Y tengo que decirlo. En este día triste, presencié el acto más mezquino del que tengo recuerdo en mi corta vida. Cuando empezaba mis palabras en homenaje a José Merino, la fracción en pleno del PLN se levantó y abandonó el Plenario. Después volvieron 4 o 5 pero ya era tarde. Total falta de humanidad. De compasión. Y de
buenos modales elementales. Irrespeto absoluto a su memoria y a su familia. El agravio venía montado. De previo, una diputada intentó culparme por los condenables actos de violencia que un pequeño grupo ajeno a la lucha del fotocopiado cometió después de la marcha de las y los estudiantes. Con indignación, aclaré: ¡es mentira!, más bien estuve tratando de calmar los ánimos. Más probable sería que fueran infiltrados de la DIS. O del Gobierno. Lo sostengo porque es verdad. En todo caso, nada justifica semejante vulgaridad. Nada. Se retrataron de cuerpo entero.
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