Inundan miles de peregrinos la Basílica de la Natividad en Belén
De 37 mil habitantes, Belén tuvo hasta hace unas décadas una abrumadora mayoría cristiana, pero en los últimos años su proporción ha bajado a menos de la mitad, lo que es motivo de preocupación para las autoridades eclesiásticas.
Belén.- Miles de peregrinos participaron hasta bien entrada la madrugada en la tradicional Misa del Gallo en la ciudad de Belén, sobre el mismo lugar donde se encuentra la gruta en la que nació Cristo.
Oficiada por el Patriarca Latino de Jerusalén, Foaud Twal, y repetida en varios idiomas, entre ellas el español, para deleite de todos los presentes, la Misa comenzó a medianoche y concluyó cuando una imagen del Niño Jesús fue trasladada solemnemente de la Basílica hasta la Gruta de la Natividad.
Twal, que entró en funciones hace sólo seis meses, dedicó su mensaje a la situación en la región, y dijo que "la paz es un regalo del Señor", y se refirió también al muro que rodea Belén, construido por Israel en 2003 para impedir el acceso de suicidas a Jerusalén.
"Ni el más alto de los muros puede garantizar la seguridad", advirtió.
Aún así, su mensaje fue mucho menos político que los que hacía su predecesor, Michel Sabah, quien solía irritar a las autoridades israelíes por su identificación con la causa palestina.
A Belén llegaron este año decenas de miles de peregrinos, que anoche retaron al mal tiempo y la sensación de frío helado sumándose a la población palestina local en estos festejos.
"Es una alegría ver a tantos peregrinos, nosotros somos cada vez menos y ver a tantos cristianos aquí nos llena el corazón", dijo a Notimex Mariam, una palestina de Belén que trabaja en la Plaza del Pesebre.
De 37 mil habitantes, Belén tuvo hasta hace unas décadas una abrumadora mayoría cristiana, pero en los últimos años su proporción ha bajado a menos de la mitad, lo que es motivo de preocupación para las autoridades eclesiásticas.
La llegada de peregrinos es en ese sentido una forma de reafirmar el derecho cristiano a la ciudad donde nació Jesús, y este año los peregrinos no han defraudado.
Según estadísticas del Ministerio de Turismo de Israel, unos 60 mil cristianos cruzaron el paso entre Jerusalén y Belén este mes de diciembre, y a lo largo de todo el año fueron más de un millón.
La oferta espiritual de la que disponen es inigualable en el mundo pero las colas han sido también sin precedentes desde 2000, cuando empezó la Intifada y Belén se vio desposeída de su turismo cristiano.
"Hemos venido ahora porque está todo mucho más tranquilo", afirmó Paul Lander, un peregrino de los Estados Unidos, "en años anteriores quisimos hacerlo pero tuvimos miedo porque veíamos los bombardeos, la guerra".
Su mujer, Melany, ya había visitado Belén en la década pasada, y relató que le fue "impactante" ver de cerca el muro que rodea la ciudad.
Los que más disfrutan estos días de la presencia de peregrinos son los vendedores de artículos religiosos, que notan un serio incremento en sus ventas y ven con optimismo sus negocios por la próxima visita del Papa Benedicto a Tierra Santa.
El Papa debe llegar en mayo para un peregrinaje por los lugares santos, y la población palestina espera que sean miles los creyentes que le sigan hasta aquí.
"Muchos vinieron con Juan Pablo, y esperamos que ahora lo hagan con Benedicto", dijo Mariam con una sonrisa de esperanza.
Desde El Vaticano, Benedicto se acordó anoche del lugar del nacimiento de Cristo y rezó una oración "por la paz de Belén" durante la Misa del Gallo.
A lo largo de la jornada de hoy los miles de peregrinos que hay en la ciudad desfilarán por los lugares santos,y se espera la llegada de otros miles que duermen en Jerusalén.