miércoles, 28 de septiembre de 2016

Aresep reprende a CNFL por torpezas con plantas eléctricas - Escaso análisis, falta de controles y un aumento de costos son algunas de las cuentas en un rosario de pifias que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) atribuye a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) en la gestión de dos proyectos de generación eléctrica. Estos son la planta hidroeléctrica Balsa Inferior, en el río Balsa, en Santa Rita de Florencia de San Ramón, y el Parque Eólico Valle Central, en Santa Ana y Mora.




Escaso análisis, falta de controles y un aumento de costos son algunas de las cuentas en un rosario de pifias que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) atribuye a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) en la gestión de dos proyectos de generación eléctrica. Estos son la planta hidroeléctrica Balsa Inferior, en el río Balsa, en Santa Rita de Florencia de San Ramón, y el Parque Eólico Valle Central, en Santa Ana y Mora.
Ambos han deteriorado las finanzas de esta subsidiaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la cual ya buscó trasladar las pérdidas a sus abonados. Los hallazgos emanan de una investigación que la Aresep ordenó en noviembre para aclarar el costo de los proyectos.

La pesquisa surgió luego de que la CNFL solicitara, el año pasado, un alza de 35% en la tarifa que pagan sus 520.000 abonados para lidiar con el peso en sus finanzas de ambas inversiones.
En aquel ajuste, la Intendencia de Energía de Aresep solo autorizó 18% de alza al excluir casi ¢169.000 millones ligados al costo de las plantas que la CNFL no justificó a qué se debían y por inconsistencias en datos.
El expediente OT-004-2016, concluye que la gestión de los proyectos fue inadecuada desde su inicio, pues los estudios de prefactibilidad y de factibilidad se basaron en diseños iniciales de obras sin análisis detallados.
Se obviaron, dice el informe, variables técnicas, geográficas, de mercado, tecnológicas, sociales, ambientales y el impacto económico de las inversiones.
La Intendencia asegura que la CNFL tampoco logró aportar evidencia de que haya valorado el impacto tarifario de estos proyectos o el eventual beneficio de ambos para sus usuarios.
La CNFL ni siquiera pudo probar que incorporó en el análisis financiero de las plantas el precio de compra de energía al ICE aun y cuando “se trataba de un factor determinante para valorar la viabilidad y rentabilidad de los proyectos”.
El efecto de estos errores apareció en la etapa de obras, cuando se dispararon los costos.
Balsa Inferior pasó de un monto inicial estimado de $75 millones a uno real de $361 millones, mientras el Parque Eólico, de $21 millones a $54 millones.


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