En medio de una situación, que su Ministro de Seguridad, ha dicho contundentemente que hay que declarar emergencia nacional la situación en que se encuentra el país en relación con el narcotráfico, parece que Solís no le ha prestado la mínima atención; es más, no lo ha tomado en serio.
Fue en el 2015, Solís dijo a los medios
“No es que estamos ignorando los alcances del delito, pero pintar a Costa Rica como un país caótico, en donde no hay ley y en donde impera, en las calles, la ley de la selva, me parece una exageración y una barbaridad”, enfatizó el mandatario. (LN, 03 de noviembre 2015)
Y hoy: guerra de pandillas en las calles, cadáveres desmembrados en carros o simplemente tirados en las calles, desprecio por la vida, no parece han llamado la atención del Presidente; y es que usted podría estar pensando que lo conveniente sería que los narcos se maten entre ellos y asunto resuelto. Pero ¿y los daños colaterales: las personas que se ven involucrados en medio de las balaceras, los ciudadanos honestos que puedan encontrarse en medio del fuego cruzado, de una bala perdida, los vecinos que ven sus barrios cada vez más inseguros?
Este Gobierno se ha jactado de una disminución, al menos en datos, de la pobreza; pero ha quedado debiendo en darle a la ciudadanía un sentido de Seguridad Ciudadana.
Mientras Gustavo Mata, su Ministro de Seguridad, mientras cientos de policías han tenido trabajo más que arduo en estas fechas para contener todas sus obligaciones (fiestas, vacaciones, mantener el orden) tienen además que poner el pecho a las balas (literal) de esta ola de delincuencia relacionada con guerra abierta y declarada de pandillas, el Preside se va del país.
Mientras la Fiscal General a.i. sigue cumpliendo con la labor encomendada, con tratar de darle a la ciudadanía certeza de que la administración de Justicia todavía funciona en este país, el Big Chief simplemente le dice al Presidente de la Asamblea Legislativa, me voy …
Presidente, usted ya casi termina su Mandato; las encuestas dicen que ya mucha gente no le cree, que ese millón trescientos mil que votaron por usted pensando en la idea del cambio ya quedó en el olvido, dilapidado por las nefastas costumbres de otros partidos que usted criticó en campaña del 2014 pero ha mantenido en su Gobierno. ¿No es tiempo de al menos tratar de darle a la ciudadanía un mensaje distinto del que muchos piensan, que usted ya dejó de gobernar, que la desidia, la despreocupación no es su norte –o sur, o este-en estos meses que faltan?
¿O está huyendo?, ¿no quiere más ruido político del ya ocasionado por su despreocupación del entorno presidencial?
Merece sus vacaciones, claro; pero no así….
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