Ana V. Amenábar C.aamenabar@diarioextra.com
Durante el año 2004, Figueres trabajó en Medio Oriente como Director Gerente de la división de consultoría del Grupo Abu-Gazaleh. |
En esta entrega especial hablaremos sobre su visión en los temas de política, gobernabilidad y nos contará acerca de su experiencia de vida a partir del escándalo ICE-Alcatel.
¿Por qué en los últimos años no ha ido a Costa Rica? -Desde finales de 2004, algunas personas intentaron vincularme con el caso ICE-Alcatel, alrededor del cual se fue tejiendo muchísima exaltación en el país. Mi presencia solo hubiera agregado fuego a aquella hoguera, en la que condenaban a las personas sin pasar por el debido proceso.
¿Pero piensa regresar a Costa Rica? -Por supuesto, lo haré pronto, pero preferí esperarme a que terminaran todos los litigios, para que no se interpretara mi presencia allá como el querer influir en ellos. Primero debo tomar en cuenta algunos compromisos de trabajo, de manera que tampoco tengo clara una fecha exacta.
¿En qué trabajó después de salir del gobierno? -Pensaba que desde la sociedad civil podíamos avanzar mucho más en la aplicación de diferentes tecnologías que impulsarían el desarrollo nacional. Establecí la Fundación Costa Rica para el Desarrollo Sostenible, inicié una serie de contactos internacionales relacionados con tecnología con Microsoft y Media Lab en la Universidad de MIT en Estados Unidos. Producto de ello el entonces Secretario General de Naciones Unidas me pidió que dirigiera un grupo de estudio para contribuir con el uso masivo de las tecnologías de la información. En el año 2000 dirigí el Centro de Agencia Global del Foro Económico Mundial, donde asumí las responsabilidades de Director Gerente y luego de Gerente General.
También ofrecí mi colaboración al gobierno siguiente (el de Miguel Ángel Rodríguez) en materia de atracción de inversiones. Sin embargo, la respuesta fue negativa.
¿Qué piensa usted de eso?-Que es una lástima que se nos hayan escapado oportunidades. El mismo día que Intel celebró diez años de estar en nuestro país, anunciaba la construcción de una planta de chips en China. El grupo TATA de India, realizó una inversión en Argentina, donde hoy trabajan 800 personas. I-FLEX escogió Chile para instalarse, para seguir la conquista del mercado tecnológico norteamericano junto con Oracle. Pero celebro que IBM haya tomado recientemente la decisión de invertir en Costa Rica, aunque todavía necesitamos más inversión.
¿Por qué decidió trabajar fuera de Costa Rica?-Como Expresidente recién salido del gobierno, encontraba poco espacio para hacer cosas en Costa Rica, de tantas que se pueden hacer. Se me veía como político, y no como profesional experimentado que había pasado por el servicio público. Todo comentario que yo hacía, se interpretaba como crítica al gobierno de turno. Cualquier actividad empresarial que intentaba iniciar, automáticamente generaba anticuerpos políticos. Por todo esto, es que la oportunidad de trabajar fuera de Costa Rica se fue consolidando en mi pensamiento.
¿Qué pasó por su mente cuando lo vincularon al escándalo ICE-Alcatel? -Que se me caía el mundo a pedazos. Pasé ratos de enojo, lloré por el tremendo sentido de impotencia que me embargaba. Perdía absolutamente todo lo que con gran trabajo y esfuerzo había construido. Me atacaban despiadadamente sin conocer los hechos, ni siquiera querer escucharme. Sentí el abandono de muchos que pensaba eran mis amigos, y más doloroso aún el ataque duro de algunos de ellos muy cercanos. Aprendí mucho sobre la naturaleza humana.
¿Cómo se enteró de las acusaciones en su contra? -Igual que los costarricenses, por los periódicos. Nunca fueron acusaciones derivadas desde órganos competentes.
Sobre estas noticias se montaron los políticos para atacarme. Primero algunos de mi partido, inmediatamente los opositores. Entre todos utilizaron la Comisión de Control de Gasto Público del Congreso, cuyas competencias eran otras, para perseguirme y exigir mi presencia en el país, sin que lo hubiera solicitado el Ministerio Público.
Incluso la Comisión llamó al Fiscal General para presionarlo a actuar en mi contra. Él no lo aceptó, y además les dijo que no tenía ninguna prueba de que yo hubiera actuado al margen de la ley.
¿Qué consecuencias le trajo el escándalo ICE-Alcatel y su salida del Foro? -Las peores. De la noche a la mañana usted pasa de una de las posiciones más altas, en una de las organizaciones de mayor prestigio del mundo, a ser peor que nada. Mis contactos y relaciones profesionales se desvanecieron. Perdí el trabajo, nombramientos en juntas directivas en organizaciones privadas y públicas. Mientras tanto, mis gastos y responsabilidades familiares continuaban, y tenía que buscar la manera de atenderlas.
¿Y a su familia?-Recuerdo que a Jossy y a mis hijos José María y Eugenia, que no tenían que ver nada en este asunto, los acosaban al igual que lo hicieron con mi madre. En Ginebra, adonde vivía con Beatriz y sus hijos, los vecinos dejaron de hablarles y cuando lo hacían los interpelaban de la peor manera.
¿A qué se dedicó cuando salió del Foro?
-Primero fue diseñar e implementar un plan para sobrevivir. Necesitaba recomponerme como persona y sobreponerme al impacto del gran golpe que me habían dado.
-Primero fue diseñar e implementar un plan para sobrevivir. Necesitaba recomponerme como persona y sobreponerme al impacto del gran golpe que me habían dado.
Además tuve que formar un engranaje de acciones que me permitiera defenderme ante la avalancha de ataques y el bombardeo de noticias falsas o tendenciosas, utilizadas por los políticos, incluso algunos compañeros de partido.
Y finalmente, iniciar el largo y duro proceso de replantear mi vida y la de mi familia, empezando por conseguir trabajo.
¿Cómo logró levantarse? -Con mucha dificultad. En algunas oportunidades logré que me invitaran a conferencias. Apenas se publicaba el programa del evento en Internet, algunos medios de comunicación se ponían en contacto con los organizadores, para desprestigiarme. Al instante me quitaban la invitación.
Mientras estuve en el Foro Económico Mundial recibí docenas de ofrecimientos de trabajo, pero dadas las circunstancias en las que me vi obligado a irme del Foro, ninguno de estos se mantuvo. Sin embargo, logré que no todas las puertas se me cerraran del todo, para reiniciar mi vida laboral.
¿Qué hizo durante ese tiempo? -Primero pensé en China. Luego busqué trabajo en el Medio Oriente. Ahí estuve trabajando casi un año, como Director Gerente de la división de consultoría del Grupo Abu-Gazaleh, el cual vende servicios profesionales de consultoría, tecnología, auditoría, servicios legales, financieros y de registro de propiedad intelectual a las empresas en la región y a nivel global. A mediados de 2005, Diego Hidalgo me invitó a que conversáramos sobre la posibilidad de trabajar juntos en Concordia 21, en España.
¿Cuándo usted pidió la nacionalidad española lo hizo para protegerse de cualquier acción de la justicia costarricense? -No ha habido, ni hay ninguna acción de la justicia costarricense, ni de la justicia de ningún otro país en mi contra. Pedí la nacionalidad española porque tuve la oportunidad de hacerlo, incluso no me pedían renunciar a mi nacionalidad costarricense, lo cual nunca habría hecho. Además, esto me ha permitido movilizarme dentro de Europa con mayor facilidad.
LEA MAÑANA
La segunda parte de esta entrevista especial, en la que se destapa sobre el tema político y su vida.
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