sábado, 5 de septiembre de 2009

Honduras derrota 3-0 a Trinidad & Tobago

Con dos tantos del delantero Carlos Pavón, al 19 y 28 del primer tiempo y uno del capital Amado Guevara al 19 del segundo, los catrachos parecen estar dispuestos a golear a los caribeños.

En la primera parte del encuentro el dominio catracho ha sido definitivo. Los trinitecos apenas han podido llegar al marco hondureño en una ocasión.

Los catrachos pintan de azul y blanco las graderías. La Bicolor prometió la victoria a una hinchada que sufre y llora por la H. La fiesta se vive en San Pedro Sula y toda Honduras.

A ganar

Usted cruce los dedos, encomiéndese a Dios, prepare boquitas y, ante todo, revise su corazón.

Lo de hoy sabe a revancha, porque aún no olvidamos lo de 2001.

Se antoja a una lucha enorme porque los protagonistas se prestan para eso.

Y, ante todo, de ganar, nos acerca y nos deja prácticamente a un paso de Sudáfrica.

Es cuestión de sueños, de anhelos, de esperanza.

Casi como lo que dijo Víctor Bernárdez: "El ser humano no tiene impedimento", cuando le robó una frase a Usaín Bolt, el velocista.

Lo que viviremos a las 7:00 de la noche será impactante. Es un Honduras-rinidad y Tobago, algo que se dice fácil, pero en la cancha no lo es.

Ramón Maradiaga lo resumió de la mejor manera: "Juego de tres puntos", eso vale, eso cuesta.

La bestia negra

Pero ¿qué nos asusta de Trinidad y Tobago? En la primera vuelta de la hexagonal no mostraron mucho.

El juego se fue a favor nuestro con gol de Carlos Pavón. Los puntos fueron nuestros.

Trinidad, en su versión más floja pero siempre complicada, no tuvo en la cancha a Dwight Yorke, retirado oficialmente desde 2007, pero aún activo en el fútbol inglés.

Ahora, el delantero llega a la capital industrial con disfraz de asistente técnico de otro reciente ex jugador: Rusell Latapy.

Los trinitenses llegan, como siempre, envueltos en ese ambiente de incertidumbre.

Informales. Apáticos. Caras largas. Místicos, pero ante todo, infundiéndonos temor.

Somos otros

Pero son los fantasmas del pasado los que aterran. Son los recuerdos guardados en video, en papel impreso, en la mente.

Esta selección no muestra mucho, es una edición alejada de la que mostrara cuando asistió al mundial. Ahora, parece que no lo hará...

Todo en orden

Mientras para los caribeños las dudas son muchas, para los nuestros no.

Se extrañarán en la cancha las figuras de Wilson Palacios, Osman Chávez y Carlo Costly, todos aquejados en las gradas por tener dos amarillas amontonadas, pero listos y sin lesiones para el encuentro que días después habrá ante México.

Lo de Amado quedó en el olvido. El dolor se ha ido y el cuerpo médico ha dado el OK para que el Lobo se mantenga en la cancha y llegue a 127 partidos vistiendo la camisola nacional.

El resto se ve casi claro: el doctor quizá saldría con Noel Valladares en la meta (el dueño de la cancha bajo los tres postes), Maynor Figueroa y Muma Bernárdez de centrales, quizá sintiendo que el DT se incline más por Erick Norales del Marathón en lugar de Muma, pensando en que este último tiene mayor ritmo de juego.

Por las bandas, el que ha sustituido de la mejor forma a Sergio Mendoza: Mauricio Sabillón, haciéndole contraparte en la banda izquierda Emilio Izaguirre, uno de los mejores en el 4-0 ante Costa Rica.

En la media cancha; Dani Turcios (en uno de sus mejores momentos y salido del susto de la lesión que lo mantuvo diez días fuera), el capitán Amado Guevara, Hendry Thomas (ante la ausencia de Wilson Palacios) y Ramón Núñez.

Mientras que la delantera estaría comandada por Carlos Pavón (máximo goleador de Honduras en la historia) y David Suazo, en su monumental regreso.

Dedicación

Desde el campamento de la Bicolor ha llegado un mensaje que ha movido a todos en el país.

Los seleccionados han alzado sus voces para enviar este mensaje al pueblo hondureño.

El capitán dijo: "La gente lo merece, ellos nos han apoyado, han sufrido y han llorado con nosotros, lo haremos por ellos".

Todo está listo. Los colores azul y blanco están por doquier. Las banderas flamean en lo más alto, en autos, en edificios, por donde se mire.

El ambiente está en su mejor momento.

San Pedro Sula nos regala ese clima sabroso y picante que siempre ha tenido. Trinidad llegó desde el lunes por la noche, Honduras trabaja a todo vapor.

Parece que la noche de hoy será inolvidable y no como la de 2001.

Aún hay boletos, pero son pocos... apurate, que la fiesta está a punto de comenzar.

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