Buenos Aires (EFE).-
En una entrevista con una emisora argentina, Francisco advirtió que los seres humanos "tenemos una mala relación con la creación en este momento".
Según el Papa, "vivimos en un sistema en el que, por ganar dinero, se ha desplazado al hombre del centro", dando lugar a estructuras de corrupción, "con esclavitud, trabajo esclavo y descuido de la creación".
"Cuando yo me apropio de tal manera con suficiencia y soberbia, más allá de los límites que la misma naturaleza me está dando, empiezo a crear la incultura", afirmó.
Sostuvo que "no se trata de cuidar la creación para formar un mundo mejor para nuestros hijos".
"Si seguimos a este ritmo, no lo habrá. Se trata de cuidar la creación para este momento. Estamos al borde de lo irreversible", advirtió.
Con todo, sostuvo que aunque "se llegue a la catástrofe", él cree "en la tierra nueva y los cielos nuevos" y sabe que "la creación va a ser transformada".
La entrevista, emitida hoy por la radio Milenium, de Buenos Aires, se grabó en la residencia vaticana Santa Marta y fue realizada por el periodista Marcelo Figueroa, un líder de la comunidad protestante local que compartió un programa televisivo sobre diálogo interreligioso con un rabino y con Jorge Mario Bergoglio, cuando este era arzobispo de la capital argentina.
El sumo pontífice dijo que le "duele" el "sentido utilitario de la amistad", cuando se quiere sacar provecho de hacerse amigo de alguien.
"Yo me he sentido usado por gente que se ha presentado como amiga y a quien yo quizá no había visto más que una o dos veces en la vida, y ha usado eso para su provecho. Pero es una experiencia por la que pasamos todos", señaló.
"Yo nunca tuve tantos amigos entre comillas como ahora. Todos son amigos del papa. La amistad es algo muy sagrado. La Biblia dice: 'Tené uno o dos amigos'. Antes de considerar a uno amigo, dejá que el tiempo lo pruebe", dijo.
El papa sostuvo que, por el pecado, fomentan la "cultura de la enemistad".
Esta cultura, explicó, va "desde la guerra hasta los chismes de los barrios o en el lugar de trabajo, donde uno degrada, calumnia o difama al otro con mucha libertad, como si fuera lo más natural, aunque no fuera verdad, con tal de tener una posición más poderosa o alguna otra cosa".
"Frente a la cultura de la enemistad, hablando ya de la amistad social, hay que trabajar por una cultura del encuentro, es decir, de una fraternidad", afirmó.
El sumo pontífice también habló de los extremismos religiosos y señaló que "en toda confesión habrá un grupito de fundamentalistas, cuyo trabajo es destruir en aras de una idea, no de una realidad, y la realidad es superior a la idea".
"Los fundamentalistas alejan a Dios de la compañía de su pueblo, lo desencarnan, lo transforman en una ideología", consideró.
Denunció que los fundamentalistas, "en nombre de ese Dios ideólogo, matan, atacan, destruyen, calumnian" y "transforman ese Dios en un Baal" (dios falso).
En otros pasajes de la entrevista, Francisco habló de la paciencia de Dios, de la invitación de Jesús a la amistad y de su "necesidad" personal de acercarse a la gente.
Dijo que se acerca a las personas que le gritan en la plaza San Pedro no solo "para dar" sino porque también siente que Jesús le "abraza" en esas personas.
"Los fieles me dan de su vida. El cura tiene que ser puente y no un aislado. (...) Cuando un pastor no se acerca a su pueblo, no solo para dar sino también para recibir, no es pastor", sostuvo.
"Yo no doy ejemplo. Es mi identidad. Me siento cura y me sale eso. Sino no sería cura, sería un empleado de la Iglesia", añadió.
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