Los venezolanos votaron, ayer, en los comicios legislativos para designar a 165 nuevos diputados del Parlamento, en una elección en la que la oposición busca quebrar el poder hegemónico adquirido por el presidente Hugo Chávez, doce años después de su llegada al mando. Advierten que hay retrasos en el recuento de los votos.
El Consejo Electoral de Venezuela declaró oficialmente que la jornada electoral transcurrió con "tranquilidad, alegría, calma y paz", y con gran nivel de participación.
La rectora Sandra Oblitas explicó que el organismo, a cargo del escrutinio de los comicios legislativos, sólo dará resultados cuando haya una tendencia "irreversible".
Como en ocasiones anteriores, Oblitas recordó que cada lugar de votación tiene obligación de esperar a que el último elector en fila pueda sufragar, para iniciar después el proceso de cierre.
El CNE habilitó 12.436 centros electorales en todo el país, con un total de 36.563 mesas, para que los más de 17,5 millones de electores convocados pudieran elegir a los titulares de los 165 escaños de la Asamblea Nacional (AN).
Retraso. Tres horas después del horario de cierre de las mesas, hubo personas votando en algunos puntos del país, lo que impedía la difusión de un primer informe con resultados .
La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, se mostró satisfecha por el desarrollo de los comicios en lo que fue, dijo, una jornada de gran participación cívica.
En una declaración formal, acompañada por los demás rectores electorales, Lucena dijo que "hubo retrasos" en dos estados, Carabobo y Vargas, pero aclaró que fueron subsanados, y pidió a los habitantes que no desistieran del propósito de votar si estaban en fila después del horario de cierre.
Lucena aseguró que sólo en 6 mesas de todo el país hubo que pasar del voto electrónico al sistema manual, en un total de 36.773 habilitadas.
Pero algunos dirigentes opositores y medios de difusión locales que les son afines multiplicaron declaraciones y reportes según los cuales hubo muchos retrasos y dificultades para sufragar.
Poco después del horario teórico de cierre de urnas, un candidato opositor a diputado, Ismael García, se mostró indirectamente confiado en el resultado de las elecciones, al declarar que "esto huele a 2007", año de la única derrota electoral del presidente, Hugo Chávez, desde que llegó al poder.
Alerta. Dos horas después del cierre de los comicios, en su cuenta de Twitter, Chávez escribió : "Bueno mis Candangueros y Candangueras, ahora a mantenerse alertas! Estamos en plena Fase de Consolidación!! Venceremos!!".
"Yo dificulto que en este planeta haya un sistema electoral tan avanzado, transparente, eficiente y profesional como el nuestro. Más bien, creo que muchos países pudieran seguir y tomar algunas lecciones de la democracia modélica que nosotros estamos creando en Venezuela", dijo el mandatario tras emitir su voto.
Además, señaló que la jornada representa un día de "lecciones", pues "todo el que vote sabe que su voto será respetado".
El inicio. Previo al inicio de los comicios, Chávez habló a los ciudadanos por televisión para recordarles que está en juego el "futuro de Venezuela", "la democracia" y la "patria socialista".
"No podemos dejar a nuestros hijos pendientes esta batalla, tenemos que consolidar este proceso", insistió el jefe de Estado, que considera estas votaciones un preámbulo de las presidenciales de 2012, en las que aspira a un tercer mandato de seis años.
¿Qué está en juego? Pese a que la elección es de diputados, Chávez fue el protagonista absoluto de la campaña, ofreciendo mítines, encabezando caravanas y dando directrices al partido para consolidar un triunfo que le permita acelerar y profundizar la transición hacia el socialismo.
Pero con su apoyo en niveles mínimos de varios años por la crisis económica, una alarmante inseguridad y constantes fallas en los servicios públicos, el mandatario necesita una victoria que fortalezca su conexión popular para arrancar la campaña por un nuevo mandato de seis años en el 2012.
La oposición, que todavía carece de un líder o proyecto nacional que capitalice la frustración ciudadana espera que la propia ineficacia del Gobierno y su creciente rigidez ideológica permita impulsar una alternativa tras 11 años de "revolución bolivariana".
Sin embargo, pocos creen que el mandatario esté dispuesto a variar sus controvertidas reformas políticas y económicas, por lo que cualquiera que sea el resultado analistas prevén más nacionalizaciones, más controles a la empresa privada y más centralización del poder en el corto plazo.
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