jueves, 8 de septiembre de 2011

ASÍ NO, DON OTTÓN José Merino del Río


ASÍ NO, DON OTTÓN
 
José Merino del Río
07 de septiembre de 2011*
 
La sorpresiva y prolongada reunión sostenida hoy en Casa Presidencial, entre la presidenta Laura Chinchilla y el fundador del PAC Ottón Solís, para pactar un acuerdo sobre un plan fiscal, parece más familiar con las desacreditadas prácticas de la política tradicional que condujeron a la descomposición y el derrumbe del bipartidismo, que a las nuevas políticas de ética, participación ciudadana y transparencia pregonadas hasta hace poco tiempo por el ex candidato presidencial del PAC.
 
Solís afirmó rotundamente que “el plan fiscal que se va aprobar es el que salga de la negociación entre el PAC y el Gobierno”, con desprecio olímpico, no sólo de otras fuerzas parlamentarias, con las que incluso su partido está en una Alianza que le permitió llegar a la Presidencia del Congreso, sino ignorando también las numerosas y diversas opiniones que se han generado en la sociedad sobre el tema fiscal. Sólo le faltó decir que el pacto será directamente entre él y Chinchilla, como en los mejores tiempos de los pactos Figueres-Calderón-  Rodríguez -Arías, por el mismo Solís tan denostados.
 
La política es ética y también estética.
 
El problema no es si hace falta o no una reforma tributaria en Costa Rica. El problema no es si se dialoga y negocia o no con el Gobierno. El Frente Amplio ha dicho que hace falta, y en eso coincidimos con el PAC en la necesidad de una reforma tributaria progresiva y justa; pero el proyecto que presenta el Gobierno no tiene esas características, ni tampoco enfrenta sus obligaciones de parar la masiva y criminal evasión fiscal. En cuanto al diálogo no le ha faltado voluntad a la Alianza por Costa Rica, pero hay dinamiteros especializados en el PLN encargados de sabotear los puentes tendidos.
 
Pero en política, hablando de ética, la lealtad, la transparencia, la verdad, son también ingredientes de la moral republicana, como los presuntos delitos electorales cometidos por el Movimiento Libertario,  asuntos graves que nos preocupan a todos. Se falta al respeto elemental a un grupo de partidos que conformamos una Alianza, y que precisamente sobre el único proyecto de ley del que se habló y que tuvo el rechazo unánime en principio, es sobre el plan fiscal del Gobierno. Es cierto que han ocurrido cambios desde entonces, pero no modifica en estos momentos sustancialmente el acuerdo, sin que haya habido ni siquiera un diálogo franco y sincero sobre el asunto. Hasta el mismo presidente del PLN, don Bernal Monge, no apoya el plan fiscal de su gobierno porque dice que es regresivo e injusto.
 
 
Hace unos días estuvimos reunidos los presidentes y jefes de fracción de los partidos de la Alianza; además de doña Elizabeth Fonseca y de don Manrique Oviedo, presidenta y jefe de fraccción del PAC, respectivamente, se encontraba también don Juan Carlos Mendoza, presidente del Directorio de la Asamblea Legislativa. Ahí nunca se informó ni se habló, de que existía posibilidad alguna de ese encuentro, y menos de negociar ese principio de acuerdo en Casa Presidencial; al contrario, se planteó la necesidad de profundizar en el conocimiento del tema y de buscar espacios de consenso entre todos, por limitados que fueran en un principio.
 
Y también está la estética, las formas, los estilos de hacer política. Las buenas maneras y si se me permite, el don de gentes y la elegancia para no herir sensibilidades, para no abrir nuevas brechas de desconfianza con actitudes prepotentes y de un caudillismo ya periclitado.
 
Le tengo respeto a Ottón Solís, y a pesar de  nuestras diferencias nunca he caído en la provocación de atacarlo gratuitamente, menos  de ofenderlo.
 
Representa a un partido con muchísima gente estupenda que tiene la esperanza, como nosotros, puesta en que se produzca un cambio positivo para Costa Rica. Creo  Solís y el PAC han contribuido a adecentar la vida política de Costa Rica, y muchas veces lo hemos hecho peleando desde las mismas trincheras.
 
No pretendo echarle leña a ninguna hoguera, y menos a la de los fuegos fatuos, pero sí pienso honestamente que esta actitud de Solís no es correcta; incluso no faltarán las voces que especularán, con cierta dosis de razón, de si no estará queriendo un cambio de alianzas: mejor entenderse con el PLN de Laura Chinchilla, que con esa variopinta Alianza por Costa Rica, tan llena de problemas y de contradicciones.
 
* Notas de Facebook:
 
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