San José, 17 de agosto.- Un eventual Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Costa Rica y China constituiría un potencial generador de oportunidades para ambos países, cuyas economías son complementarias, según un estudio técnico de un equipo binacional.
En el caso de China, un acuerdo de esa naturaleza presenta a Costa Rica como una plataforma exportadora hacia países con los cuales esta nación centroamericana tiene tratados comerciales vigentes, además de que crea opciones también en materia de inversión.
En opinión del jefe adjunto de negociaciones del Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica, Fernando Ocampo, los resultados del "Estudio de factibilidad para un TLC entre Costa Rica y China", dado a conocer el pasado 13 de agosto, muestra esos aspectos.
"Lo que hemos visto es que hay una gran complementariedad entre las economías" de ambos países, dijo Ocampo, respecto al texto de cinco capítulos y una sección de Conclusiones contenidos en 199 páginas.
El documento, elaborado por el Grupo de Trabajo Conjunto (GTC) Costa Rica-República Popular de China, contiene una recomendación para ambas partes a fin de que inicien negociaciones con miras a un tratado comercial.
Se trata de "un estudio a nivel técnico, en el cual vemos que hay oportunidades importantes, tanto para China como para Costa Rica, para desarrollar un Tratado de Libre Comercio", planteó Ocampo, quien dio a conocer de manera oficial los resultados del trabajo.
"Un Tratado de Libre Comercio abre oportunidades en comercio, en sectores agrícolas, en algunos bienes industriales, pero también abre oportunidades en materia de inversión", explicó el funcionario.
Este "es uno de los elementos que Costa Rica ofrece de atractivo a China", y hay una posibilidad de que inversionistas chinos vengan a este país para "aprovechar esa plataforma de tratados de libre comercio que tenemos para exportar a otros países", agregó.
Costa Rica forma parte del Mercado Común Centroamericano -desde la década de los 60-, además de haber establecido tratados de libre comercio con México (1995), República Dominicana (2001), Chile (2002), Canadá (2002) y la Comunidad del Caribe (2005).
Asimismo, participa en acuerdos comerciales Centroamérica-Estados Unidos, aprobado el año pasado en el primer referéndum llevado a cabo en su historia, y Centroamérica-Panamá, en trámite en la Asamblea Legislativa.
Ocampo destacó que la oferta de Costa Rica a China incluye "productos de alto valor agregado y de mucha calidad que han demostrado que pueden competir en Estados Unidos, en Europa y en otras partes del mundo", por ejemplo, circuitos integrados electrónicos.
"Obviamente, a los pequeños empresarios deberíamos ayudarles a buscar formas de asociarse para que puedan aprovechar esas oportunidades y se puedan beneficiar de un comercio que ha venido creciendo y que, sin duda alguna, abre muchas oportunidades", dijo. Ocampo comentó que la fecha de inicio de la eventual negociación no ha sido aún determinada.
En su estudio de factibilidad, el GTC "recomienda a los gobiernos de ambos países (.) considerar iniciar las negociaciones de un TLC tan pronto sea conveniente y después de cumplir con sus respectivos procedimientos internos".
La elaboración del documento "tuvo como objetivo fundamental ofrecer a las autoridades gubernamentales de ambos países, información valiosa relacionada con las oportunidades y retos que representa un mecanismo de esta naturaleza", explicó.
Según datos oficiales, las exportaciones de Costa Rica a China subieron de 34 millones de dólares en 1998 a 848 millones de dólares el año pasado, y las importaciones aumentaron de 122 millones a 763 millones de dólares en el mismo periodo.
El comercio bilateral se intensificó luego que ambas naciones establecieron relaciones diplomáticas, el 1 de junio de 2007, lo que elevó a 169 el número de países con nexos diplomáticos con China y redujo a 24 el de naciones que mantienen vínculos con Taiwán.
China se niega a establecer relaciones diplomáticas con países que reconocen a Taiwán, considerada por las autoridades chinas como una provincia en rebeldía y que Naciones Unidas no acepta como Estado miembro. (Con información de Notimex/TPC)