Trabajadores ocasionales que tienen años de hacer labores de manera interina para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) corrieron a Casa Presidencial para evitar su salida de esa institución, la cual está prevista para el 31 de enero próximo.
Los manifestantes pertenecen al grupo de 237 trabajadores ocasionales que dentro de poco estarán sin empleo, por lo que armados con carteles y tumbacocos, llegaron frente al ICE en Sabana Norte y tras no conseguir respuesta a sus peticiones, se fueron en bus hasta “la casa de todos los costarricenses”, en Zapote para externarle sus preocupaciones al mandatario, Luis Guillermo Solís.
Los trabajadores coincidieron que tienen familia, responsabilidades y deudas que enfrentar, por lo que consideran injusto lo que se les está haciendo.
Algunos empleados indicaron que entre las razones que se les dio para no renovarles el contrato está la disminución de costos, pero recalcaron que para ello se debió realizar un estudio integral más profundo de la situación.
Fabio Chaves, coordinador del Frente Interno de Trabajadores del ICE (FIT-ICE) manifestó que en la breve cita con el presidente ejecutivo del ICE, Carlos Obregón, se le sugirió realizar un análisis conjunto de la evaluación de personal realizada, pues genera dudas. “Pareciera que no hubo un estudio consensuado, serio y responsable, por lo que nosotros queremos hacer nuestro estudio y confrontarlo con la administración, porque son cientos de trabajadores los que están liquidando”, recalcó Chaves, quien sostuvo que la reunión no tuvo resultados satisfactorios.
En Casa Presidencial una delegación de dirigentes sindicales y trabajadores expusieron la situación, ahora esperan en corto plazo una respuesta, la cual será dada por el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro. Chaves aseguró que darán un plazo prudencial para recibir respuesta y sobre el particular dijo que “estamos confrontados con la administración.
El canal está abierto con el Poder Ejecutivo en el que estamos dispuestos a abrir las puertas sea por las buenas o a las patadas”. Es este sentido sostuvo que de ser necesario, el FIT convocaría a una huelga general en el ICE para la defensa de los derechos laborales de los 237 empleados y de otros 500 ocasionales que estarían en el mediano y largo plazo en la misma situación.
En los próximos días presentarán un recurso de amparo ante la Sala IV en la que se solicitará frenar la medida, pero el FIT está a la espera de respuesta de la Defensoría de los Habitantes.
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