a su montador, aunque la victoria de éste quedó empañada por el uso de unas espuelas prohibidas.

Finalmente, el sábado 
el menudo montador Ricardo Gutiérrez, de 23 años, logró agotarlo en la plaza de Nicoya subido a sus lomos para delirio de los miles de aficionados que llegaron a la ciudad colonial guanacasteca desde todo el país y decepción de las decenas de jóvenes que se habían lanzado al ruedo para salirle al quite.



'Malacrianza', el toro que hace vibrar a Costa Rica
\'Malacrianza\', el toro que hace vibrar a Costa Rica
"¡Está acabado ese toro!", gritó desde la grada Estrella León, quien había llegado desde San José para presenciar el duelo con el que posiblemente se convierta ensu sucesor: "Chirriche", un ejemplar de color azabache con una franja blanca en la cara, de 5 años y 650 kilos de peso, que lanzó al aire a su montador nada más traspasar los portones de la manga de salida a la polvorienta plaza.

El valor de la victoria de Gutiérrez, el nuevo ídolo nacional, radica en que usó la monta rústica, el auténtico estilo de Guanacaste, herencia que dejaron los sabaneros de las grandes haciendas ganaderas y que tiene como principal característica las espuelas corredizas y una cuerda a dos vueltas en el cuerpo del toro detrás de las patas delanteras, a la que el montador se sujeta.

La propietaria asegura que "ahorita está apenas empezando a recuperar su ritmo. Cada día juega mejor", aunque es consciente de que 
no le quedan más de 1 ó 2 años de vida activa en los ruedos costarricenses.

Ni ella ni ninguno de sus tres hermanos propietarios de la finca de Nueva Esperanza, en playa Garza del litoral pacífico costarricense, han sucumbido al 
"mucho dinero" que les han ofrecido por este recio e imponente ejemplar

"Ni pasa ni por la mente de nosotros venderlo", dice sobre este toro que les ha dado "muchas alegrías". No sólo a ellos, sino a las comunidades que hacen "muchísimo dinero" con su presencia.

Si se restan los 2.000 dólares que les pagan los organizadores por prestar a 'Malacrianza' con otra media docena de toros, el resto son ganancias para el comité de ferias de Nicoya, tanto como 50.000 dólares, aseguró Rodríguez. 

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