domingo, 30 de noviembre de 2008

ENTREVISTA DEL ECO CATOLICO SOBRE LOS DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS

¿Y los derechos de las víctimas?
 
 

“Dos personas tomaron en sus manos la decisión de robarle la vida a mi único hijo, y a pesar de este gran dolor que siento, estoy agradecida con Dios, porque me levanto todos los días e intento ser una mejor persona y he encontrado la paz que necesito, para poder servir a todas aquellas familias que también han perdido un hijo”, expresa Roxana Rojas, madre de Josué Rojas, joven de 17 años asesinado el 8 de abril para robarle un teléfono celular en Llorente Tibás.

Ana Cecilia Espinoza C.
aespinoza@elecocatolico.org

Con la marcha “Ni un minuto más” que realizaron las familias víctimas de la violencia, el pasado 23 de noviembre ¿cree usted que sus voces serán escuchadas por el Gobierno?
Tienen que escucharnos, ésta marcha es un clamor por la familia costarricense. Se trata de un problema social que se nos está saliendo de las manos y no podemos cruzarnos de brazos y no hacer nada al respecto. Los altos niveles de criminalidad y el grado de violencia que estamos viviendo tienen que detenerse, sobre todo cuando estamos viendo que los victimarios son jóvenes menores de 18 años. Está por demás decir que el costarricense tenía otros valores y principios, espirituales, morales, pero nos están acostumbrado a ver cadáveres todos los días, según los presentan algunos medios de comunicación social desde que amanece hasta que anochece.

¿Cuál cree que debe ser el mayor compromiso por parte del Gobierno?
Como familias víctimas de ésta violencia desenfrenada que vive el país, la Asociación Justicia y Paz (ASOPAZ), tomó la decisión de hacer un llamado a los gobernantes para que aprueben las leyes que se encuentran en el plenario legislativo: Ley de Tránsito, las modificaciones al Código de Procesamiento Penal, pero también exigimos un cambio de actitud en los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, porque se nos ha dicho a las familias que nos han matado a un ser querido que “se hace lo que se puede y que los procesos llevan su tiempo”. Y si así son las cosas, nosotros les respondemos diciéndoles que empiecen a trabajar, porque de lo contrario estamos dispuestas a que en las próximas elecciones de este país seremos los primeros en condicionar nuestros votos, no le vamos a dar la adhesión a ningún partido político, porque no se lo han ganado. No pedimos que se le quite ningún derecho a los victimarios, pedimos que se nos equiparen los derechos de las víctimas, estamos exigiendo leyes más justas para las familias destrozadas, porque nosotros también tenemos derechos, queremos que se aprueben las leyes que están engavetadas, ya no podemos esperar más.

¿Por qué cree que no se pone mano dura a esta situación de violencia?
Nuestro Gobierno no cree que ésta violencia sea alarmante a pesar de las estadísticas existentes, porque nos comparan con países como Nicaragua, El Salvador… pueblos que realmente han padecido de guerras, catástrofes naturales, cuyas poblaciones además son más grandes y tienen otras culturas. Por esas razones, nosotros estamos dispuestos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance, aunque esto signifique más desgate físico y emocional para las familias, pero lo hacemos con amor porque estos niveles de criminalidad deben desaparecer. Nosotros como víctimas de la criminalidad no queremos que el dolor siga haciendo sufrir a las familias costarricenses.

¿Cómo analiza la posición de las autoridades?
Todo lo justifican con decir que no hay dinero y que tenemos un sistema jurídico que ya no funciona, pero realmente lo único que no tenemos es voluntad y ganas para hacer las cosas. Cuando uno se convierte en la víctima de estos hechos, se da cuenta que el problema radica en la falta de autoridad y humanidad que no ha sabido tener la Corte Suprema de Justicia, porque nos hemos dado cuenta de que la mayoría de las personas que han violentado a nuestras familias son individuos que ya contaban con antecedentes delictivos. Entonces, nosotros nos preguntamos, ¿porqué éstas personas están afuera y no en el lugar donde tenían que estar? Creemos que si un joven problemático viene dando problemas debe ser ubicado en un lugar donde no siga causando más daño a los demás, pero porqué las autoridades correspondientes esperan que la persona con conductas criminales mate dos o tres veces, para ubicarlos en un centro penitenciario, perdón, pero eso no es prevención.

¿Cómo están viviendo ésta experiencias tan desgarradora? 
Cuando murió mi hijo, me di cuenta del vacío tan grande que existía, es decir, no existe ninguna institución gubernamental que brinde apoyo a las familias. Por eso nos unimos un grupo de familias mediante una red de apoyo para ver las necesidades, tanto psicológicas como económicas que tenemos. Además, estamos trabajando con terapias de grupo, porque aquí todos somos iguales en el dolor, al compartir las experiencias se abren los canales de comunicación lo cual nos ha ayudado mucho a salir adelante.

¿Quién es hoy Roxana Rojas?
Una madre más, que trata de reconstruir su vida. Una mujer que siente paz, porque sé que fui responsable con mi hijo, y que con mi amor, esfuerzo y trabajo le pude dar todo lo que él se merecía. Sin embargo, no mataron sólo a mi hijo, sino a toda una familia, a una abuela que a sus 84 años llora por la muerte infame de su nieto, tíos y tías y primos, que todos los días lloran a José, amigos, y una novia que en estos momentos necesita ayuda siquiátrica…. Salir adelante y seguir mi vida es difícil, no he podido retomar algunos proyectos porque me cuesta concentrarme y, no me da vergüenza decirlo, tengo que tomar medicamentos hasta para poder conciliar el sueño. Me mantengo de pie porque tengo la fe y esperanza que mi Señor me ha dado, en la cual sé que algún día volveré a reunirme con mi hijo, porque además se que el está en un mejor lugar.

 

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