lunes, 3 de diciembre de 2012

Tras estar en la constante mira de sus enemigos, Rodrigo Arias, precandidato de Liberación Nacional sale al paso de las críticas. Desde su perceptiva, la única razón para comprender por qué a los Arias se les asocia con todos los escándalos de corrupción y males que aquejan al país, es porque hay una campaña “virulenta y sistemática” en su contra. No duda que ganará la elección interna del PLN, aunque las encuestas favorezcan a su principal rival Johnny Araya, alcalde de San José. Por otra parte, recuerda cuando dijo que este gobierno no tenía “olfato y sentido común”. En ese aspecto, sostiene que el tiempo le dio la razón.

Entrevista exclusiva
Denuncia campaña maligna para sacarlo del cuadrilátero electoral
“Nos culpan de todo lo malo”

Rodrigo Arias sostiene que el tiempo le dio razón sobre gestión de Chinchilla

Tras estar en la constante mira de sus enemigos, Rodrigo Arias, precandidato de Liberación Nacional sale al paso de las críticas.
Desde su perceptiva, la única razón para comprender por qué a los Arias se les asocia con todos los escándalos de corrupción y males que aquejan al país, es porque hay una campaña “virulenta y sistemática” en su contra.
No duda que ganará la elección interna del PLN, aunque las encuestas favorezcan a su principal rival Johnny Araya, alcalde de San José.
Por otra parte, recuerda cuando dijo que este gobierno no tenía “olfato y sentido común”. En ese aspecto, sostiene que el tiempo le dio la razón.

¿Qué viene en su campaña?

Este 2012 lo que he hecho es recuperar mi imagen que se afectó muy fuerte por denuncias infundadas. Ahora voy a arrancar la verdadera campaña, la fase propositiva, donde les voy a decir a los costarricenses por qué aspiro a ser el candidato del PLN.

La última encuesta de CID Gallup lo separa de Araya en un 7%, faltan cinco meses para la convención, ¿es suficiente para sobrepasarlo?

No hay ningún problema, las encuestas son una fotografía de momento y existe gran volatilidad. A escasos dos meses de la convención pasada, Johnny tenía cincuenta y pico y doña Laura 37%, y después ella le ganó por un porcentaje muy alto.

¿Cuánto le afectaron las denuncias en su contra?

Muchísimo, pasé de salir del Gobierno con una valoración muy positiva, a llegar a principios de este año con una opinión de voto entre el 8% y el 10%, o sea casi me sacan del ring.

¿Siente que al arismo se le achacan todos los males que vive el país?

He sentido cómo se ha revivido un ataque sistemático contra lo que es Arias. La virulencia que he sentido en ese ataque ha sido fuera de todo lo que pude imaginarme. La simple experiencia de dos gobiernos genera adversarios y eso uno lo entiende, lo que uno no entiende es que esa agresividad llegué a niveles tan grandes, por ejemplo a atacar a la Fundación Arias para la Paz y ligarnos con lo del magistrado Cruz.

¿Quién lo ataca?

Un medio escrito y otro televisivo por razones políticas y hasta personales.

¿Tratan de evitar su candidatura?

Por supuesto, se promueve la idea de que todo lo malo es culpa de los Arias; si hace frío es culpa de los Arias, y si pierde Saprissa, también. Nos culpan de todo lo malo. Hay fuerzas ocultas que tratan de que todas estas cosas caminen en una dimensión, y hay intereses superiores, y eso son infamias, la palabra correcta es que hemos sido víctimas de infamias terribles. Probablemente, si no fuera precandidato no se me atacaría. Hay temor de que presente mi candidatura.

¿Su hermano también es atacado?

Desgraciadamente se ataca al arismo en conjunto y eso me parece injusto, porque el que está poniendo la cara, el que está aspirando soy yo.

¿Se une Johnny Araya a esas infamias?

No me consta. Lo único de lo que estoy seguro, es que dice que le hago campaña sucia y eso no es cierto. Si él tiene denuncias y se mantiene en política sin que estas se resuelvan, allá él, esos son sus valores. En mi caso, siempre fui claro, si tenía una denuncia abierta, no iba a participar.

¿Es sucio que siga como alcalde?

No es ni moral, ni éticamente correcto. Debería separarse para que sea consecuente con la imagen de transparencia que desea proyectar y no usar esa plataforma mediática.

¿Es necesario atraer el figuerismo para ganar la convención interna?

No creo que se vayan de un lado para otro en grupo, esperaría que una mayoría coincida más con mis planteamientos, pues entre lo que yo propongo y la vía país que él dio a conocer, se notan muchas coincidencias.

¿Por qué al salir del Gobierno se dijo que la mesa estaba servida, cuando en realidad había una crisis fiscal?

La reforma fiscal siempre estuvo lista y redactada, pero las condiciones antes de la crisis no lo ameritaron, los primeros dos años crecíamos a un ritmo adecuado y la recaudación fiscal por primera vez en muchos años generó un superávit. Por otra parte, la discusión del TLC era prioritaria y cuando se nos vino la crisis, las condiciones políticas eran muy complejas para una reforma.

¿Mintió la Presidenta entonces?

No dijo la verdad, cuando hablé con ella, le indiqué que era urgente aprobar la ley de apertura del mercado eléctrico y una reforma tributaria al iniciar el Gobierno cuando tiene más músculo. En ese sentido, Guillermo Zúñiga, exministro de Hacienda dejó una propuesta lista. Si esos dos proyectos se hubieran aprobado, hoy tendríamos otra Costa Rica.

Hace dos años dijo que el Gobierno carecía de “sentido común” y “olfato político”, lo cual generó gran revuelo político. ¿Qué opina hoy?

Para verdades el tiempo, el tiempo es el que aclara las cosas y en ese sentido, me dio la razón de que las cosas hubieran sido diferentes si se hubiera pedido ayuda, si hubiéramos podido colaborar en ideas, en sugerencias a esta administración. 
En 2010 el costarricense votó por un proyecto político que venía trabajando bien, que tenía claras las metas. Lamentablemente, los que pagan los platos rotos son la gente más humilde, pues la inversión social se ha caído.

Don Oscar menciona en el Semanario Ojo, que la Presidenta lo había engañado. ¿Piensa igual?

Fue Oscar el que toma la decisión histórica de impulsar a doña Laura, por lo que esa apreciación es subjetiva. Con el respeto debido a él, le sugerí el nombre de Guillermo Zúñiga para que representara al arismo, por lo que no quiero entrar a valorar eso.

¿Cuál será el papel del expresidente en la campaña?

No le pido nada. Oscar Arias fue presidente dos veces, además de Premio Nobel de la Paz, por lo que no le puedo pedir que haga lo mismo que hice con él. De lo que sí estoy seguro, es que será mi principal asesor.

Esteban Arrieta
Natasha Cambronero
earrieta@larepublica.net
ncambronero@larepublica.net

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