domingo, 27 de julio de 2014

De la ilusión al desencanto | Diario las Americas

De la ilusión al desencanto | Diario las Americas



Costa Rica, el país culto que se decantó en las urnas por aquel candidato elocuente de sonrisa fácil que simbolizaba el cambio, hoy se desgrana en críticas hacia un gobierno lleno de contradicciones, tildado por sus detractores de improvisar, dar marcha atrás en decisiones iniciales, no cumplir algunas promesas de campaña y hasta de ser populista. 

Luis Guillermo Solís, el politólogo e historiador de origen humilde a quien el año pasado llamaban el candidato del margen de error, al obtener números raquíticos en las primeras encuestas, terminó arrollando a sus oponentes y se convirtió en el primer presidente en obtener un triunfo abismal en segunda ronda, realizada en el mes de abril, al obtener 1.3 millones de votos. 

Supo recoger el descontento de la mayoría de costarricenses hacia el anterior gobierno, tildado de ineficiente con una que otra mancha de corrupción. Vieron en sus propuestas el cambio que los ticos añoraban. 

Ahora sufre el efecto burbuja, a veces enredado en su propio laberinto. Como pompas de jabón las esperanzas se van desvaneciendo, al punto tal que el propio Solís ha pedido tiempo para gobernar. “Me han dicho populista e inexperto. ¿Por qué no nos dan chance de gobernar?", dijo antes de cumplir el primer mes de gobierno. 

Rosario de contradicciones 


El primer traspié de su partido ocurrió el 1° de mayo, cuando sus diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC) en el parlamento negociaban votos de una minoría de legisladores para obtener la presidencia del directorio, a cambio de congelar por un año la discusión de la unión de hecho entre parejas del mismo sexo. 

Eso le valió la crítica de la comunidad gais del país, que le quitó el respaldo hasta que la bancada de su partido desistió del apoyo con los evangélicos. Días después, Solís ondeó la bandera del orgullo gay en casa presidencial. Aquí el descontento provino del sector conservador de Costa Rica. 

Una semana antes al 8 de mayo, día en que asumió la presidencia, respaldó la huelga nacional de educadores de la educación pública que reclamaban salarios atrasados, sin saber la magnitud del problema. Siendo gobierno se enfrentó al gremio magisterial. Su ministra de educación duró un mes en resolverlo, tras varios llamados a deponer la huelga. En campaña prometió cerrar la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), el organismo que tanto criticó porque aquí se cree ha servido para espionaje político. 

Siendo presidente cambió de idea. Se ganó la crítica por nombrar como director a Mariano Figueres, hijo del ex presidente José María Figueres y hermano del ex presidente del mismo nombre. Mariano es ingeniero agrónomo. El gobierno de Solís impulsa una reforma para mejorar los objetivos y funcionalidad de este organismo. 

Claudio Alpízar, politólogo, critica que la DIS, que por naturaleza debe tener perfil bajo, tome protagonismo en la vida del país apareciendo Figueres en los medios de comunicación aparentando responsabilizar al gobierno anterior de algunos supuestos errores en manejo del conflicto fronterizo con Nicaragua. 

Los politólogos Daniel Calvo y Rigoberto González elaboraron una lista que actualizan periódicamente sobre los desaciertos del presidente y su gobierno. A la fecha han contabilizado 35 errores, muchos de ellos contradicciones a lo pregonado en campaña. 

Destacan continuidad de figuras del gobierno anterior en su gabinete, nombramiento de un abogado y no de un ingeniero como ministro de transporte y obras públicas, postura confusa sobre el estado laico, ambigüedad en la apertura del mercado eléctrico, cacería de brujas de funcionarios públicos identificados con otros partidos políticos y roces con el código de ética de Acción Ciudadana (el partido que lo llevó al poder). Solís no quiso adoptar el código de ética de su propio partido como lo prometió en campaña. Acogió uno modificado. 

El nuevo gobernante tampoco ha podido bajar la tarifa de energía a los usuarios en corto plazo, carece de un plan para combatir la evasión fiscal, no tiene una línea clara sobre la modalidad de descarga de internet celular, revocó un decreto del gobierno anterior que prohibía negociar con supuestos evasores fiscales. 

Este último tema, se cree lo hizo para congraciarse con las dos principales empresas mediáticas del país: Canal 7 y La Nación, ambas señaladas de presunto fraude fiscal. 

A los ticos les ha molestado la ambigüedad en salarios de algunos jerarcas del nuevo gobierno. Si bien es cierto, el Presidente de la República, afirmó continuar con el congelamiento de los aumentos salariales para los Ministros, ya en gobierno cambió de parecer y consideró descongelar los aumentos para “equiparar” las remuneraciones dentro de su gabinete, contradiciendo así lo que prometió en campaña. 

Esta medida provocó un debate entre el Ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez y el Presidente, donde tuvieron que rectificar su contradicción.

Hay ministros que renunciaron al salario del gobierno para mantener el de la Universidad de Costa Rica, donde son académicos, porque sencillamente es más elevado. 

Los ciudadanos también se han molestado porque en plena euforia del mundial, el precio de servicios como agua, energía y hasta los combustibles subieron, cuando el mismo mandatario se había comprometido a evitarlo. Solís, el candidato de los “selfies” que supo aprovechar las redes sociales para llegar al poder, encuentra en internet a sus más acérrimos críticos. 

El propio mandatario ha reconocido la difícil labor de gobernar, al decir que “no es lo mismo verla venir que bailar con ella (…).Obviamente, no es lo mismo ser presidente que ser aspirante a presidente, o presidente electo”. 

El otrora candidato del izquierdista Frente Amplio y aliado del PAC en el congreso, señaló que Solís ha enviado señales contradictorias en varias decisiones que ha tomado durante el inicio de su gobierno; aunque destacó las señales que ha dado para incrementar la transparencia en la función pública y retomar una visión “más social” del desarrollo, con apoyo a la pequeña y mediana empresa, así como al sector agrícola. 

“Entre el discurso de los ‘problemas heredados’ de la Presidente Laura Chinchilla y la ‘finca encharralada’ del Presidente, se nos van tiempos valiosos para la acción, la toma de decisiones y se prima en los lamentos (…).Así que a gobernar y dejar de tanto bailar”, criticó el politólogo Claudio Alpízar. 

El articulista Carlos Vílchez, opina que el gobierno de Solís será más criticado que el de Chinchilla. Alpízar añade que Costa Rica le está “sobredemandando” acciones buenas productos de las altas promesas hechas en campaña y le recomendó ser el director de oruesta mientras su grupo de trabajo acumula experiencia. 

“El problema es que el mandatario ha tenido un mal manejo político de su mensajes, sus propuestas y sin una ruta de trabajo que defina claras prioridades. 

La falta de experiencia en puestos claves como el ministro de Presidencia, Melvin Jiménez, no ha permitido los enlaces con varios sectores”, agregó el analista.

Datos

Costa Rica es un país de 4.8 millones de habitantes. Luis Guillermo Solís, de 56 años, juró el 8 de mayo como 47° presidente del país. Ganó la elección en segunda ronda con el 77.69% de los votos, equivalentes a 1.3 millones de votos, de un padrón electoral total de 3.1 millones de electores. Gobernará hasta el 8 de mayo de 2018.

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