domingo, 9 de mayo de 2010

¡Adióscar!, por Édgar Espinoza



 
 ¡Adioscar!
Edgar Espinoza


Nacido en cuna de oro, Dioscar creció arrullado por los síes de su entorno familiar: “Sí, mi príncipe, tomá la chupetica” y “Sí, mi amor, el caramelo es todo tuyo”, hasta que, diay, llegó la infausta hora del destete y la criaturita se dio de nariz contra una sociedad que le decía noes.

Como no había pomada canaria para ese tipo de golpes, ahí empezó Cristo a padecer. El niño-bien acababa oficialmente de conocer al que sería el peor enemigo de su vida, al único que se atrevería a profanar su santuario de sí es encarnados en lujos, juguetes, ajuares y, no sabemos si también, Gerber de “pato al orange”. El asunto es que, acorralado por la inexorable realidad del “No”, sintió desde entonces que su única salida sería deslumbrar al rival y rendirlo a sus pies.

Por eso no es de extrañar en él la aparición, a modo de blindaje, de un ego tan hipersensible como camaleónico: en lo intelectual, poniéndose la sudadera de Harvard; en lo político, engolosinándose con Maquiavelo y, en lo cultural, cantando Otelo bajo la ducha, pues alguien le debe haber metido en la cabeza que ser muy instruido y galardonado lo hacía divinidad.

Sin embargo, tales credenciales no le bastaron. Quería más. Quería todo. A partir de ahí el poder fue su mejor aliado para abrirse paso entre los no es de la inefable sociedad y ascender al soñado “Sí” absoluto que lo pusiera a salvo. Por eso, como mandamás, pronto nos dejó muy claro que con sus premios, ovaciones e inciensos, el importante era él y no la patria, reducida a simple trampolín de sus devaneos de parlamentario inglés y genio renacentista hasta que, bueno… el chupetín se le acabó.
Después vinieron los terribles veinte años de ostracismo político que le desgarraron el superyó por culpa del enorme “No” a la reelección que se le interponía en el camino y que, gracias a la gauchada de sus “yes man” constitucionalistas , se llevó en banda sin importarle sus propias ínfulas de demócrata para entrar de nuevo al poder, esta vez por la cocina, dispuesto a prolongarse en el tiempo y en el espacio.

De entonces acá su pasatiempo favorito ha sido endulzarse la autoestima con el “¡Alabao sea Dioscar!” de sus corifeos institucionales, y que no es otra cosa que el mismo “Sí, mi amor, el caramelo es todo tuyo” que le marcó el antes y después. Mas, no satisfecho, se atrajo al capital para unirlo al coro de loas, así como también a ciertos medios de comunicación para que se la pusieran picandito en el trono mientras él se dedicaba a fumigar a todo aquel opositor que osara airearle en público sus desatinos, contradicciones y dobles discursos, pese a su reciente frase de que un verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla.

Es el mismo Dioscar que este diciembre, durante su sobrecogedor mensaje navideño ante el Santo Sepulcro, en Jerusalén (como si ahí Dios fuera más Dios que el de la ermita de Bijagual Abajo de Acosta), clamó al cielo para que en el país hubiera tolerancia. El mismo que durante la cumbre de América Latina y el Caribe, en febrero, criticó sin el menor sonrojo a los gobernantes autoritarios que atentan contra el sistema político de frenos y contrapesos, a los gobiernos tentaculares y a los que coartan la libertad de opinión y expresión. ¡Oh Señor, líbranos de tanto cinismo!

Su vida, pues, se reduce a la infinita búsqueda del aplauso y el halago que lo mantengan lo más lejos posible de la torturante soledad de noes, pues está escrito que todo aquello que se le niegue, sea poder, negocio, ocurrencia o mujer, le exacerbará su fijación por el “Sí” al punto de querer procurárselo contra viento y marea. Por eso invita a su casa a la farándula internacional, por eso posa entre israelíes y palestinos con garbo de Armani, por eso alardea de sus conquistas al mejor estilo del Berlusconi cachondón.

Por eso, además, se pavonea como primera luminaria mundial con fiebre porcina; presume de que la OEA, el BID y la corte celestial en pleno se lo pelean a muerte; le dice al mundo cómo ser mejor aunque aquí nos deje más de un sinsabor, y se vanagloria entre cámaras de fotos y televisión para que, como nutrientes a tiempo completo de su imagen soberana, sacien por esa vía las exigencias afectivas que, por otras, no puede.

Sabe bien que, amasado a su manera, el poder le garantiza el protagonismo público y la idolatría que su ego le reclaman a diario, y de cuya simbiosis la ambición desmedida es su mejor engendro. ¡Como Fidel! ¡Como Chávez! Aunque más por debajito. Solapadón. Lástima, porque con la falta que nos hace un líder bien aterrizado, en él tenemos más bien a un numen ante el que hay que derretirse para que, al altísimo precio de volverse omnímodo, pueda así cerrar su círculo de poder.

Dioscar nació para ser servido y no para servir. Un profundo desdén por todo lo que no sea él parece ser parte esencial de su escudo “antinoes”. Hasta su obra, que por supuesto no responde ni a la urgencia ni al clamor de nuestra sociedad, quedará trunca, o mal hecha o habrá sido concebida a su imagen deífica. Por eso no sólo quedará en deuda una vez más con este pueblo que esperó más de él en seguridad, en la lucha contra la pobreza, en infraestructura pública y hasta en estatura moral, sino que ahora, con su movimiento más reciente dentro del tablero político, pretenderá ejercer el continuismo entre bastidores para seguir glorificándose y dejar sin respuesta tantos interrogantes sobre su reinado.

Kant, el famoso filósofo alemán, era tan genial que 226 años antes pareciera haber predicho el advenimiento político de Dioscar al advertir que el destino final del niño mimado que hace lo que le viene en gana entre caramelos, arrorroes y si-mi-vidas es, irremisiblemente, el de déspota.

sábado, 8 de mayo de 2010

Agresión policial en traspaso de poderes se da sin motivo aparente


Policías golpearon a puñetazos a manifestantes






Sorprendidos se mostraron algunos de los manifestantes que participaron este sábado en una marcha pacífica en las cercanias del Parque Metropolitano La Sabana, por la forma violenta en que la polícia los reprimió sin motivo aparente, como pudo constarar este medio.


Las personas llegaron al lugar durante el traspaso de poderes en el que Laura Chinchilla Miranda asumió la Presidencia de la República de Costa Rica para el período 2010-2014, a expresar su oposición a la minería a cielo abierto, la ley de empleo público y la violación de la autonomía sindical y universitaria, entre otros temas.


Durante aproximadamente dos horas las personas se desplazaron de un lado a otro por el costado este del parque metropolitano La Sabana, el cual se encontraba resguardado por cerca de 100 policías a caballo y a pie que impidían el ingreso de las personas a la cercanías del lugar donde se realizaba la ceremonia, dentro del Parque.


A eso de las doce mediodia, pocos minutos después del acto de traspaso, cuando las personas se retiraban, algunos ingresaron unos cuantos metros a la zona verde del Parque, ante lo cual la policía llamó más refuerzos y súbitamente, sin que mediara provocación ni acto de violencia alguno, la policía comenzó a agredir a la multitud.


Los policías comenzaron a golpear a los manifestantes, hombres y mujeres, con sus varas policiales, a puño cerrado y a patadas, mientras que los policías montados atropellaron con sus caballos a las personas que estaban en la calle y las persiguieron con sus bestias por el Paseo Colón y calles aledañas.


Simultáneamente arrestaron a varias personas, algunas de ellas fueron fuertemente golpeadas al momento de su detención. Un joven recibió un golpe de la policía y quedó inconsciente en media calle, otro sangraba por su boca al momento de ser ingresado en un vehículo policial.


Los manifestantes en ningún momento opusieron resistencia, sin embargo, ante la agresión policial, debieron salir corriendo para salvar su integridad física.


A la 1:00 de la tarde la Silvia Herrero, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica declaró que desconocía el número exacto de personas detenidas, pero que era entre siete y diez.


Las autoridades se negaron a informar hacia que lugar se llevaron a los detenidos y bajo que cargos. El Jefe de la Policía, Raul Rivera, declaró a través de una emisora de radio local que la actuación de la policía se debió a que los manifestantes tiraron piedras. Sin embargo, este medio constató en el lugar que los manifestantes no hicieron tal cosa.


Previamente a eso de las 11:30 a.m. algunos representantes sindicales informaron que la móvil de uno de los sindicatos fue pateada por desconocidos vestidos de civil que no eran parte de los manifestantes.


Durante toda la protesta la policía tomó fotografías y videos de las personas que se manifestaban.


Según indicó la dirigente estudiantil Claribeth Sánchez "lo que nosotros estábamos haciendo era caminando de un lado al otro de la calle, protestando y manifestándonos por lo que estamos en contra, y de repente los policías en caballos empezaron a tratar de dispersarnos enviando los caballos hacia el centro de la manifestación, y aún compañero lo golpeo un caballo y después varios policías se le fueron encima"


Sánchez, estudiante de la Universidad de Costa Rica, agregó que "La marcha en todo momento fue pacífica, no veníamos con deseos de ingresar ni bloquear era solamente una manifestación, lo sorprendente fue que se tiraran los policías que golpeaban los lomos de los caballos y a nuestros compañeros"


"Me parece que esto no es casualidad, creo que el gobierno de Laura Chinchilla va ha entrar más represivo, incluso hay policías que parecen "Robocop" con uniformes exagerados para un país que supuestamente es pacífico", finalizó Claribeth Sánchez.


IMÁGENES DE LA AGRESIÓN POLICIAL

PRESIDENTA FIRMA PRIMEROS DECRETOS EN SEGURIDAD, AMBIENTE Y POLITICA SOCIAL



En la primera sesión del Consejo de Gobierno, la Presidenta de la República Laura Chinchilla, firmó cuatro decretos que marcan un sello personal que guiará su labor durante los próximos cuatro años.
La mandataria costarricense consideró necesario reforzar el decreto emitido hace algunas semanas en que se declaraba una moratoria a la explotación de minería de oro a cielo abierto, por lo que lo amplió a la minería de oro subterránea y además al proceso de industrialización del oro. En ese mismo decreto modifica la salvaguarda ambiental, emitida en el 2008, en lo relativo a la parte minera metálica de manera que se impida la gestión de nuevos proyectos mineros de este tipo de actividades. 
Como segundo decreto anunció la realización de un proceso de consulta con la ciudadanía para la elaboración de una política integral y sostenible de seguridad ciudadana. Dicho proceso se llevará a cabo mediante la constitución de un Comité Consultivo que estará integrado por representantes del Consejo de Seguridad Nacional del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial y de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Asamblea Legislativa. El proceso contará con el apoyo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Además, se crea la figura del Comisionado Nacional Anti Drogas cuya misión esencial consistirá en dar seguimiento y propulsar el cumplimiento de las políticas de Estado, programas,  proyectos y acciones relacionadas con la prevención del consumo de drogas; la prevención del delito; la atención a personas consumidoras de drogas; la prevención y la represión del tráfico ilícito de drogas; el control y la fiscalización de estupefacientes, psicotrópicos, precursores y demás químicos esenciales; y la prevención y represión de la legitimación de capitales, el financiamiento al terrorismo y el crimen organizado. Para este cargo se designó al Viceministro de la Presidencia, Mauricio Boraschi.
En el mismo acto declaró de interés público y conveniencia nacional  la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil con el fin de articular los distintos esfuerzos públicos y privados en materia de atención integral y desarrollo infantil, que hoy se realizan de forma fragmentada, con el propósito de mejorar la calidad y cobertura de los servicios que se ofrecen.
Los actos que tuvieron lugar durante el primer Consejo de Gobierno se realizaron utilizando procedimientos digitales como la firma digital. Este hecho, confirma la intención del Gobierno de la Presidenta Laura Chinchilla de brindar un fuerte impulso durante los próximos cuatro años a Gobierno Digital.

Laura Chinchilla asume Presidencia de CR

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Discurso Laura Chinchilla Pa2

Discurso Laura Chinchilla Pa1

DISCURSO TOMA DE POSESIÓN LAURA CHINCHILLA MIRANDA 8 DE MAYO DE 2010



DISCURSO TOMA DE POSESIÓN
LAURA CHINCHILLA MIRANDA
8 DE MAYO DE 2010



Señores Jefes de Estado que nos honran con su presencia
Señoras y señores miembros de los Supremos Poderes de Costa Rica
Señores representantes oficiales
Oficiales de Gobiernos amigos

Queridas y queridos costarricenses:

Me presento ante ustedes con el corazón henchido de agradecimiento por la responsabilidad que han depositado en mí.

Me presento con la humildad de quien sabe que no podrá tener éxito en su tarea si no es capaz de convocar a ella a todas y todos los ciudadanos de buena fe.

Me presento con los brazos abiertos para estrechar en ellos a Costa Rica, con toda su gente, en toda su geografía, en toda su unidad y su espléndida diversidad.

Nos hemos congregado aquí, al aire libre y bajo el Sol, circundados de montañas, más allá de las cuales se enfilan cordilleras y llanuras para arribar, en una distancia de solo 119 kilómetros entre sí, a la inmensidad de dos océanos.

Las montañas  nos elevan al infinito, como invocación de trascendencia, y la  majestad de los océanos nos señalan la senda de la universalidad y de la hermandad. Un compatriota, Franklin Chang, veterano de siete viajes espaciales,  conjuga en Guanacaste, frente al océano Pacífico, ambas dimensiones. Nuestro astronauta sueña y refina con un grupo de científicos y trabajadores el motor de plasma para ascender, con la celeridad del espíritu, hacia el espacio sideral, testimonio singular, como el de muchos otros compatriotas, de excelencia y de superación.

Alrededor de nosotros, hechas una con la Tierra, las esferas que decoran este escenario nos recuerdan nuestras raíces ancestrales. Sembradas por los indios borucas en medio de nuestros bosques tropicales del sur, representan su búsqueda gozosa de armonía y de unidad, como plasmando, desde el alba de nuestro pueblo, un hilo conductor en nuestra historia. El boyero y la carreta, por su parte,  nos recuerdan al labriego sencillo, portador  de nuestras raíces rurales, que configuraron una sociedad de pequeños propietarios, forjadores de nuestra democracia. Nos acompañan también las mascaradas, donde se entremezclan y se igualan, a punta de barro y papel, los personajes de nuestra mitología popular con los habitantes de nuestras comunidades.

En el marco de esta geografía y de este simbolismo celebramos la renovación del rito democrático en la democracia más antigua de América Latina, que ya en el siglo diecinueve convirtió la educación, costeada por el Estado, en  un derecho  universal, que en ese mismo siglo eliminó la pena de muerte en un gesto de exaltación a la vida, y que hace 61 años, al abolir el ejército, le declaró la paz al mundo.

Al amado pueblo de Costa Rica y a quienes conviven con nosotros les reitero mi  promesa de servirles con humildad, honestidad y firmeza. Al Presidente, don Óscar Arias, le ratifico mi reconocimiento fervoroso, el de mi gobierno  y el de nuestra gente por sus imborrables servicios a la patria, que abrieron una ancha senda de confianza y esperanza para el país.

Comparto mi fe democrática y mis ilusiones por Costa Rica con los candidatos presidenciales en la justa electoral pasada. Su presencia en este acto  es signo de mejores días para Costa Rica.

Saludo agradecida y emocionada a nuestros distinguidos visitantes, representantes de gobiernos e instituciones internacionales, a quienes les  renovamos nuestra amistad y les tendemos nuestra mano amiga.

Acabo de jurar a  Dios y prometer a la Patria que observaré y defenderé la Constitución y las leyes de la República, y que cumpliré fielmente los deberes de mi cargo.  Este es mi legado, por él debo rendir cuentas  y por él quiero que me juzguen. Esta no es una opción política. Es la consecuencia ineludible de un juramento solemne en el que resaltan, en el orden práctico, el Estado de derecho y la potencia del sentido del deber personal. El juramento constitucional me obliga a dar testimonio de su cumplimiento, tanto por mí, pero también, y por extensión,  por todas y todos los habitantes. Esta responsabilidad compartida es nuestra mayor riqueza social y económica, pues ninguna estructura al margen de la responsabilidad  puede garantizar el desarrollo.

Hago hincapié en este compromiso constitucional porque contiene los valores más altos del ser humano y de la democracia, que a toda costa debemos mantener y fortalecer, por representar criterios capaces de orientarnos sobre los problemas del país y del mundo.

Vivimos un período de hondas mutaciones y múltiples desafíos que nos obligan a opciones legales y morales: desde el frenesí del armamentismo hasta el hambre y la desnutrición; desde el amparo de la bioética hasta el desarraigo de la familia,  desde la agresión incontenible contra las mujeres y los niños hasta la violación de la vida privada; desde la desigualdad y la exclusión hasta la inhumana ostentación del poder económico; desde la fractura de la alianza entre el ser humano y la naturaleza hasta el avance avasallador  de la criminalidad y el narcotráfico. La lista es amplia. Uno de sus capítulos más aleccionadores ha sido la reciente crisis económica, urdida y causada  por el antivalor de la ambición. Aunque se ha acrecentado la sensibilidad por los derechos humanos y la irradiación de los valores éticos, la confusión conceptual y la lentitud de la reacción ensombrece aún el panorama de la vida.

Los derechos individuales disociados del cumplimiento de los deberes resquebrajan la sociedad. La democracia sin responsabilidad ahoga  la libertad. El disentimiento enriquecedor de la democracia, sin la contrapartida de la responsabilidad, desemboca en el caos y en la ingobernabilidad. Las vías de hecho y  la impunidad  favorecen al agresor en el Estado, en la familia, en la escuela o  en la calle.

La democracia es rechazo de la arbitrariedad y apertura a la legalidad. La democracia es derecho a deliberar, pero, al mismo tiempo, obligación de decidir. La democracia es derecho a objetar, pero también imperativo y campo abierto para participar y proponer.

La democracia nos invita a disfrutar de lo que nos pertenece y hemos forjado mediante nuestro talento y nuestro trabajo, pero también nos impulsa a abrirnos con generosidad a los que tienen poco o carecen de todo. Es respetar y acompañar a quienes padecen limitaciones y que  también merecen satisfacer sus  ilusiones. Democracia es, en fin, creación sin tregua de oportunidades.

Hoy vengo a reafirmar mis convicciones frente a estas desafiantes y justas  dimensiones de la democracia y a proponer que nos unamos en un solo haz  para realizarlas con entereza.

Me presento ante ustedes enriquecida por las ideas que han hecho grande a nuestra patria, inspirada en los mejores valores y estimulada por una propuesta y una visión de país que las y los costarricenses consideraron merecedora de sus votos y que habremos de cristalizar en soluciones concretas con los más diversos sectores de nuestro país. Las elecciones son apenas un instante, crucial pero pasajero, en la vida de la nación. La tarea de construir la patria con la que soñamos es,  en cambio, una obligación permanente.

Pasadas las elecciones, se han creado y abierto espacios  para conversar y desembocar en acuerdos concretos de bien común. Este es el momento para construir una política en la que el liderazgo no consista en dictar una clase o articular una arenga, sino en compartir coincidencias y articular acuerdos.

Costa Rica es la patria que compartimos y  nuestro hogar común. En esta casa que nos abriga, nadie debe pretender el monopolio de la verdad. Constituye, más bien, un imperativo ético escuchar, poner oído atento y deliberar. Esta premisa orientará la acción de mi gobierno. Guiado por ella, abriré las  puertas a todas y todos los costarricenses; no sólo a los partidos políticos y a los gremios sociales o empresariales, sino también a los ciudadanos que a menudo nadie representa. Mi gobierno se esforzará en ser de todas y de todos, en procura siempre del bien común, con respeto y mente abierta.

Me presento ante ustedes con la seguridad de que la tarea que emprenderemos en los próximos cuatro años habrá de acercarnos aún más al destino que nos hemos fijado como nación ya casi bicentenaria. Honraremos así la visión y el tesón heroico de nuestros antepasados, al construir, en pocos años, en medio de su pobreza, una nación de leyes y de valores. Por eso estamos aquí; por eso estamos compartiendo esta fiesta de la democracia.

Trabajaremos en equipo por una Costa Rica más segura y mástranquila, con mayor y mejor presencia policial, con una más depurada cultura de legalidad para que los niños, las niñas y los jóvenes disfruten, sin temor, de los bienes de la libertad. Lucharemos también arduamente por una nación más segura de sus valores, de su sentido de responsabilidad, llena de confianza en su capacidad para alcanzar las más altas metas que nos hemos propuesto y que merecemos.

Mediante acciones eficaces, ordenadas y debidamente coordinadas, trabajaremos  por una Costa Rica más educada y preparada, mássana, con más y mejores viviendas, con opciones de cuido para su niños, niñas y adultos mayores, y que haga del combate a la pobreza su mayor compromiso.

Trabajaremos por una Costa Rica más próspera y competitiva, generadora de riqueza, comprometida con las micro, pequeñas y medianas empresas, y con empleos más productivos y mejorremunerados. Una Costa Rica en que debemos buscar el éxito individual que surge del esfuerzo, del talento, del rigor y de la imaginación, siempre que los logros de unos no conspiren contra los derechos y legítimos intereses  de los otros.

Trabajaremos por una Costa Rica más verde y más limpia, por unaeconomía pujante, respetuosa de sus recursos naturales y  capaz de producir la energía que consume de fuentes cien por ciento renovables. Una Costa Rica próspera y verde: lo próspero, compartido por todos; lo verde, protegido por todos.

Trabajaremos por una Costa Rica más innovadora, más inteligente y más emprendedora con una nueva economía impulsada por la biotecnología, la agricultura orgánica, la industria audiovisual, las infocomunicaciones y la industria aeroespacial, entre otras. Una Costa Rica donde el conocimiento y el desarrollo tecnológico tengan como fin último la dignificación y no la degradación del ser humano. Una Costa Rica, por ello, que deberá potenciar el valor de su gente.

Trabajaré por una Costa Rica capaz de mantener su liderazgo moral en el mundo gracias a la defensa de la paz, la libertad y los derechos humanos. Proyectando con más fuerza su firme determinación de luchar por la sostenibilidad de nuestro planeta, y compartiendo sin prejuicios ni vanidades las luchas comunes que deberemos librar de la mano de nuestras hermanas repúblicas centroamericanas.

Trabajaremos por una  Costa Rica nutrida de los valores fundamentales de la solidaridad, de la responsabilidad, del apego a la verdad, de la transparencia y de las virtudes cívicas, capaz de rechazar con firmeza las falsas promesas del egoísmo, la arrogancia y la indiferencia.

Esos esfuerzos y esas metas, que asumo hoy junto con un equipo de mujeres y hombres igualmente comprometidos con estos valores, serán vitales para enfrentar nuestros retos como sociedad.

Desafíos y esperanzas. Retos e ilusiones. Historia y futuro. Solidez para afianzarnos y disposición para avanzar con presteza y entusiasmo. Realismo y visión y, sobre todo, arraigo en lo mejor de nuestra historia  para labrar el porvenir.
Así, así me presento ante ustedes, queridas y queridos compatriotas, convencida de mis propósitos, ideales y  limitaciones personales, pero segura de la calidad de mis colaboradores y del apoyo del pueblo de Costa Rica, que merece lo mejor de nosotros. 

Mi compromiso es con la vida y con lo mejor de la vida, con los valores éticos, nuestra mejor carta de triunfo ante problemas internos y los desafíos de la globalización. Su vivencia plena, en el seno de las familias, en las aulas, en las empresas, en la calle, en los estadios, en los laboratorios, en todas nuestras actividades,  les dará sentido a nuestro desarrollo y a nuestras vidas.

Inspirada en estos valores, comparto con ustedes la historia reciente de un niño costarricense.  Sus padres Gustavo y Alejandra me han permitido narrar la misma. Se trata de Gustavo González. El fue presa del cáncer; fue uno de esos niños por los que se desviven nuestras familias y nuestro maravilloso Hospital Nacional de Niños. A los nueve años falleció, tras un combate intenso, por tres años, de él y de sus padres, por la vida.

Una de sus diversiones, pasatiempos o hobbies consistía en armar legos que, iba colocando, uno a uno, uno encima o al lado de otro, para completar las figuras de su imaginación. Disfrutaba con intensidad todo lo que hacía, solo le faltò, según sus últimas palabras, “mojarse en media calle bajo la lluvia”. Una vez una maestra le preguntó: -“¿Tenés algún hobby o diversión especial?”  “Sí, maestra”, le respondió el niño: “Mi hobby es vivir”.

Nuestro compromiso, costarricenses, es vivir así, con este coraje, con esta ilusión, con este sentido del tiempo y de la dignidad personal.

Somos una nación de hermanas y de hermanos. Y la fecunda labor de todos hará que en  nuestra tierra y en nuestros mares; que en cada uno de nuestros cantones y en cada uno de nuestros corazones; es decir, en toda Costa Rica, vivan por siempre el trabajo y la paz.

Muchas gracias y que Dios y la Virgen de Los Angeles nos ilumine y bendiga.

DISCURSO TOMA DE POSESIÓN LAURA CHINCHILLA MIRANDA 8 DE MAYO DE 2010



DISCURSO TOMA DE POSESIÓN
LAURA CHINCHILLA MIRANDA
8 DE MAYO DE 2010



Señores Jefes de Estado que nos honran con su presencia
Señoras y señores miembros de los Supremos Poderes de Costa Rica
Señores representantes oficiales
Oficiales de Gobiernos amigos

Queridas y queridos costarricenses:

Me presento ante ustedes con el corazón henchido de agradecimiento por la responsabilidad que han depositado en mí.

Me presento con la humildad de quien sabe que no podrá tener éxito en su tarea si no es capaz de convocar a ella a todas y todos los ciudadanos de buena fe.

Me presento con los brazos abiertos para estrechar en ellos a Costa Rica, con toda su gente, en toda su geografía, en toda su unidad y su espléndida diversidad.

Nos hemos congregado aquí, al aire libre y bajo el Sol, circundados de montañas, más allá de las cuales se enfilan cordilleras y llanuras para arribar, en una distancia de solo 119 kilómetros entre sí, a la inmensidad de dos océanos.

Las montañas  nos elevan al infinito, como invocación de trascendencia, y la  majestad de los océanos nos señalan la senda de la universalidad y de la hermandad. Un compatriota, Franklin Chang, veterano de siete viajes espaciales,  conjuga en Guanacaste, frente al océano Pacífico, ambas dimensiones. Nuestro astronauta sueña y refina con un grupo de científicos y trabajadores el motor de plasma para ascender, con la celeridad del espíritu, hacia el espacio sideral, testimonio singular, como el de muchos otros compatriotas, de excelencia y de superación.

Alrededor de nosotros, hechas una con la Tierra, las esferas que decoran este escenario nos recuerdan nuestras raíces ancestrales. Sembradas por los indios borucas en medio de nuestros bosques tropicales del sur, representan su búsqueda gozosa de armonía y de unidad, como plasmando, desde el alba de nuestro pueblo, un hilo conductor en nuestra historia. El boyero y la carreta, por su parte,  nos recuerdan al labriego sencillo, portador  de nuestras raíces rurales, que configuraron una sociedad de pequeños propietarios, forjadores de nuestra democracia. Nos acompañan también las mascaradas, donde se entremezclan y se igualan, a punta de barro y papel, los personajes de nuestra mitología popular con los habitantes de nuestras comunidades.

En el marco de esta geografía y de este simbolismo celebramos la renovación del rito democrático en la democracia más antigua de América Latina, que ya en el siglo diecinueve convirtió la educación,  costeada por el Estado, en  un derecho  universal, que en ese mismo siglo eliminó la pena de muerte en un gesto de exaltación a la vida, y que hace 61 años, al abolir el ejército, le declaró la paz al mundo.

Al amado pueblo de Costa Rica y a quienes conviven con nosotros les reitero mi  promesa de servirles con humildad, honestidad y firmeza.  Al Presidente, don Óscar Arias, le ratifico mi reconocimiento fervoroso, el de mi gobierno  y el de nuestra gente por sus imborrables servicios a la patria, que abrieron una ancha senda de confianza y esperanza para el país.

Comparto mi fe democrática y mis ilusiones por Costa Rica con los candidatos presidenciales en la justa electoral pasada. Su presencia en este acto  es signo de mejores días para Costa Rica.

Saludo agradecida y emocionada a nuestros distinguidos visitantes, representantes de gobiernos e instituciones internacionales, a quienes les  renovamos nuestra amistad y les tendemos nuestra mano amiga.

Acabo de jurar a  Dios y prometer a la Patria que observaré y defenderé la Constitución y las leyes de la República, y que cumpliré fielmente los deberes de mi cargo.  Este es mi legado, por él debo rendir cuentas  y por él quiero que me juzguen. Esta no es una opción política. Es la consecuencia ineludible de un juramento solemne en el que resaltan, en el orden práctico, el Estado de derecho y la potencia del sentido del deber personal. El juramento constitucional me obliga a dar testimonio de su cumplimiento, tanto por mí, pero también, y por extensión,  por todas y todos los habitantes. Esta responsabilidad compartida es nuestra mayor riqueza social y económica, pues ninguna estructura al margen de la responsabilidad  puede garantizar el desarrollo.

Hago hincapié en este compromiso constitucional porque contiene los valores más altos del ser humano y de la democracia, que a toda costa debemos mantener y fortalecer, por representar criterios capaces de orientarnos sobre los problemas del país y del mundo.

Vivimos un período de hondas mutaciones y múltiples desafíos que nos obligan a opciones legales y morales: desde el frenesí del armamentismo hasta el hambre y la desnutrición; desde el amparo de la bioética hasta el desarraigo de la familia,  desde la agresión incontenible contra las mujeres y los niños hasta la violación de la vida privada; desde la desigualdad y la exclusión hasta la inhumana ostentación del poder económico; desde la fractura de la alianza entre el ser humano y la naturaleza hasta el avance avasallador  de la criminalidad y el narcotráfico. La lista es amplia. Uno de sus capítulos más aleccionadores ha sido la reciente crisis económica, urdida y  causada  por el antivalor de la ambición. Aunque se ha acrecentado la sensibilidad por los derechos humanos y la irradiación de los valores éticos, la confusión conceptual y la lentitud de la reacción ensombrece aún el panorama de la vida.

Los derechos individuales disociados del cumplimiento de los deberes resquebrajan la sociedad. La democracia sin responsabilidad ahoga  la libertad. El disentimiento enriquecedor de la democracia, sin la contrapartida de la responsabilidad, desemboca en el caos y en la ingobernabilidad. Las vías de hecho y  la impunidad  favorecen al agresor en el Estado, en la familia, en la escuela o  en la calle.

La democracia es rechazo de la arbitrariedad y apertura a la legalidad. La democracia es derecho a deliberar, pero, al mismo tiempo, obligación de decidir. La democracia es derecho a objetar, pero también imperativo y campo abierto para participar y proponer.

La democracia nos invita a disfrutar de lo que nos pertenece y hemos forjado mediante nuestro talento y nuestro trabajo, pero también nos impulsa a abrirnos con generosidad a los que tienen poco o carecen de todo. Es respetar y acompañar a quienes padecen limitaciones y que  también merecen satisfacer sus ilusiones. Democracia es, en fin, creación sin tregua de oportunidades.

Hoy vengo a reafirmar mis convicciones frente a estas desafiantes y justas  dimensiones de la democracia y a proponer que nos unamos en un solo haz  para realizarlas con entereza.

Me presento ante ustedes enriquecida por las ideas que han hecho grande a nuestra patria, inspirada en los mejores valores y estimulada por una propuesta y una visión de país que las y los costarricenses consideraron merecedora de sus votos y que habremos de cristalizar en soluciones concretas con los más diversos sectores de nuestro país. Las elecciones son apenas un instante, crucial pero pasajero, en la vida de la nación. La tarea de construir la patria con la que soñamos es,  en cambio, una obligación permanente.

Pasadas las elecciones, se han creado y abierto espacios  para conversar y desembocar en acuerdos concretos de bien común. Este es el momento para construir una política en la que el liderazgo no consista en dictar una clase o articular una arenga, sino en compartir coincidencias y articular acuerdos.

Costa Rica es la patria que compartimos y  nuestro hogar común. En esta casa que nos abriga, nadie debe pretender el monopolio de la verdad. Constituye, más bien, un imperativo ético escuchar, poner oído atento y deliberar. Esta premisa orientará la acción de mi gobierno. Guiado por ella, abriré las  puertas a todas y todos los costarricenses; no sólo a los partidos políticos y a los gremios sociales o empresariales, sino también a los ciudadanos que a menudo nadie representa. Mi gobierno se esforzará en ser de todas y de todos, en procura siempre del bien común, con respeto y mente abierta.

Me presento ante ustedes con la seguridad de que la tarea que emprenderemos en los próximos cuatro años habrá de acercarnos aún más al destino que nos hemos fijado como nación ya casi bicentenaria. Honraremos así la visión y el tesón heroico de nuestros antepasados, al construir, en pocos años, en medio de su pobreza, una nación de leyes y de valores. Por eso estamos aquí; por eso estamos compartiendo esta fiesta de la democracia.

Trabajaremos en equipo por una Costa Rica más segura y mástranquila, con mayor y mejor presencia policial, con una más depurada cultura de legalidad para que los niños, las niñas y los jóvenes disfruten, sin temor, de los bienes de la libertad. Lucharemos también arduamente por una nación más segura de sus valores, de su sentido de responsabilidad, llena de confianza en su capacidad para alcanzar las más altas metas que nos hemos propuesto y que merecemos.

Mediante acciones eficaces, ordenadas y debidamente coordinadas, trabajaremos  por una Costa Rica más educada ypreparada, más sana, con más y mejores viviendas, con opciones de cuido para su niños, niñas y adultos mayores, y que haga del combate a la pobreza su mayor compromiso.

Trabajaremos por una Costa Rica más próspera y competitiva, generadora de riqueza, comprometida con las micro, pequeñas y medianas empresas, y con empleos más productivos y mejorremunerados. Una Costa Rica en que debemos buscar el éxito individual que surge del esfuerzo, del talento, del rigor y de la imaginación, siempre que los logros de unos no conspiren contra los derechos y legítimos intereses  de los otros.

Trabajaremos por una Costa Rica más verde y más limpia, por unaeconomía pujante, respetuosa de sus recursos naturales y  capaz de producir la energía que consume de fuentes cien por ciento renovables. Una Costa Rica próspera y verde: lo próspero, compartido por todos; lo verde, protegido por todos.

Trabajaremos por una Costa Rica más innovadora, más inteligentey más emprendedora con una nueva economía impulsada por la biotecnología, la agricultura orgánica, la industria audiovisual, las infocomunicaciones y la industria aeroespacial, entre otras. Una Costa Rica donde el conocimiento y el desarrollo tecnológico tengan como fin último la dignificación y no la degradación del ser humano. Una Costa Rica, por ello, que deberá potenciar el valor de su gente.

Trabajaré por una Costa Rica capaz de mantener su liderazgo moral en el mundo gracias a la defensa de la paz, la libertad y los derechos humanos. Proyectando con más fuerza su firme determinación de luchar por la sostenibilidad de nuestro planeta, y compartiendo sin prejuicios ni vanidades las luchas comunes que deberemos librar de la mano de nuestras hermanas repúblicas centroamericanas.

Trabajaremos por una  Costa Rica nutrida de los valores fundamentales de la solidaridad, de la responsabilidad, del apego a la verdad, de la transparencia y de las virtudes cívicas, capaz de rechazar con firmeza las falsas promesas del egoísmo, la arrogancia y la indiferencia.

Esos esfuerzos y esas metas, que asumo hoy junto con un equipo de mujeres y hombres igualmente comprometidos con estos valores, serán vitales para enfrentar nuestros retos como sociedad.

Desafíos y esperanzas. Retos e ilusiones. Historia y futuro. Solidez para afianzarnos y disposición para avanzar con presteza y entusiasmo. Realismo y visión y, sobre todo, arraigo en lo mejor de nuestra historia  para labrar el porvenir.
Así, así me presento ante ustedes, queridas y queridos compatriotas, convencida de mis propósitos, ideales y limitaciones personales, pero segura de la calidad de mis colaboradores y del apoyo del pueblo de Costa Rica, que merece lo mejor de nosotros. 

Mi compromiso es con la vida y con lo mejor de la vida, con los valores éticos, nuestra mejor carta de triunfo ante problemas internos y los desafíos de la globalización. Su vivencia plena, en el seno de las familias, en las aulas, en las empresas, en la calle, en los estadios, en los laboratorios, en todas nuestras actividades, les dará sentido a nuestro desarrollo y a nuestras vidas.

Inspirada en estos valores, comparto con ustedes la historia reciente de un niño costarricense.  Sus padres Gustavo y Alejandra me han permitido narrar la misma. Se trata de Gustavo González. El fue presa del cáncer; fue uno de esos niños por los que se desviven nuestras familias y nuestro maravilloso Hospital Nacional de Niños. A los nueve años falleció, tras un combate intenso, por tres años, de él y de sus padres, por la vida.

Una de sus diversiones, pasatiempos o hobbies consistía en armar legos que, iba colocando, uno a uno, uno encima o al lado de otro, para completar las figuras de su imaginación. Disfrutaba con intensidad todo lo que hacía, solo le faltò, según sus últimas palabras, “mojarse en media calle bajo la lluvia”. Una vez una maestra le preguntó: -“¿Tenés algún hobby o diversión especial?” “Sí, maestra”, le respondió el niño: “Mi hobby es vivir”.

Nuestro compromiso, costarricenses, es vivir así, con este coraje, con esta ilusión, con este sentido del tiempo y de la dignidad personal.

Somos una nación de hermanas y de hermanos. Y la fecunda labor de todos hará que en  nuestra tierra y en nuestros mares; que en cada uno de nuestros cantones y en cada uno de nuestros corazones; es decir, en toda Costa Rica, vivan por siempre el trabajo y la paz.

Muchas gracias y que Dios y la Virgen de Los Angeles nos ilumine y bendiga.