"Creemos que hay que hacer un último esfuerzo para producir una gran convergencia. Tanta gente lo pide, y entonces ¿cómo es que no somos capaces de producirla? Nosotros no cerramos ninguna puerta. Hasta el 23 de octubre en el campo electoral es posible la coalición, la convergencia, vamos a seguir luchando, estamos con vigor, peleando. Vamos a seguir adelante", declaró el diputado Merino.
"Eso (la lucha por la coalición) no está cerrada, se va a mantener hasta el último día, pero es cierto que han surgido muchos obstáculos, a veces parece que lo electoral que en lugar de una oportunidad para las fuerzas progresistas opera como una trampa", declaró el diputado de izquierda.
Durante una entrevista con Informa-tico.com, Merino fue tajante al señalar que "si la fotografía sigue como está, no hay que ser profeta para afirmar que aquí va a haber continuismo neoliberal".
Merino dijo que hoy existe "un poder muy concentrado, que quizás es de las cosas más graves que están ocurriendo a nuestro país. Es una enorme concentración de poder como no se veía en las últimas décadas: concentración del poder político, poder financiero, poder económico, poder mediático, poder institucional, que se ha concentrado hoy en lo que significa el gobierno de Oscar Arias".
Merinoa agrego que quienes gobiernan hoy "quieren todo: su penetración en el Poder Judicial, en el Ejecutivo, Legislativo, y no admiten ni que haya una Defensoría de los Habitantes independiente, también la quieren".
Merino dijo que "uno de los grandes éxitos de estos 25 años de neoliberalismo ha sido la capacidad que han tenido de fragmentar a los sectores sociales, a los sectores políticos, pues no como una conspiración, pero que de hecho está operando".
Según Merino, "esos miedos son también introducidos, son potenciados. Hay aquí gente que le sigue teniendo un enorme miedo a lo que pueda decir mañana el editorial de La Nación, que todavía no pueden apreciar cómo hemos ido incluso quebrantando la credibilidad de esos medios"
En ese sentido, agregó que "hay gente que si mañana sale una foto en La Nación o un editorial se paraliza. Esa es la verdad, y que todavía piensan que sin el apoyo implícito o tácito de algunos poderes fácticos del poder mediático y de la economía, e incluso de qué se piense en el Departamento de Estado, que no se puede gobernar en Costa Rica".
El diputado Merino dijo que en este momento no ve a ningún partido, ni siquiera al PAC, que estuvo a 18.000 votos de ganar los comicios en el 2006, con capacidad para "ganar en solitario".
"Yo creo que todos los partidos políticos tienen como meta alcanzar todos los votos; pero luego viene la dura realidad. No parece posible que el PAC en solitario pueda tener los votos para ganar. Me parece, no lo digo por las encuestas, aunque hay gente que cuando le van bien las aplaude, y cuando le va mal dicen que no sirven para un carajo", advirtió.
Merino dijo que "soy un crítico permanente de lo que hemos llamado la "sondeocracia", es decir, comprendemos que el papel que están jugando las encuestas es nefasto para la vida democrática, no porque acierten al final o se alejen, sino por el poder que tienen de sugestión, de manipulación, mucho antes de que se produzca la votación".
"Yo no veo en condiciones al PAC de decir aquí está el partido que..., como repartiendo la piel del oso ya, repartiendo el gabinete. Me parece que no es así, yo no veo el PAC hoy como una fuerza en ascenso, lo digo francamente", manifestó.
Entrevista completa con el diputado del Frente Amplio, José Merino¿Que pasó don José con la unidad, la coalición, era el sueño del movimiento que levantó la bandera por un nuevo modelo de desarrollo. ¿Qué pasó, ya no habrá unidad?
Yo creo que la unidad va a seguir siendo el sueño, pero mientras ese sueño no se materialice el poder neoliberal seguirá dominando este país. Aunque la unidad es un sentimiento que va más allá de una coyuntura electoral, es una constante que es muchas veces traicionado, o no es comprendido, por los que ocupan u ocupamos puestos de responsabilidad en los movimientos políticos y sociales. Entonces ese sueño, era mucho más alcanzable después de ese gran acontecimiento del TLC y el referendo. La gente vio que estaba muy cerca la posibilidad de derrotar lo que se consideraba malo, y que lo que se consiguió en la lucha contra el TLC se podía llevar al terreno electoral, y con posibilidades reales de conquistar el gobierno.
Eso no está cerrado, se va a mantener hasta el último día, pero es cierto que han surgido muchos obstáculos, a veces parece que lo electoral que en lugar de una oportunidad para las fuerzas progresistas opera como una trampa. Las críticas que hacíamos al TLC: que atentaba contra la solidaridad, el bien común, el que todo lo querían someter al mercado, parece que ahora nosotros somos víctimas de ese mismo mercado electoral, que nos lleva a la competencia, a la fragmentación.
Entonces, han surgido muchas dificultades. Cada uno tendrá que asumir su propia responsabilidad, pero creo que la principal dificultad ha surgido precisamente de partidos políticos que tenían pues mayor peso en este movimiento, y particularmente una visión muy limitada, en esta coyuntura, del Partido Acción Ciudadana.
¿Qué es lo que ha atentado contra esa unidad. Un miedo del PAC de aliarse con la izquierda y a ser visto por la derecha como un aliado de la izquierda, o que el PAC cree que puede ganar por si mismo...?
Yo creo que hay, por un lado, una responsabilidad interna que está en el mismo movimiento, pues donde es cierto que por un lado, en el PAC, en la alta dirigencia ha prevalecido ese cálculo, el temor a la fotografía con la izquierda porque eso le podría restar votos por el centro o por la derecha. Yo creo que ese fantasma, yo creo que hay algunas personas que rompieron con los partidos tradicionales, pero no rompieron con la servidumbre de la guerra fría. Entonces ese fantasma de ver palabra como un riesgo, y en el contexto de América Latina, el fantasma del chavismo, ha operado en esas fuerzas en contra de unidad.
Pero también hay gente que sigue haciendo su labor, digámoslo así...Uno de los grandes éxitos de estos 25 años de neoliberalismo ha sido la capacidad que han tenido de fragmentar a los sectores sociales, a los sectores políticos, pues no como una conspiración, pero que de hecho está operando. Esos miedos son también introducidos, son potenciados. Hay aquí gente que le sigue teniendo un enorme miedo a lo que pueda decir mañana el editorial de La Nación, que todavía no pueden apreciar cómo hemos ido incluso quebrantando la credibilidad de esos medios. Hay gente que si mañana sale una foto en La Nación o un editorial se paraliza, esa es la verdad, y que todavía piensan que sin el apoyo implícito o tácito de algunos poderes fácticos del poder mediático y de la economía, e incluso de qué se piense en el Departamento de Estado, que no se puede gobernar en Costa Rica.
Entonces son factores complejos. Pero también hay otra gente que habla de unidad, pero que viven permanentemente alzando el garrote. Entonces hay una cultura, hemos dicho, en los sectores de izquierda, en los sectores populares, que busca el adversario permanentemente en nuestras propias filas. Ahí también hay una responsabilidad, yo comprendo que también hay gente que dice: cómo se puede hablar de unidad si todo el día me están maltratando. Entonces son responsabilidades que están por ahí compartidas, pero sin embargo, el liderazgo se debería medir por la capacidad de sobreponerse a todas esas contradicciones, y tener una sana ambición. Si la fotografía sigue como está, no hay que ser profeta para afirmar que aquí va a haber continuismo neoliberal.de ganar un gobierno, de convencer a la gente, porque yo creo que un liderazgo que en lugar de ponerse al frente de esto se somete a este conjunto de presiones, pues al final se debilita.
Porque si alguien dijera, bueno es que no se necesita la unidad porque ya aquí hay una fuerza que está en capacidad de derrotar el continuismo de los neoliberales, pues bueno, uno daría el beneficio de la duda. Pero aun así tampoco estaría de acuerdo en que no se busque la unidad, porque siempre hace falta apoyo para gobernar, pero viendo la situación, de que si no se hace algo no hay manera de romper con continuismo.
Y bueno, en esa situación es que trabajamos fuerzas que tenemos también nuestra propia responsabilidad, que tenemos un peso específico. Yo creo que desde el Frente Amplio estamos trabajando y hemos trabajado honradamente por buscar esa convergencia, y que en ningún momento hemos visto como antagónico de que nuestra propia fuerza pueda tener su identidad. A nadie se le ha pedido: ni al PAC, ni a Alianza Patriótica, que cierren su identidad. Nadie va a perder su identidad, y todos podemos ganar en una alianza.
Dice don Francisco Molina, jefe de campaña del PAC, que la alianza tiene que ser alrededor del PAC, que piensa usted de eso?
Yo si creo que las alianzas, y en eso puedo tener una coincidencia con otros, incluido el PAC, que debería ser alrededor de ideas. No concibo una alianza sin contenido programático. Pero, cuando se les pone un programa sobre la mesa, pues tampoco es sobre eso. O sea, que no es cierto. No es cierto lo que dice don Ottón que es que los demás lo que quieren es un reparto de puestos.
Entonces, plantear que la alianza es alrededor de o si no, no, es una forma de decir que no quiero la alianza. Es hasta un irrespeto hacia la diversidad. Sería mejor decirle a la sociedad: no lo vemos posible, que no esa actitud hasta un poco prepotente, para una fuerza que tiene la pretensión de querer hacer política, según han dicho, de otra manera. Eso no es un diálogo entre iguales, sino es casi una incomprensión de lo que es una alianza.
El planteamiento del PAC, da la impresión, de que el mensaje que manda es de que el PAC por si solo puede ganar las elecciones. Usted lo cree posible?
Bueno, yo creo que todos los partidos políticos tienen como meta alcanzar todos los votos; pero luego viene la dura realidad. No parece posible que el PAC en solitario pueda tener los votos para ganar. Me parece, no lo digo por las encuestas, aunque hay gente que cuando le van bien las aplaude, y cuando le va mal dicen que no sirven para un carajo.
Yo soy un crítico permanente de lo que hemos llamado la "sondeocracia", es decir, comprendemos que el papel que están jugando las encuestas es nefasto para la vida democrática, no porque acierten al final o se alejan, sino por el poder que tienen de sugestión, de manipulación, mucho antes de que se produzca la votación. Pero está claro que se puede tomar el pulso en la calle.
No veo en condiciones al PAC de decir: aquí está el partido que..., como repartiendo la piel del oso ya, repartiendo el gabinete. Me parece que no es así, yo no veo el PAC hoy como una fuerza en ascenso, lo digo francamente.
Lo ve más débil que en el 2006?
Bueno, lo veo, con cierta tendencia al estancamiento.
Y ¿cómo ve usted el partido de gobierno. En medio de ese juego de las encuestas, del manejo mediático, trata de dar la impresión de que gana caminando, cómo lo ve usted?
Yo veo a un poder muy concentrado, que quizás es de las cosas más graves que están ocurriendo a nuestro país. Es una enorme concentración de poder como no se veía en las últimas décadas: concentración del poder político, poder financiero, poder económico, poder mediático, poder institucional, que se ha concentrado hoy en lo que significa el gobierno de Oscar Arias. Veo que quieren todo: su penetración en el Poder Judicial, en el Ejecutivo, Legislativo, y no admiten ni que haya una Defensoría de los Habitantes independiente, también la quieren; entonces el país se corre el riesgo de que haya una involución autoritaria muy grave, por una desmedida concentración de poder. Y es cierto que ese poder le da hoy al PLN, a pesar de todas las crisis que se le han acumulado, bastantes posibilidades de continuar, si no se producen acontecimientos. Uno de ellos es la posibilidad de esta gran convergencia de fuerzas: sociales, populares, patrióticas, lo que causaría una conmoción que revertiría la situación actual. Acontecimientos del estallido de crisis, que en algún momento, parecía que podría suceder, pero no ha ocurrido.
Y el movimiento popular aparece muy desmovilizado, entonces es una situación compleja.
Entonces hasta me parecería absurdo, que algún partido pensara que puede ganar las elecciones, yo creo que habría que ver la realidad, y como decía Gramsci: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. Es decir, vamos a seguir luchando, pero creo que hay gente que está construyendo fantasías, creyendo que este gobierno está en la bancarrota, que mañana prende la chispa en la pradera, o que si yo soy candidato, a Liberación lo quiebro por la mitad, cosas de ese tipo. Eso no obedece al análisis.
¿Fue demasiado fuerte el golpe del referendo? Qué pasó?
Yo creo que hubo quizás acontecimientos que de pronto dejan un enorme desarrollo de la conciencia, que eso tiene una importancia estratégica, y que se nota en la vida social costarricense, pero que dejan también una impronta en algunos sectores como de derrota. Y es una cuestión paradójica, porque yo creo que hoy hay un estado de capacidad crítica en la sociedad costarricense mucho más que antes. Esa escuela del referéndum fue como una escuela de pedagogía de liberación. Pero creo que en algunos sectores, y a veces sectores dirigentes, los dejó como aturdidos, sin capacidad de respuesta. Y después abrió el campo también del eterno reproche, y rencor. Todavía hay gente que dedica toda su energía a ver quién tuvo la culpa de que se perdiera, etc. Imagínese que nosotros propusimos de candidato del Frente Amplio a don Eugenio Trejos, y hay gente que reclama que él dijo que "sobre su cadáver", bueno, pero cuántos se han inmolado? Que empiecen a inmolarse los más revolucionarios..., verdad.
Y eso termina desmoralizando a los núcleos activos. Yo creo que la conciencia está hoy en un plano más elevado, por eso digo que también debemos trabajar, desde el FA con un horizonte estratégico, que es una gran oportunidad las elecciones del 2010, pero tampoco es el fin del mundo.
Aquí se va a venir la conmoción social, aquí todos los días se le echa leña al fuego, porque yo puedo ya asegurar -según me dicen-si se están haciendo bien las estadísticas, pues de nuevo vamos a volver al 20% de pobreza, de nuevo seguira creciendo la desigualdad, social, es decir que este gobierno está acrecentando la fractura social, y eso quizás es lo que van a heredar al próximo gobierno, una bomba de tiempo que a lo mejor no se puede canalizar la salida, pero el descontento es algo que sigue acumulándose.
Esta es una sociedad donde la insatisfacción con casi todo es cada vez más notorio. La gente está enfadada, la gente vive irritada, y de capas sociales muy diversas. A pesar de que dicen que somos los más felices del mundo, pero es una felicidad como con una tendencia al suicidio colectivo, entonces, pero creo que esto todavía no esta clausurado.
Faltan un par de meses que podrían ser decisivos.
Que podría cambiar la situación en este par de meses?
Bueno, nosotros hemos dado un par de pasos. Primero nosotros propusimos a don Eugenio como un precandidato para una coalición. Nos dijeron que el programa, y pusimos en la mesa una propuesta. Estamos dispuestos a consensuar un mecanismo. Eso está despertando una nueva dinámica, incluido en el mismo PAC. La propia asamblea emitió una resolución que es un híbrido, que muestra una tensión al interior del PAC, y ojo, que eso no desencadene algunos acontecimientos. Veo otros sectores en la misma Alianza Patriótica que están definiendo pre candidato. Pero una propuesta como la del Frente Amplio ha movido un poco el terreno. Y si no se logra... Es un poco marcar la cancha y decirle a otras fuerzas que tampoco estamos ahí con un paño de lágrimas, vamos a ir de frente, con toda la modestia. Entonces me parece que los vientos soplan, en algún momento, vendrá el cambio que está madurando.
Creemos que hay que hacer un último esfuerzo para producir una gran convergencia. Tanta gente lo pide, y entonces cómo es que no somos capaces de producirlo? Nosotros no cerramos ninguna puerta. Hasta el 23 de octubre en el campo electora es posible la coalición, la convergencia, pero de todos modos seguimos luchando, estamos con vigor, peleando. Vamos a seguir adelante.