Solo esta semana la oficina de prensa de Presidencia no reveló a los medios tres de las reuniones que sostuvo el Presidente en el marco de la atención de esta emergencia: la del martes con diversos sectores productivos, la del miércoles con los jefes de fracción para discutir cuestiones de financiamiento para la reconstrucción y la del jueves con los embajadores acreditados en el país, donde solicitó su cooperación a la comunidad internacional.
Casa Presidencial se limita a enviar fotografías y escuetas informaciones que no comunican con mayor detalle la labor de Solís, quien decidió esta semana trasladar su oficina y a sus colaboradores a la estación del Cuerpo de Bomberos en Santo Domingo de Heredia, con la excusa de tener más cerca información de primera mano sobre la emergencia.
Se debe añadir que desde esta semana no ha habido conferencias de prensa para dar detalles de los trabajos realizados para atender a los damnificados, toda la información se enmarca en breves y vacíos comunicados.
El ocultamiento de la agenda de Solís por parte de la Presidencia es asunto de siempre, para ello sus asesores se inventan una excusa, pero en esta oportunidad coincide con un momento álgido en el polémico caso de presunta corrupción y tráfico de influencias que salpicó a este gobierno por el caso “Cementazo”.
Esta semana trascendieron más mensajes enviados por el viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez, los cuales sugieren un conocimiento del mandatario de las gestiones a favor del importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños. La semana pasada Solís lo desmintió, pero ante los nuevos cuestionamientos guarda silencio.
Con este accionar lo único que busca Presidencia es que la prensa no pueda llegar donde está el mandatario y le haga consultas sobre un tema que indiscutiblemente le atañe.
Para este viernes se desconoce qué hace el mandatario en la atención de la emergencia.