Solís afirmó que respeta el criterio de la Procuraduría General de la República, como defensor del Estado, aunque no coincide con el. Agregó que debería producir alegría, pues las entidades judiciales tienen autonomía para decidir, sin injerencias del Poder Ejecutivo.
El Presidente insistió que la Procuraduría defiende los intereses del Estado y no del Gobierno.
En este momento, la Sala Constitucional analiza una acción en contra del nombramiento de Melvin Jiménez como Ministro de la Presidencia, por ser un obispo luterano. La Constitución Política define que un ministro no puede ser miembro del clero.
Luis Guillermo Solís no quiso especular sobre la posibilidad de que Jiménez, hombre de confianza y mano derecha, tenga que salir del puesto.
Aseguró que no se agobia por la situación y esperará al fallo final de los magistrados, lo cual manejará con tranquilidad y respetará.
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