La carretera entre Bogotá y Medellín está cerrada por un gran derrumbe.
En menos de 20 minutos, el agua del río Tamaná entró a la casa de Carlos Ánderson Sonosqui y alcanzó los dos metros de altura. Una avalancha causada el viernes por el represamiento de ese río, en el sur del Chocó, por poco le arrebata a su esposa y a sus dos hijos, de 7 y 9 años.
“Corría rapidísimo y, de un momento a otro, el agua nos llegó al cuello. Yo cogí a mis hijos y los saque a la calle donde unas canoas ya ayudaban a evacuar a la gente a la parte alta”. Así recordó Sonosqui las trágicas horas que vivieron él y unas 48.000 personas por las lluvias del fin de semana en cuatro municipios del sur del Chocó: Nóvita, San José del Palmar, Medio San Juan y Medio Baudó.
Según el gobernador del Chocó, Hugo Tovar, las lluvias dejaron como saldo 247 casas totalmente destruidas y 247 más afectadas, además de 22 puentes peatonales que quedaron inservibles y varios colegios que se vinieron abajo.
Aunque el gobernador se abstuvo de declarar la calamidad pública en el departamento, los alcaldes de los municipios afectados sí lo hicieron; argumentaron que hubo poblaciones afectadas en más del 50 por ciento de los territorio bajo su jurisdicción.
El peor drama se vivió en el corregimiento de San Lorenzo, en Nóvita. Allí, la creciente del río Tamaná arrasó con todo a su paso. “El corregimiento tendrá que ser reubicado, pues el agua lo destruyó completamente, incluyendo la escuela y la estación de Policía”, indicó Tovar, quien le pidió al Gobierno Nacional la acción urgente para atender a los damnificados, pero sobre todo para prevenir más hechos como estos.
“Necesitamos recursos para dragar los ríos San Juan, Baudó, Atrato y sus afluentes, pues los sedimentos que se producen allí son los que generan esta clase de emergencias”, añadió Tovar.
Es tan grave la situación en ese departamento que el mismo director del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez, recorrió el pasado domingo los cuatro municipios golpeados por la arremetida del invierno. Allí entregó más de 800 millones de pesos en ayuda humanitaria para 2.000 de las 9.800 familias damnificadas.
“Las partidas para atender a todas las familias afectadas podrían superar los 6.000 millones de pesos”, indicó Márquez, señalando que esta ha sido la peor tragedia invernal en los tres primeros meses del año en el país.
Afortunadamente, expresó el funcionario, no hubo muertos, heridos o desaparecidos. En cambio, en Ambalema (Tolima) un niño de nueve años falleció el viernes en medio de una tormenta, luego de que le cayó un árbol. Y en Dosquebradas (Risaralda), una pareja de adultos mayores resultó herida ayer, cuando la vivienda que ocupaban fue destruida parcialmente por un deslizamiento de tierra, en la vereda El Chaquiro, tras las intensas lluvias que cayeron en la noche del sábado.
Además de Chocó, según el director del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, los departamentos más afectados en este comienzo de temporada invernal son Valle del Cauca, Risaralda y Antioquia. De hecho, en Tarazá (bajo Cauca antioqueño) una creciente del río Cauca inundó 40 viviendas el sábado. Mientras que en la madrugada de ayer, en Anzá (occidente), un vendaval arrasó con los techos de 30 casas.
“A Tarazá enviamos 86 colchonetas e igual número de frazadas, mientras que a Anzá mandamos techos de hidrocemento”, aseguró César Hernández, director del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) de Antioquia.
En lo corrido del 2013, según datos del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo para la Prevención de Desastres, en el país ha habido 11.800 familias afectadas por las lluvias, y de ellas 1.500 lo han perdido todo.
Por ahora, Sonosqui, el chocoano que por poco pierde a su familia por una avalancha, dice que solo espera que el Gobierno Nacional cumpla los acuerdos firmados el pasado domingo en Chocó. “Que no nos dejen solos, es lo único que pido”.
*Con información de los corresponsales de Pereira, Cali y Barranquilla.
YEISON GUALDÓN
Corresponsal de EL TIEMPO
Medellín
Corresponsal de EL TIEMPO
Medellín
La vía Bogotá- Medellín se abriría el miércoles
Una mina, sumada a las fuertes lluvias, habría causado el derrumbe de 20.000 metros cúbicos de tierra y piedra que tiene cerrada la vía Bogotá-Medellín y represados a alrededor de 400 camiones. Así lo denunció Jhon Jairo Otálvaro, gerente de la concesión Devimed, encargada de la vía.
“La explotación de material de una forma no técnica desestabilizó el talud y ocasionó el cierre total de la autopista”, explicó el funcionario, quien asegura que ya había advertido de la situación al municipio de San Luis (oriente antioqueño), pero nadie tomó medidas. EL TIEMPO intentó comunicarse con el alcalde de esa población, Carlos Mario Gómez, que no respondió las llamadas.
“No es justo que esta vía, que es la única que permite el tránsito de camiones de carga entre las dos principales capitales y donde vive el 25 por ciento de la población colombiana, esté cerrada por algo como esto”, se quejó Otálvaro.
Para tratar de remover el derrumbe, que se extendió por 250 metros de carretera, Devimed dispone de ocho retroexcavadoras y 20 volquetas doble volco. “La dificultad es que aún se siguen presentando derrumbes”. El miércoles se abriría el paso, por lo que el concesionario recomienda tomar la vía alterna por Puerto Berrío y Manizales.
Según la Policía Nacional, esta es la única vía principal que se encuentra afectada por el invierno. Sin embargo, en Dosquebradas las lluvias provocaron el sábado la caída de 80 metros de la banca de una vía terciaria y dejaron aisladas a algunas veredas cercanas.
REDACCIÓN MEDELLÍN
Un aguacero de más de 40 horas
Hasta las veredas de Buga logró llegar la maquinaria para habilitar los caminos que la creciente del río Guadalajara se llevó luego de un aguacero que se prolongó por 40 horas, el viernes pasado. El alcalde de Buga, Jhon Harold Suárez, dijo que la creciente generó el derrumbe de gran parte de la calzada a la altura de Tres Esquinas, zona rural media, por lo que fue necesario evacuar tres viviendas que quedaron afectadas. Igualmente, se afectó el acueducto que abastece las poblaciones de La Piscina, La Habana, La Magdalena y Tres Esquinas.
Sequía en los Montes de María
En contraste con la situación que se vive en Chocó y otras zonas del país, en algunos municipios del sur de Bolívar la gente ruega para que llueva. En los Montes de María, la sequía es particularmente dramática. Tanto que, en San Jacinto, la gente ha recurrido a tradiciones como sacar a pasear al santo patrono por las calles del pueblo para invocar la lluvia. En Carmen de Bolívar se han presentado, según el Ideam, temperaturas superiores a los 40 grados. Situación similar se vive en municipios del Atlántico y Magdalena, donde, debido a los bajos niveles de las fuentes de captación de los acueductos, se está llevando agua en carrotanques, mientras el ganado se adelgaza por falta de pastos, y algunos cultivos ya comienzan a escasear por insuficiencia de agua.
‘Habrá un incremento de las precipitaciones en abril’: Ómar Franco, director del Ideam
¿El país ya entró en la temporada invernal?
Desde el jueves pasado se comenzaron a crear condiciones para el inicio de la temporada de lluvias de este año. En efecto, han ido aumentando las precipitaciones en algunas zonas del país.
¿El causante es el fenómeno de la Niña?
No. Es importante advertir que esas son las condiciones normales del país. Hay dos periodos de lluvia en el año: en abril y octubre. Pero no estamos siendo impactados por ningún fenómeno distinto.
¿Hasta cuándo irán las lluvias?
Hasta ahora están comenzando, pero en abril y mayo se van a consolidar. Se espera que estén finalizando sobre el mes de junio. Por eso, debemos tomar precauciones.
Falta poco para Semana Santa, ¿qué les aconseja a los viajeros?
Consultar la página del Ideam y estar atentos a los pronósticos que emitimos las 24 horas. Hay que tratar de viajar de día, pues en la noche aumentan las precipitaciones y puede haber deslizamientos. No nadar en los cauces de los ríos, para evitar encontrarse con crecientes súbitas.
¿Hay regiones a las que no se debería viajar en estos días?
No creo. Colombia es un país tropical, y así como va a tener condiciones de lluvia permanentes, habrá momentos secos. Cuando se anuncia un invierno, no quiere decir que va a llover a diario. En los días en que no llueva, la gente se podrá desplazar tomando las precauciones necesarias.
¿Qué recomendaciones les da a quienes viven en zonas de altas precipitaciones?
Si viven cerca de los ríos, hagan una vigilancia permanente de los niveles del agua. Despejen los techos de las casas y traten de mantener limpio todo, para que no haya represamientos. Eviten intervenir fuentes hídricas.
¿El país está preparado para otra temporada invernal?
Creo firmemente en el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres. Trabajamos de la mano con ellos. Pero no sobra advertir a los alcaldes y gobernadores que tenemos que estar vigilantes; hay que monitorear permanentemente y hacer planes de contingencia para atender emergencias rápidamente.