A lo pocos segundos de terminado el juego y que el árbitro señalara como ganador al Herediano, se abrieron las puertas del Rosabal Cordero para que todos los aficionados pudieran disfrutar del momento en que levantaban el trofeo de campeón.
Los seguidores del “Team”, se hicieron presentes en un gran número al punto que el reducto se hizo pequeño para tantos aficionados.
Lo que se vivió esta noche fue toda una fiesta donde las emociones no faltaron, pues por poco y se les escapa la corona número 23, que tanto ansiaban.
El verde de la grama sintética desapareció y lo único que se veían eran los colores rojo y amarillo de las camisas de los seguidores del nuevo campeón.
Ya es tarde pero la fiesta en Heredia apenas comienza; los seguidores insiste en que no todos los fines de semana se celebra un título de campeón y menos en las condiciones en las que ganaron este.
Los rojiamarillos se dejaron hoy el trofeo de campeón, el 23 para ellos, y lucirán con orgullo una nueva estrella en su pecho.
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