LA MOTIVACIÓN SE FUE DE VIAJE
Dr. Rodolfo Hernández Gómez
Cuando hace seis
meses me introduje en un mundo que marcó mi vida al decidir abandonar el
confort que me rodeaba para luchar por mi país desde la acción política
beligerante nunca pensé que me tendría que enfrentar a tanta intriga, tanta
envidia, tanto egoísmo, tanta traición y tanta deslealtad.
Amigas y amigos me
lo advirtieron; pero siempre me resistí a aceptar todo cuanto me decían. No
cabía en mi mente que la política se prestase para dañar; me resistía a aceptar
que una acción tan noble como la política hubiese sido prostituida desde sus
cimientos.
Medio año ha sido
suficiente para comprobar el diagnóstico: la democracia está en cuidados
intensivos porque los responsables de velar por ella la ultrajaron, la
debilitaron, la violaron y pretenden mantenerla así, secuestrada, para
favorecer intereses personales o de grupo que yo no puedo cohonestar.
Decepción es lo que
siento cuando me entero de que políticos de mi propio partido andan de pueblo
en pueblo pidiendo que no voten por mí; frustración es lo que siento cuando
candidatos a diputado, una vez elegidos, se niegan a trabajar junto a mí bajo
el argumento de que lo único que importa para ellos es llegar a Cuesta de Moras
aunque al partido se lo lleve el diablo. Y rabia es lo que siento cuando sé que
mis detractores le informan al candidato oficial que harán lo posible para que
yo no gane las elecciones.
Desilusión es lo
que siento cuando la gente que puede contribuir a la campaña se niega a
hacerlo, presionadas por quien pensó que mi candidatura sería no para ganar
sino para resucitar al partido y allanar el camino para que otro sea el
candidato en el 2018.
Coraje es lo que
siento cuando personas que se dijeron sinceras abandonan sus obligaciones y
procuran chantajearme para que me deshaga de los colaboradores que estuvieron
conmigo desde el principio de esta lucha.
Tristeza es lo que
siento cuando muchos se resisten a respaldarme por la sencilla razón de que
hago política sana, transparente, honesta y sin componendas.
No puedo aceptar
que los Caínes modernos sigan matando a los Abeles por la simple razón de que
les estorban.
Rechazo es lo que
siento cuando comunicadores inteligentes se hacen los tontos prestándose con
sus lenguas y plumas retorcidas para descalificarme porque según ellos no tengo
colmillo y digo las cosas de manera inusual y divulgan informaciones
sobre temas a los que no me he referido procurando ponerme en desventaja frente
a otros aspirantes.
En estos meses, junto
a mi esposa, mis hijas y mis yernos, he peleado la batalla de mi vida para
adecentar la política, para devolverle la fe a la gente, para recuperar la
esperanza y para restaurar la dignidad perdida.
Pero todo tiene su
límite. A pesar de que estamos a cinco puntos del candidato oficial, he
decidido retirarme y volver a la Dirección del Hospital Nacional de Niños para
satisfacer mi vocación: la de servirle a Costa Rica desde un ambiente no
contaminado, rodeado de amor, honor, respeto y fraternidad.
Además, se
equivocaron quienes pensaron que soy manipulable, que soy maleable, que soy
manejable, que puedo ser exhibido como trofeo de cazador inescrupuloso.
“Esta decisión que
ahora tomo la he meditado junto a los seres que más amo: mi esposa Marcelle,
mis hijas y mis yernos. No ha sido fácil para mí,( acostumbrado como estoy a
trabajar y vivir sin sobresaltos, apegado siempre a normas éticas y morales que
han regido mis actuaciones públicas y privadas) dejar de lado esta ilusión que
me acompañó por poco más de 150 días. Pero todo lo bueno se acaba…lástima que
el sueño de luchar por rescatar a Costa Rica desde las trincheras de la Unidad
se haya roto de esta manera.
He hecho un gran
esfuerzo para continuar; pero no soporto más puñaladas por la espalda.
Esta no es la
democracia con que sueño; éste no es el partido que siempre defendí. Esto no es
lo que quiero para Costa Rica.
Muchas gracias a
los cientos de miles de costarricenses que me dieron su apoyo; nunca tendré con
qué pagarles tanta bondad.
A los comunicadores
les pido un favor: no me busquen; esta es la única declaración que daré sobre
este tema.
La motivación se
fue de viaje y no creo que retorne antes del dos de febrero.