Los números secretos de la refinería china
Los estados financieros confidenciales de la Sociedad Reconstructora Chino Costarricense S.A. (Soresco S.A.) revelan que pagó generosos beneficios a los 26 ejecutivos chinos que la Corporación Nacional Petrolera de China (CNPC) trajo al país.
Soresco S.A. es la empresa conjunta que Costa Rica y China fundaron para impulsar el proyecto de remodelar la refinería petrolera de Moín, Limón, una obra cuyo costo se calculó en $1.500 millones (¢750.000 millones).
Según sus estados financieros confidenciales −que el presidente de Soresco, Wang Xingyi, envió al presidente ejecutivo de Recope el 10 de julio del 2012−, la empresa conjunta presupuestó más de $4,3 millones (¢2.165 millones) para los salarios de técnicos y personal administrativo, durante el 2012.
Todas las páginas de los estados financieros de Soresco tienen un rótulo que declara al material como “confidencial”. El documento fue enviado como adjunto en una respuesta que el entonces presidente de Recope, Jorge Villalobos, ofreció a la Defensora de los Habitantes, Ofelia Tailtelbaum.
Los estados financieros revelan que, a julio del año pasado, la empresa tenía un patrimonio de $43,9 millones (¢21.952 millones) de los cuales destinó $1.021.000 (¢510 millones) para gastos de viajes.
Además, en el presupuesto del 2012 se detallan otros tres rubros ligados a reuniones y almuerzos de trabajo que, en conjunto, sumaron $1.066.000 (¢533 millones).
El documento especifica también que Soresco presupuestó el año pasado $1.4 millones (¢729 millones) para pagar un bono salarial extra a los 26 ejecutivos chinos aportados por la CNPC.
Este “paquete de expatriación” lo recibe cada uno de los funcionarios chinos que trabajan en Soresco, durante toda su estadía en Costa Rica y el monto que cada uno de los ejecutivos recibe es proporcional a su salario.
Todos estos gastos se pagaron con los aportes de capital que la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y la China National Petroleum Corporation (CNPC) realizaron a Soresco S.A.
En total, entre julio del 2010 y febrero del 2013, en cinco tractos, Recope giró $50 millones (¢25.000 millones) de fondos públicos a Soresco S.A.
UNIVERSIDAD intentó obtener la versión del presidente de Soresco, Wang Xingyi, se trató de contactarlos telefónicamente en las oficinas de la empresa en Santa Ana y se les envió un correo electrónico; pero, al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.
El vicepresidente de Soresco, William Ulate, alegó ante una consulta sobre el detalle de los estados financieros de la empresa, que trabaja exclusivamente en la parte de ingeniería en Soresco y que “no tengo asignado nada que tenga que ver con lo financiero de Soresco. Esas preguntas debe dirigirlas a la Gerencia General de Soresco o a Recope, quien es el que revisa los estados financieros de Soresco”.
Por su parte, Jorge Villalobos −quien renunció a la presidencia ejecutiva de Recope el jueves pasado, luego de que la Contraloría ordenó frenar el proyecto de modernización de la refinería− no respondió los mensajes dejados en su teléfono celular.
VIAJE GRATIS A CHINA
Wang Xingyi, Presidente de Soresco. Los beneficios que los representantes de Costa Rica ante Soresco acordaron otorgar a los ejecutivos chinos, incluyen el reconocimiento de un mes de vacaciones pagadas por cada tres meses de trabajo, así como el pago de los tiquetes aéreos entre Costa Rica y China.
De acuerdo con datos recopilados por la Contraloría General de la República (CGR), por concepto de estos viajes de vacaciones a China, Soresco había desembolsado a febrero de este año $503.462 (¢251 millones).
Adicionalmente, según la Contraloría, se gastaron otros $27.183 (¢13.5 millones) en la compra de los tiquetes aéreos para los funcionarios chinos.
A los empleados orientales también se les reconoció el alquiler de las casas en donde viven. Según datos del órgano contralor, por este rubro Soresco gastó $475.876 (¢237 millones).
El presidente de Soresco, Wang Xingyi, vive en la casa 120 del residencial Valle del Sol, ubicado en Pozos de Santa Ana, un residencial de 137 hectáreas, con áreas verdes, piscinas y canchas de tenis y de golf.
DOBLE CARGA A RECOPE
La información recogida por la Contraloría, revela que en el proyecto de modernización de la refinería, a Recope se le aplicaba una carga doble en el pago de la planilla salarial de los funcionarios de Soresco.
El informe DFOE-AE-0050 de la CGR detalla que, a febrero de este año, Recope pagaba el salario y el resto de los beneficios laborales de los siete funcionarios costarricenses que designó para trabajar en Soresco S.A.
Dicho desembolso fue adicional al aporte de $50 millones que Recope hizo a la empresa conjunta.
Sin embargo, la CNPC −su contraparte china en el negocio− no pagó el salario y los paquetes de beneficios laborales de los 26 empleados que aportó a Soresco.
Estos salarios y los beneficios antes descritos son pagados con fondos de Soresco, de los cuales la mitad provienen del aporte efectuado por Recope, por lo cual finalmente la refinadora costarricense recibió una doble imposición financiera: pagó con sus propios recursos los salarios de sus funcionarios y además aportó el capital de donde se pagaron los salarios de los funcionarios chinos.
JUEZ Y PARTE
La investigación de la Contraloría reveló de igual manera la existencia de un conflicto entre las funciones del ingeniero designado para representar a Recope en Soresco y las fiscalización por parte de Recope de los fondos públicos destinados al proyecto.
El representante de Recope en Soresco es William Ulate, quien funge como gerente de proyecto y vicepresidente de Soresco S.A.
A Ulate, la directiva de Recope le asignó la supervisión, control y fiscalización de los fondos públicos que tengan que ver con Soresco.
Ulate alegó al órgano contralor que “no queda bajo el alcance de mi trabajo como gerente de proyecto de Recope, la administración, supervisión, control y fiscalización de los fondos públicos que tengan cualquier tipo de relación con Soresco”.
No obstante, en la descripción de sus funciones que hizo la directiva de Recope sí le asigna esas tareas de control, por lo que la CGR advirtió a la refinadora que esa duplicidad de funciones −como gerente de Soresco y como fiscalizador por parte de Recope de los recursos dados a esa empresa− representan un alto riesgo de que se presenten conflictos de interés.
“Las tareas encomendadas al referido funcionario, como ejecutor, controlador y fiscalizador de múltiples decisiones y actos relativos al proyecto, representan un alto riesgo de que se den eventuales conflictos de interés y las incompatibilidades funcionales ya mencionadas”, señaló Lilliam Marín, gerente de fiscalización de la CGR.