-La polémica que rodea a Víctor Láscarez por haber ayudado a cruzar a Costa Rica a dos árabes, incidente que provocó su renuncia como cónsul general de este país en Managua, salió a relucir nuevamente tras conocerse que en enero podría asumir un escaño en el parlamento tico.
Láscarez renunció como cónsul general de Costa Rica en Nicaragua el pasado 30 de abril, a solicitud del presidente Óscar Arias, por el “procedimiento indebido” en el que habría incurrido al ayudar a dos árabes a cruzar la frontera de Peñas Blancas en su propio carro con placa diplomática.
Él había sido separado de su cargo desde el pasado 15 de marzo, mientras la Comisión de Ética del gobierno lo investigaba.
Su principal crítico, el diputado del opositor Partido Acción Ciudadana, Alberto Salom, manifestó ayer ante el plenario legislativo su preocupación por la eventual designación de Láscarez, tras la salida de la diputada oficialista María de los Ángeles Antillón Guerrero, quien trabajará en el área de comunicación de la Presidencia.
El polémico personaje fue candidato a diputado por Partido Liberación Nacional (PLN), en las elecciones de febrero 2006, cuando salió electo por segunda vez Óscar Arias. Láscarez estaba ubicado en el noveno lugar en la papeleta de diputados por San José, la capital, pero no reunió los votos suficientes para ser electo.
El diputado Salom exigió al Gobierno de la República difundir en las próximas horas, el contenido del informe que presentó la Comisión de Ética el 24 de abril de 2008 y que motivó a Arias a solicitar la renuncia de Láscarez.
Dicho informe, preparado a solicitud del diputado Salom Echeverría, concluyó que el ex funcionario “incurrió en violación de los principios éticos de integridad, probidad, objetividad, responsabilidad y prudencia”, en el ejercicio de su cargo consular.
DIO VISA A ILEGAL
Según publico hoy el diario Al Día, Láscarez otorgó una visa consular al libanés Ziad Bader Eldine, a pesar que el árabe estaba ilegal en Costa Rica.
Citando un informe de la Dirección del Servicio Exterior de la cancillería costarricense, el diario asegura que el entonces cónsul, viajó desde Managua a Peñas Blancas el 13 de septiembre del 2007 y le entregó el pasaporte con la visa al libanés, quien estaba detenido en la frontera de Peñas Blancas, tras ingresar de manera ilegal al país.
“Las autoridades nicaragüenses entregaron el libanés a Láscarez quien lo trajo a Costa Rica en su vehículo con placas diplomáticas, sin informar a Migración sobre una posible situación irregular, constató la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS)”, cita el diario.
ARIAS SABÍA
El propio presidente Arias conoció de este incidente, tras una nota que le envió su cónsul el 6 de noviembre del 2007, justificando sus acciones, tras ser indagado por el canciller Bruno Stagno. La Presidencia no ha revelado ningún informe y aduce razones legales para hacerlo.
En la nota, Láscarez le explicó al Presidente que fueron el cónsul de Jordania y un hermano de Ziad, quienes le pidieron la visa para este.
“Entonces le prometí que yo hablaría con el señor Director de Migración para que estudiara el caso”, dijo el ex cónsul a Arias. La visa habría sido autorizada el 10 de septiembre, por el director de Migración y Extranjería, Mario Zamora, según el informe que cita el diario.
Un reporte de la DIS presume que Ziad vivía de forma ilegal en Costa Rica desde el 2006, porque su pasaporte, en el cual el ex cónsul le estampó la visa, no tenía sellos de ingreso al país y el único movimiento migratorio que registra es del día en que ingresó en el vehículo diplomático desde Peñas Blancas.
Láscarez también le dio visa e introdujo a Costa Rica a un jordano de apellido Owaydeh, el 13 de septiembre del 2008, según la Cancillería.
Según la DIS, Láscarez presentó a ambos como “sus amigos” en el puesto fronterizo, pero ante su Cancillería había declarado que no tenía ninguna relación con Ziad.
“Resulta difícil de justificar que un funcionario consular costarricense proceda a emitir una visa y trasladarse desde Managua al puesto fronterizo a hacer entrega al extranjero solicitante de su pasaporte, a pesar de no conocer ni tener ninguna relación en particular con el interesado, según lo indicado por el propio Cónsul", apunta el documento, según el diario.