Navas se hizo grande en Balaídos.Bajo palos aguarda siempre en una tensión que semeja tenerle siempre al filo del resorte, con las rodillas levemente dobladas, los brazos abiertos, siempre en un gesto arácnido. Sostuvo al Madrid cuando el Celta se sacudió el dominio inicial al que estaba sometido y poco antes de que Danilo encarrilase el partido con el segundo gol respondió con un prodigio a una volea de Orellana. Rápido de manos, atento para dar un paso al frente su achicar su meta, Navas puso de acuerdo a todos. “Hizo paradas milagrosas”, valoró antes de abandonar el palco el portavoz de la directiva blanca Emilio Butragueño.
Lejos de Keylor Navas transitó Cristiano Ronaldo, que no acaba de encontrar su mejor versión. Marcó un gol nada sencillo como hito de una salida extraordinaria del equipo, pero acabó desconectado, fallón y con mala cara. Erró una vaselina ante Sergio Álvarez poco antes de que Marcelo sellara la sentencia del partido y con esa mala definición cerró Cristiano Ronaldo un mal partido. La tabla de máximos realizadores le contempla con siete goles en nueve jornadas, a rebufo de Neymar e igualado con el maravilloso Nolito, pero las sensaciones no son tan buenas como las que ofrece ese dúo que le acompaña. Igual ese es también su gran mérito, el de un futbolista que no se sintió cómodo en Balaídos jugando como nueve, sin apenas relacionarse con la pelota y su circulación, atento en ese rol sobre todo al remate. Cristiano, un maestro en muchas suertes pero sobre todo en la contra, estuvo más cómodo cuando el equipo tuvo la pelota que al galope, incomodado por jugar bastante tiempo de espaldas a la portería rival.
En los flancos evolucionaron Lucas Vázquez y Jesé, dos buenas noticias para Rafa Benítez, dos canteranos que se abren paso. El coruñés se gustó en Balaídos. “Jugar en el Real Madrid es un orgullo y lo doy todo los minutos que me dan”. Y reivindicó además el estilo del equipo. “Se está generando un bulo muy grande, siempre jugamos al ataque. No somos defensivos”. El canario se fue del estadio pletórico, convencido de que su mala racha ha quedado atrás. “A veces las cosas suceden por algo”, previno. Y se acordó ahora que disfruta de continuidad en el equipo del tiempo que pasó lesionado. “Veía a mis compañeros jugar unos rondos, yo no podía ni andar y pensaba que si me daban tan solo diez minutos los iba a aprovechar a muerte. Antes no los valoraba, ahora sí”. Que no le hablen ahora a Jesé de abandonar el Real Madrid: “Llevo en el club desde los trece años y he destacado en todas la categorías, así que creo que puedo seguir y demostrar que puedo triunfar en el primer equipo”.
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