Alianza Patrótica no debe ser más de lo mismo

Escrito por Carlos Roberto Loría

02.07.2009

No es posible prescindir de los partidos políticos. Tenemos que arar con esos bueyes. La Constitución y la ley electoral cierran al ciudadano toda posibilidad de ejercer representación, si no es a través de un partido político. Mientras eso no cambie, mientras no pasemos de la democracia representativa a la participativa modernizando nuestro texto constitucional, seguiremos dependiendo de los partidos políticos. Ante esa realidad resulta sana y conveniente la creación de partidos nuevos. Apoyamos las iniciativas de consolidación de los que ofrecen una esperanza de cambio, abriéndose a la participación democrática de la ciudadanía. Nuestro Movimiento Cívico IV República ve con simpatía todo esfuerzo en ese sentido y ha colaborado con varios de ellos, independientemente de que al final logren o no inscribirse para participar en la contienda inmediata. Nuestra visión es de país y a largo plazo. Hemos apoyado las figuras nuevas que emergen en partidos en formación, como Alianza Patriótica, y rechazado los “cohetes quemados”, los chupópteros y las caras viejas, que intentan desde la cúpula imponerse utilizando el engaño y hasta el fraude. Ya en varias ocasiones CAMPANADA ha destacado a los jóvenes Arnoldo Mora, Gabriela Chavarría y Roger Méndez como dirigentes promisorios. Arnoldo es secretario general y Gabriela vicepresidenta del Comité Ejecutivo de ese nuevo partido en formación bajo el nombre esperanzador de Alianza Patriótica. Lo que no se vale son las trampas, el machismo y el fraude. Mal hacen los integrantes de la cúpula en contaminar con su presencia y manipulación lo que en un partido nuevo debe ser un proceso democrático y transparente. Es un error mortal el de Mariano Figueres, presidente de Alianza Patriótica dejarse manejar por Rolando Araya y su grupo. Juntos se adueñan de la incipiente agrupación, burlando la Asamblea Nacional, mediante el truco neoliberacionista de “abrir el partido a los sectores”. Ese es un recurso politiquero para introducir amigos y simpatizantes, escogidos a dedo a nivel de cúpula, para que los designen candidatos a ellos dos y a quienes ellos indiquen. Ya tienen la lista hecha para investir más de 60 con igual rango que los asambleístas que desde las bases se sudaron la formación del partido. Y resulta absolutamente condenable la acción del dirigente neoliberacionista Oscar “Pollón” Campos, de utilizar la difamación y la mentira contra quienes luchamos por la unidad de una oposición verdadera, con caras nuevas al frente, mientras fumigamos ese cucarachero del que con buen conocimiento habla en sus discursos Rolando Araya. Aclaro que ni el Movimiento Cívico, ni yo, hemos entregado u ofrecido millones de colones a delegados de Alianza Patriótica en Limón, Cartago o alguna de las siete provincias de Costa Rica. Eso es una mentira propalada por rufianes políticos que nunca faltan en estas lides. Nosotros solo podemos contribuir con ideas, crítica de frente, propuestas claras, y acerada lealtad a la patria y al pueblo. Ojalá que, como lo pide la licenciada Chavarría, su vicepresidenta y aspirante a diputada por Cartago, en Alianza Patriótica rectifiquen y en forma limpia, sin apelar a fraudes, puedan inscribir ese nuevo partido ante el Tribunal Supremo de Elecciones y convertirse en una verdadera alternativa. Campanada 572 1 de julio de 2009