La Sección de Estupefacientes del OIJ y la Fiscalía de Narcotráfico allanaron la casa de Alem, en San Rafael de Heredia, y las oficinas de su compañía Rical, S.A., en La Uruca, donde se incautaron de 35 kilos de cocaína.
Le seguían la pista desde hace tres meses. Incluso, el jueves pasado, la Policía de Control de Drogas decomisó en Peñas Blancas 130 kilos de cocaína que iban ocultos en un cabezal hacia Guatemala, que pertenecería a esta banda. El conductor, guatemalteco de apellido Chocón y de 51 años, está detenido.
También fueron allanadas otras viviendas en Escazú, San Antonio de Coronado y Pavas, y se decomisaron cuatro carros de lujo, marcas Audi, Nissan Murano, Mercedes Benz y BMW.
Bien organizados
Con Alem cayeron dos colombianos y dos ticos.
Los suramericanos, un hombre de apellido Mejía y su compañera, Grajales, al parecer, se encargaban de la logística para enviar la droga, por tierra desde Colombia hacia Guatemala, y de allí a Europa.
De acuerdo con la Policía, también hacían envíos por mar, desde nuestro país hacia Alemania utilizando contenedores, dentro de los cuales camuflaban la cocaína con verduras y frutas.
Mejía es piloto y hace cuatro años estuvo detenido por trasiego de drogas. En aquella ocasión, llevaba 310 kilos de cocaína.
Los demás también tienen antecedentes en el tráfico de estupefacientes. Todos quedaron a la orden del Ministerio Público, a la espera de que se resuelva su situación jurídica.
Anoche, seguían los allanamientos, y no se descarta que más personas estén involucradas.
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