Los 160 kilómetros de carretera construidos por Costa Rica en la ribera sur del Río San Juan aumentan las posibilidades para que el narcotráfico circule y se infiltre a Nicaragua, declaró hoy el Asesor para Asuntos Ambientales del Presidente Daniel Ortega, Jaime Incer Barquero.
En declaraciones a la página digital oficialista www.el19digital.com, Barquero, -quien suscribió como director de una supuesta organización ambientalista, una denuncia contra Costa Rica ante la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ)-, calificó a la carretera como una “narco-carretera”.
Aclaró que si bien antes la narcoactividad estaba limitada a puntos ciegos y escondidos, ahora tiene a su disposición esta vía "para circular libremente y penetrar a Nicaragua por el Río San Juan a lo largo de su curso”.
“Yo la llamo una narco-carretera, porque eso es lo que al final va a ser la más importante contribución de Costa Rica a la lucha internacional contra el narcotráfico”, afirmó Incer.
Además, resaltó que el interés de Costa Rica es afectar a Nicaragua en un afán vengativo. Incer también manifestó que los materiales removidos en los 160 kilómetros de carretera que están pegados al curso del Río San Juan, están cayendo y ahogando al río, “dificultando la navegación, destruyendo la vida acuática y todas las posibilidades de opciones que el río pueda tener en un futuro para el desarrollo de Nicaragua”.
En declaraciones a la página digital oficialista www.el19digital.com, Barquero, -quien suscribió como director de una supuesta organización ambientalista, una denuncia contra Costa Rica ante la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ)-, calificó a la carretera como una “narco-carretera”.
Aclaró que si bien antes la narcoactividad estaba limitada a puntos ciegos y escondidos, ahora tiene a su disposición esta vía "para circular libremente y penetrar a Nicaragua por el Río San Juan a lo largo de su curso”.
“Yo la llamo una narco-carretera, porque eso es lo que al final va a ser la más importante contribución de Costa Rica a la lucha internacional contra el narcotráfico”, afirmó Incer.
Además, resaltó que el interés de Costa Rica es afectar a Nicaragua en un afán vengativo. Incer también manifestó que los materiales removidos en los 160 kilómetros de carretera que están pegados al curso del Río San Juan, están cayendo y ahogando al río, “dificultando la navegación, destruyendo la vida acuática y todas las posibilidades de opciones que el río pueda tener en un futuro para el desarrollo de Nicaragua”.
Por tal razón, aseguró que “decretar alerta amarilla, fue una medida muy oportuna para que las instituciones del gobierno y las autoridades municipales a lo largo del río tomen las medidas precautorias necesarias para evitar los daños que el río va a sufrir, especialmente en esta época cuando las lluvias se intensifiquen, los derrumbes se pronuncien y el arrastre de sedimentos termine ahogando el río”.
Incer aplaudió que Ortega haya declarado a través del Sistema Nicaragüense de Prevensión de Desastres (Sinapred), la alerta amarilla en toda esa región, “indicando a las autoridades locales a estar alerta ante esos cambios o desastres que posiblemente se van a sufrir en el resto de los meses invernales y para que también se prepare el país a mitigar esos efectos, porque realmente los daños no solamente son al río, sino a la población que vive a la orilla del río y que depende de la navegación, la pesca y otros servicios que ofrece al país”.
Para el Asesor de Ortega en temas de medio ambiente, el Gobierno de Costa Rica trata de minimizar los efectos devastadores que su carretera está ocasionando al territorio nicaragüense.
“Ellos dicen que se ha sobre dimensionado el problema y que ellos están dispuestos, porque lo reconocen, a restaurar el ecosistema dañado en su territorio, pero se quedan muy calladitos para reconocer que el principal daño no está en el territorio costarricense, está en las aguas del Río San Juan que son parte integral de la soberanía nicaragüense”, explicó Incer.
Comentó que “esa actitud de Costa Rica es una forma irresponsable de desligarse de este problema que ya está adquiriendo niveles de conciencia internacional”, según el medio oficialista.
Incer consideró que esa actitud es también una ofensa para la comunidad internacional “que veía en los esfuerzos conjuntos de Nicaragua y Costa Rica y de toda Centroamérica, de promover el desarrollo de una política de conservación de los bosques húmedos tropicales que son los bosques y remanentes más importantes que tiene Centroamérica”.´
La Haya
En el caso de los juicios contra Costa Rica que se promueven a nivel de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Incer explicó que se espera que la sentencia de la CCJ sea lo suficientemente contundente porque es una de las pruebas más importantes para aportar al juicio entablado entre Nicaragua y Costa Rica en La Haya.
Costa Rica acusó ante la CIJ a Nicaragua por la penetración de tropas a Isla Calero, así como por el daño ambiental con la construcción del llamado Canal Pastora, que se ha hecho sin estudios de impacto ambiental, así como sin brindar información al gobierno costarricense, como lo establecen los tratados entre ambos países.
Sobre esos daños que acusa Costa Rica, el ambientalista Incer no ha mencionado estudios técnicos y científicos, sino más bien políticos. Indicó que la Corte pudiera obligar a Costa Rica a compensar económicamente los daños referidos al Río San Juan.
“Sólo del dragado de 120 kilómetros del río afectado por la carretera significa un inmenso y prolongado esfuerzo que los ticos no pueden evadir en su responsabilidad; creo que esto trae consecuencias, va a haber una obligación de que Nicaragua pueda perfectamente demandar a Costa Rica por los daños ambientales”, aseguró Incer.
Incer aplaudió que Ortega haya declarado a través del Sistema Nicaragüense de Prevensión de Desastres (Sinapred), la alerta amarilla en toda esa región, “indicando a las autoridades locales a estar alerta ante esos cambios o desastres que posiblemente se van a sufrir en el resto de los meses invernales y para que también se prepare el país a mitigar esos efectos, porque realmente los daños no solamente son al río, sino a la población que vive a la orilla del río y que depende de la navegación, la pesca y otros servicios que ofrece al país”.
Para el Asesor de Ortega en temas de medio ambiente, el Gobierno de Costa Rica trata de minimizar los efectos devastadores que su carretera está ocasionando al territorio nicaragüense.
“Ellos dicen que se ha sobre dimensionado el problema y que ellos están dispuestos, porque lo reconocen, a restaurar el ecosistema dañado en su territorio, pero se quedan muy calladitos para reconocer que el principal daño no está en el territorio costarricense, está en las aguas del Río San Juan que son parte integral de la soberanía nicaragüense”, explicó Incer.
Comentó que “esa actitud de Costa Rica es una forma irresponsable de desligarse de este problema que ya está adquiriendo niveles de conciencia internacional”, según el medio oficialista.
Incer consideró que esa actitud es también una ofensa para la comunidad internacional “que veía en los esfuerzos conjuntos de Nicaragua y Costa Rica y de toda Centroamérica, de promover el desarrollo de una política de conservación de los bosques húmedos tropicales que son los bosques y remanentes más importantes que tiene Centroamérica”.´
La Haya
En el caso de los juicios contra Costa Rica que se promueven a nivel de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Incer explicó que se espera que la sentencia de la CCJ sea lo suficientemente contundente porque es una de las pruebas más importantes para aportar al juicio entablado entre Nicaragua y Costa Rica en La Haya.
Costa Rica acusó ante la CIJ a Nicaragua por la penetración de tropas a Isla Calero, así como por el daño ambiental con la construcción del llamado Canal Pastora, que se ha hecho sin estudios de impacto ambiental, así como sin brindar información al gobierno costarricense, como lo establecen los tratados entre ambos países.
Sobre esos daños que acusa Costa Rica, el ambientalista Incer no ha mencionado estudios técnicos y científicos, sino más bien políticos. Indicó que la Corte pudiera obligar a Costa Rica a compensar económicamente los daños referidos al Río San Juan.
“Sólo del dragado de 120 kilómetros del río afectado por la carretera significa un inmenso y prolongado esfuerzo que los ticos no pueden evadir en su responsabilidad; creo que esto trae consecuencias, va a haber una obligación de que Nicaragua pueda perfectamente demandar a Costa Rica por los daños ambientales”, aseguró Incer.
El especialista en temas ambientales expresó que es un hecho que poblaciones como San Juan de Nicaragua quedarían totalmente aisladas del país por la vía acuática.
“De manera tal que el costo de limpiar 120 kilómetros de cauce y todas las ramificaciones que el río hace en el Delta, para poder desaguar en la bahía de San Juan de Nicaragua, significa un costo elevadísimo que Costa Rica tiene que asumir como medida compensatoria por el daño referido a Nicaragua”, finalizó Incer segúnwww.el19digital.com.