¿CÓMO SE INFORMA EL COSTARRICENSE?
• El 85% de la población nunca ha expresado sus ideas en un medio de comunicación.
• Salud, sexualidad, educación, cultura y trabajo temas más buscados.
• El costarricense es informativamente pasivo.
* La población considera la calidad informativa deficiente, pero no busca medios alternativos para satisfacer esa necesidad.
• Los medios de comunicación tienen una responsabilidad social más allá de la libertad de empresa.
Juan José Arce Vargas
pplana@colper.or.cr
El debate sobre el derecho a la información entre los ciudadanos, los periodistas como intermediarios del proceso y los dueños de las empresas de comunicación está abierto, luego que el Observatorio de la Libertad de Expresión (OLE), en coordinación con la Escuela de Estadística de la Universidad Costa Rica, realizó la primera encuesta sobre la libertad de expresión en nuestro país.
El estudio concluye que la información que más interesa recibir a los costarricenses es sobre temas de salud y sexualidad, educación, cultura y trabajo, además de economía y sucesos. De forma similar a la población le interesa mayoritariamente opinar sobre temas de política y salud.
Los datos más relevantes del estudio muestran que los costarricenses son pasivos informativamente: un 87% recurre diariamente a la televisión, mientras que un 59% a la radio y un 48% al periódico.
“El consumidor pasivo está postrado, no espera actuar, siente que las noticias no le pertenecen, ni es sujeto de interés de las noticias, porque lo cotidiano no es noticia”, afirmó William Mora, periodista científico del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT).
Para Pablo Barahona Krüger, Director Ejecutivo del Observatorio de la Libertad de Expresión (OLE), los resultados de la pasividad informativa del costarricense, son disonantes con el ideal de democracia participativa.
“Limitar la participación ciudadana en la gesta informativa a la mera recepción, es atentar contra la democracia como sistema inclusivo de voluntades. El ciudadano en Costa Rica, en términos muy mayoritarios, no participa en la construcción de la información sino solo en su consumo, a eso se reduce el aporte del común social, ello implica un descontrol absoluto, de lo que se publica y de cómo se publica, así como de lo que finalmente no es reportado por lo medios de comunicación tradicionales. Esto es, lo que Ignacio Ramonet (Director de Le Monde Diplomatic) plantea acerca de la necesidad de empoderar a la ciudadanía, constituyéndola como el quinto y supremo poder, muy por encima de los tres poderes tradicionales y aún de las mismas empresas mediáticas”, señaló, don Pablo.
Las investigaciones determinan que la imagen que se combina con voz o sonido, exige menos esfuerzo de abstracción que un parlante o una hoja ancha de tinta con pago exigido, con cada vez menos adeptos debido al esfuerzo que demanda el proceso de lectura.
Edgar Gutiérrez Espeleta, Director del estudio, informó que los medios son utilizados mayoritariamente todos o casi todos los días en un 87% (televisión), 59% (radio) y 48% (periódicos).
“La población posee una opinión polarizada y compartida en cuanto a la presencia de espacios de opinión en los medios, los cuales opinan que son abundantes o escasos: en televisión el 41% opina que son abundantes o muy abundantes y 33% que son escasos o muy escasos; periódicos 34% abundantes y 44% escasos y en radio 43% abundantes y 32% escasos. Estas opiniones favorecen, levemente, a la TV y a la radio”, indico, don Edgar.
Don William Mora afirma que la pasividad informativa no es una novedad, “desde la década de los noventas se han formulado teorías sobre como la gente construye el ideario social, el conocimiento común que nos ata a todos. Desde los años 70 se formularon las teorías de cómo los medios determinan la agenda de lo que la gente piensa y hace".
“Los medios no establecen agendas de participación ciudadana, más bien insisten con mensajes que retratan su postración y desesperanza frente a la realidad social, no es de extrañar la pasividad. La pregunta más bien, es cómo se comportan los medios en su agenda”, señaló, don William.
LAS DIFERENCIAS MEDIÁTICAS
Las diferencias de la forma en que se informan los costarricense, un 30% de diferencia entre televisión y radio, y casi un 40% entre televisión y periódico, representa un mayor poder y responsabilidad de la televisión, debido a que los medios son parte fundamental en la construcción del imaginario social.
Se considera entonces que la política se construye desde la televisión acompañada de la radio y el periódico, pasando a un segundo plano el sindicato, la cámara o el comité patriótico y la escasa incidencia de la academia en el imaginario social. "Demasiado complicada diría algún franco y cómodo teleespectador, la imagen ahorra esfuerzo de abstracción al espectador, es la forma más vagabunda de informarse; la voz (al menos) nos deja la otra parte, la de la imagen, a la imaginación”, afirmó don Pablo.
“Cuando un periodista dice que las imágenes no mienten, existe una confusión entre imagen y realidad, eso no es cierto, porque la imagen, siempre puesta en un contexto y acompañada por un narrador omnisciente - figura de autoridad incuestionable -, desfigura la realidad. Las imágenes editadas y preseleccionadas arman un imaginario - un disfraz de la realidad -, inaprensible para el televidente, debido a que el cerebro capta apenas el 40% de lo que sucede ante nuestros ojos”, aseguró, don Pablo Barahona.
De una calificación de 0 a 10, la población asignó una nota promedio de 7 a la TV, Radio y Periódicos. Sin embargo, ni siquiera una tercera parte de los opinantes defiende la información brindada por los periodistas como representación de la realidad (28%) y aún menos que sea información clara, concisa, directa y sencilla (17%). Y muy pocos se atreven (10%) a afirmar que la información obtenida de dichos medios sea neutral, objetiva e imparcial.
RESPONSABILIDAD DE LOS MEDIOS
“Hoy las empresas periodísticas tienen tanta responsabilidad en el proceso educativo, cuidado si no más, que la escuela, el colegio, la universidad o la familia”, afirmó, don Pablo Kruger.
De acuerdo con el estudio, el 64% de los entrevistados defiende la labor de los telenoticieros como pluralistas, cayendo a un 50% en el caso de los periódicos y un 46% en la radio, a pesar de ello, “el país vive una democracia de opinión, no de conocimiento”, aseguró, don Pablo.
Para William Mora, los medios tienen la función social de combatir la corrupción pública y privada, premiar la solidaridad genuina, no la superficialidad del espectáculo que instrumentaliza a los pobres y sus desventuras y defender a los consumidores, hacerlos más inteligentes; promover una ética del bienestar, no sustentada en el despilfarro y la avaricia.
“Aunque los medios de comunicación son empresas con ánimo de lucro y con agendas propias, ideologías y prejuicios y hasta mañas, su función está directamente relacionada con la credibilidad. Creo que el mejor freno para el poder de los “mass media” es el mercado de la información, el ciudadano debe medir si la información que recibe es adecuada y veraz, y a partir de ahí escoger a qué empresa comprar las noticias ó en cuál colocar los anuncios; es por ello que los medios de comunicación deben tener una responsabilidad social muy por encima de la libertad de empresa”, afirmó, don Pablo.
En cuanto a los medios de expresión, el estudio revela que el 85% de la población nunca ha expresado de ninguna forma sus ideas por algún medio de comunicación. “Los que dijeron que sí lo habían hecho, el 12%, declaró que se le negó en algún momento expresarse en algún medio. Adicionalmente, más de una tercera parte de la población (42%) ha deseado expresar sus ideas en algún medio, aunque no lo han hecho”, señaló, el investigador Gutiérrez.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Los datos muestran una evidente contradicción en los consumidores de noticias, toda vez que, aún cuando la credibilidad de los medios es escasa, los consumidores invierten diariamente algo de su tiempo en la atención de las noticias. Como teleespectadores, escuchas o lectores, reciben lo que los medios le deseen comunicar, a pesar de considerar que la información es de baja calidad.
“El periodismo como ejercicio no admite autarquía ni estrabismo, mucho menos excesos de improvisación e incultura. No puede seguir siendo el gremio periodístico el menos autocrítico de todos, ni las empresas de comunicación los últimos reductos de descontrol que obligan a repetir hoy la pregunta clásica de la ciencia política y el derecho constitucional: ¿quién controla a los controladores? La respuesta a esta pregunta parece ser hoy más que nunca: la ciudadanía”, argumentó, don Pablo Barahona.
En cuanto a la opinión que se posee con respecto a las noticias, estas son sensacionalistas. Según un 54% de la población, las noticias son adecuadas (62%), neutrales (51%), suficientes (56%); una alta proporción (32%) no posee criterio sobre que es información adecuada y veraz, mientras que un 44% opina que es aquella que representa la realidad de forma clara y sencilla.
“El consumidor de información no tiene por qué ser menos racional que otros consumidores; la gente se pregunta para qué voy a movilizarme y comprar un periódico, entintarme las manos. Por eso, la gente lee cada vez menos y, por consecuencia lógica, tiene cada vez más resistencia a tener que emplear su facultad de abstracción”, señaló, don Pablo.
BRECHA DIGITAL E INFORMACIÓN PÚBLICA
En referencia a otros medios, el estudio determina que el 48% de la población posee teléfono celular, y de estos el 79% envía mensajes de texto, principalmente de trabajo o estudio y de saludos.
Con relación a la información personal, la población opina que la religión a la que pertenece, la formación académica, el historial delictivo, el historial de crédito y el partido político de pertenencia, puede ser información de dominio público, pero no ninguna otra. .
En cuanto al uso de Internet, el 43% lo accesa principalmente en cafés Internet, no obstante, la gran mayoría no lo utiliza para expresar ideas, solo para descargar información, principalmente de enciclopedias y diccionarios, entre otros.
La brecha digital en Costa Rica es aún muy amplia y marca un alcance incierto para el periodismo digital. Tan solo una cuarta parte de los costarricenses cuenta con acceso regular a Internet, y se desconoce cuántos de ellos emplean el medio para informarse.
“Luis Barahona y Constantino Láscaris defendían que el tico es egoísta y ensimismado, esta característica acentuada como una externalidad negativa, en donde la sociedad no es más que un obstáculo a vencer, para lograr mi satisfacción personal. Entonces, el alcance del periodismo digital va a ser creciente, pero tampoco debe sobredimensionarse”, manifestó, don Pablo.
El periodismo digital es un medio más para lograr acceso a consumidores de mensajes. Los medios tradicionales enfrentan el reto de la dispersión del interés de las nuevas generaciones que desean con un "click" tener respuestas para todo; con desazón miran como bajan sus "rating" y sus lectores, expresó don William Mora.
Los resultados del estudio del Primer Informe al país del OLE en la UCR el próximo 4 de setiembre en el auditorio de Ciencias Sociales de las Universidad de Costa Rica a las cinco de la tarde.
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